Mi Prometida. [YoonSeok]

4.

Yoongi no podía creer lo que veía, su prometida relucía más que cuando la visitaba, el vestido que tenía puesto mostraba mejor su figura femenina, estaba encantado, no podía esperar para tener su noche de bodas ya unidos como marido y mujer, como rey y reina.

—Princesa... Te ves sumamente hermosa.

Con todo el esfuerzo que sacó, agudizó su voz para que sonara como su hermanas tratando de verse creible.

—Muchas gracias, tu también te vez muy bien.

Yoongi se sonrojo ante lo dicho por Hoseok, tomo la mano del castaño y camino hasta quedar enfrente de la persona que los casaría ante todo el reino.

Como una ceremonia normal comenzaron a dar palabras y algunas personas lágrimas al ver a la bella pareja.

—Princesa Jung Hye Son, ¿Acepta a el príncipe Min Yoongi como su esposo y futuro rey?

Con todo el dolor en su corazón y el amor que tenía por su hermana asintio con la cabeza.

—Acepto.—fingio una sonrisa creando otra en el príncipe.

—Principe Min Yoongi, ¿Acepta a la princesa Jung Hye Son como su futura esposa y reina?

—Acepto.—dijo sin titubear y sin dejar que nadie apelará a eso.

—Bien, por el poder que me otorga el reino, quedan oficialmente casados, príncipe Min puede besar a su esposa.

Hoseok abrió los ojos, giro a ver a su madre y ella solo hizo una mueca. Yoongi lo tomo de la cintura, sonriéndole, acercando su rostro poco a poco. No quería besarlo, si lo hacía vomitaria ahí mismo, actuo tan rápido y acercó su rostro al de Yoongi dándole un beso en la mejilla, alejando su rostro rápidamente.

Claramente no tendría su primer beso con un completo idiota a quien odia. Miro rápido a su madre y ella le sonrió, dándole a saber que había hecho bien.

Yoongi tomo su cintura y lo acerco a él, sonriendo al público dando leves reverencias, sonriéndole a Hoseok, sin saber que quien se había casado con él era el chico que tanto odiaba.

Todos comenzaron a aplaudir y felicitar a la pareja, ellos por respeto y gratitud agradecían con una enorme sonrisa.

El cuerpo de Hoseok se sentía sofocado, la ropa era estorbosa y los trapos en su pecho hacían que su respiración estuviera más agitada. El cabello falso de daba demasiado calor y sentía que en cualquier momento se desmayaría.

—Mi amada esposa, por fin estamos juntos.—El pelinegro tomo la mano del menor y la beso.

—S-Si... Pero tenemos que ir con los demás invitados, no podemos dejar esperando a las personas que han venido por nosotros.

Por ninguna circunstancia Hoseok quería estar a solas con él, sabía que le pediría cosas asquerosas como tomarse de las manos o darse un beso. No, su primer beso no sería así.

Caminaron juntos, Hoseok tomando el brazo del mayor casi sin tocarlo, teniendo el mínimo contacto con él. Yoongi por su lado se sentía la persona más afortunada del mundo, pues tenía a su esposa pero hubo algo que saco su curiosidad a lucir.

—¿Hye Son?

—¿Si?

—¿Porque tú hermano no vino a nuestra boda? Cuando le dije sobre que no estaba invitado era broma, no lo decía encerio.—El menor se detuvo en seco y comenzó a ponerse nervioso, trataba de buscar una excusa.—¿Estás bien? Perdón si estás molesta por eso, pero sabes que él y yo no congeniamos muy bien y ese día me molestó mucho.