18.

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Su rostro estaba con un tono carmesí debido a la situación en la que se encontraba.

—Por favor, jale esa parte del vestido.

—Eso intento pero no puede salir, ¿Cómo diablos usas esto?

—Todo esto lo uso por usted, así que guarde silencio y ayúdeme.

El mayor siguió jalando la parte de baja del vestido, estaba tan presionado que no sabía cómo eso no lastimaba a Hoseok.

Después de unos pocos minutos el menor ya no poseia la parte baja del vestido, solo era cubierto por una pequeña bata ligera que apenas lo cubría.

Su rostro se sonrojo totalmente, y solo giro su rostro para que Hoseok pudiera cambiarse adecuadamente.

—Saldre de la habitación para que te cambies correctamente.

—Espere, necesito su ayuda, aún duele así que no puedo moverme muy bien, si pudiera ayudarme a colocarme la camisa le agradecería.

—¿Estas seguro que necesitas mi ayuda? ¿No puedes hacerlo solo?

—¿Acaso no quiere ayudarme? Usted se ofreció primero.

El mayor suspiro y comenzó a colocarle la camisa al menor, tratando de ver lo menos posible de su cuerpo.

Al parecer el menor no se daba cuenta de la situación en la que estaban, el simplemente sé quejaba un poco debido a su lesión, jamás noto el sonrojo en el rostro del mayor.

—Muchas gracias, el pantalón me lo pondré yo, ¿Puede salir por favor?

—S-Si, claro.

Yoongi salió corriendo de la habitación tratando de calmar sus nervios y bajando el calor que empezó a sentir.

Después de unos minutos ambos ya estaban juntos en el comedor, Hoseok se había vestido con sus ropas reales, pero el maquillaje y peinado seguían intactos, esto para que no se revelará la identidad dentro del castillo.

Ambos comían juntos, sin pelear, se sentia la tranquilidad en el ambiente, incluso parecían amigos.

La noche llegó y la hora de dormir se aproximaba, pero Yoongi sabía que no podía dejar a Hoseok dormir en una cama que era más incómoda que el mismo suelo, mucho menos por su lesión.

—Rey Yoongi, descanse, lo veré mañana.— Hoseok entro en aquella habitación pequeña y cerro la puerta, sin esperar una respuesta de parte del otro.

Yoongi en cambio pensó mucho todo pero decidió dejar las cosas así, solo serían dos días más, y volvería a su reino.

La noche paso tranquila hasta cierto punto, Yoongi estaba cómodo pero las sábanas de aquella cama eran tan delgadas que se colaba el frío y despertó al instante.

Su mente solo viajo hacía Hoseok, camino hasta aquella puerta y tocó varias veces esperando respuesta, pero no escuchaba nada. Decidió abrir la puerta con cuidado y se topo a Hoseok envuelto en una muy delgada sábana, estaba temblando y quejándose, pero seguía dormido. Al verlo tan vulnerable, decidió cargarlo hasta la cama principal y envolverlo en las sábanas más gruesas, tratando de no lastimarlo más.

Ambos padecían frío así que Yoongi lo único que pensó en ese momento fue acostarse al lado de Hoseok, abrazándolo con cuidado para tratar de calmar el frío de ambos. Lo acomodo tan bien a modo de no lastimarlo y cuando se dió cuenta, ambos rostros estaban frente a frente.

Miro a detalle su rostro, sus ojos cerrados y sus pestañas algo largas, sus labios algo rotos y con un ligero tono rosado, su nariz respingada y fina, también algo roja debido al frío y sus mejillas algo rojas y algo regordetas.

Mi Prometida. [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora