23.

2.6K 328 5
                                        

Quien diría que después de todo, terminaría enamorándose de aquel chico que lo amenazó el primer día que lo vio.

Todo parecía una maldita broma, ni el podía creer lo que estaba pasando en ese momento.

Estar dormido junto con aquel chico castaño que alteraba su corazón.

Parecía un sueño tener a alguien junto a él con la belleza que portaba el menor, era increíble cómo podía ver a detalle el rostro del menor, teniéndolo a centímetros del suyo, teniendo unas inmensas ganas de besarlo.

Acarició las mejillas de Hoseok como si fueran la cosa más frágil del mundo, mirando el color carmín que poseian, miró sus pestañas, tan finas y delgadas que parecían irreales.

¿Cómo no se dió cuenta antes de la belleza que poseia el chico?

Pero también había otra pregunta, una la cual no sabía si la respuesta sería buena o no, aún si él la conocía a la perfección.

¿Hubiera amado a Hoseok si Hye Son no se hubiera ido?

La respuesta la conocía a la perfección. Y era un rotundo NO.

¿Porque?

Porque él de enamoro a base de la convivencia que tenían a diario, a base de los actos que tenía Hoseok cuando salía en público y se convertia en la princesa más hermosa que podía existir.

No lo hubiera amado porque seguiría siendo un testarudo con sus sentimientos hacia Hye Son y su odio hacia Hoseok, que seguramente su relación seria una de odio mutuo. Porque Hoseok también se enamoro de él a base de sus actos, actos que iban dirigidos a alguien más, actos que lo lastimaba y aún así decidió permitirse amarlo pero a la vez querer olvidarlo para no lastimarse más.

Se odiaba, porque si hubiera aceptado todo antes, tal vez no habrían lastimado a Hoseok apuñalandolo, tal vez Hoseok no se hubiera sentido como la peor persona por haberlo engañado con su identidad, tal vez Hoseok hubiera sido feliz desde mucho antes.

Tal vez ambos hubieran sido felices desde antes...

—¿Porque no te conocí a ti en lugar de Hye Son?

Esa era la cosa que más le hubiera gustado, porque así Hoseok desde mucho antes hubiera sido su esposo y no tendrían que haber pasado por eso. Porque sabía que Hoseok hubiera aceptado su matrimonio con él si le hacía ver el buen hombre que era cuando se enamoraba.

Siempre que dormía, soñaba con lo que hubiera pasado si conocía a Hoseok primero en lugar de a su hermana.

Se imagina viéndolo a lo lejos, con su traje oficial, mirando esa hermosa sonrisa que hacía latir su corazón y lo hacía verse como idiota porque la admiraba tanto que su mirada se perdía en sus labios. Se imaginaba hablando con él sobre su próximo matrimonio, se imaginaba tratando bien y enamorándolo de mis formas.

—Perdon— fue lo último que dijo antes de darle un beso al menor y dormir a su lado, abrazándolo como desde mucho antes había deseado.

Al día siguiente Hoseok amaneció demasiado cómodo, durmiendo entre los brazos de aquel chico del que estaba enamorado.

¿Así se sentía el amor? Si así era jamás se movería de ese lugar.

Su madre siempre le había dicho que el enamorarse era muy doloroso pero que si ese amor era correspondido podía ser lo más hermoso que podía existir, ahora entendía eso, pues su amor era correspondido.

Miro atentamente el rostro de Yoongi, aún dormía y se notaba que no despertaría en un buen rato, se quizo mover pero el agarre firme del mayor no se lo permitió, así que lo único que pudo hacer fue abrazarlo igual de fuerte y esconder su rostro en el pecho del mayor, era lo más cómodo que existía.

Mi Prometida. [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora