Todo estaba mal. Nosotros estábamos a punto de besarnos y ahora nuestra vida corría peligro. Podía sentir pasos acercándose pero aun no era capaz de visualizar una sombra siquiera. Lucas estaba tenso frente a mí con la vista fija frente a nosotros, de donde los pasos provenían. Con una mano protectora me mantenía detrás de él, apegada a su espalda.
No quería estar en ese lugar. Parecía tan irreal que por un minuto pensé que estaba en un sueño, pero eso era imposible. ¿Me había quedado dormida justo cuando Lucas estaba a punto de besarme? No, imposible.
Los pasos se detuvieron.
Mi mirada se posó sobre el hombro de Lucas. Un par de sombras eran perceptibles en el gris cemento del suelo, estaban escondidos en un callejón mucho más estrecho que en el que nos encontrábamos. Luke se enderezó, apretando los puños.
Un hombre de aspecto formal dio la vuelta en la esquina del callejón estrecho, acercándose a nosotros con pasos calmados. Vestía un terno negro con camisa y corbata negra haciendo juego. A él se sumaron otros tres hombres vestidos de modo similar. Lo primero que vi fue que iban armados. Sus pistolas apenas sobresalían de sus grandes manos.
A simple vista parecían hombres normales, humanos, muy distinto al Nephilim que me había ataco en el campo de futbol. Pero así como él pudo cambiar su aspecto al de Lucas supuse que estos hombres intentaban cambiar su aspecto físico a uno mucho más humano, muy distinto a su forma natural.
El hombre que iba adelante se detuvo a unos escasos cinco pasos de Lucas y de mi. Quedando junto enfrente de nosotros. Sus ojos eran oscuros, más que eso, no tenía el color blanco en la esclerótica como todas las personas, sus ojos era completamente negros. Aquello me causó un escalofrío de horror.
–Bienvenidos –Habló con una voz gutural, muy ronca y oscura –. Siento no haberles informado de esta reunión con anticipación, pero la verdad es que estamos contra el tiempo.
Lucas no hablaba. No podía ver su rostro y moría de ganas por saber qué estaba pasando por su mente.
–Vaya, pensé que eras más expresivo, veo que solo te entrenaron para el combate.
Parecía el único divertido de sus palabras. Los otros hombres no tenían la vista fija en Lucas, sino que detrás de él, hacia mí.
–No veo motivo para seguir alargando esto –Habló Lucas. Su voz era seria, sin un ápice de diversión o de enfado, solo neutral.
–Como quieras –El tono divertido en la voz de aquel hombre desapareció.
Su rostro cambió al instante a uno mucho más deformado. Tenía una horrible cicatriz en el cuello, como de quemadura, su nariz se alargó hacia abajo y una mancha que parecía un tatuaje descuidado se hiso presente en el centro de su frente. Aquella marca no estaba en el Nephilim que me había atacado pero su aspecto físico era notablemente parecido al de este.
“Voy a distraerlos mientras tu corres. Escóndete lo mejor que puedas, yo iré por ti si me llamas en voz muy baja”. Escuché la voz de Lucas en mi mente. ¿Cómo era eso posible? Nunca antes lo había hecho, ¿por qué ahora si?
Lo miré dubitativa pero él seguía dándome la espalda. Se agachó un poco, dejando su peso en una pierna que tenia hacia adelante. El Nephilim sacó una larga daga de debajo de su pulcra chaqueta. Era igual a la de mi primer atacante. Los tres Nephilim detrás de su espalda apuntaron en mi dirección.
Todo sucedió demasiado rápido. Escuché una vez más la voz de Lucas ordenándome correr antes que todo se volviera un caos. Las palmas de ambas manos de Lucas brillaron y apuntaron al frente. Escuché varios disparos y los gritos roncos del Nephilim de ojos oscuros.
ESTÁS LEYENDO
Un novio de otro mundo #1: Destinados
RomanceAmy es una chica que sufre los maltratos en la escuela junto a su mejor amiga Fanny. Después de clases, ambas se olvidan de su penosa realidad y escriben historias que luego suben a la web, como terapia para olvidarse de los malos ratos. Un día, Am...