Mi Prometida. [YoonSeok]

11.

Nadie decía ni una sola palabra, Yoongi seguía tan enojado como la noche en que se enteró de la gran mentira.

Y Hoseok comprendía muy bien, pues se enteró que la persona que él amaba era la misma que odio desde un principio.

Pero está era la única cosa que no le diría a su madre, ella ya tenía muchos problemas buscando a su hermana y si llegaba a enterarse que el Rey Min tenía conocimiento de las mentiras, no sabría cómo reaccionaria ella.

Una parte de él estaba devastada, no podía comunicarse con nadie fuera del palacio, no tenía a alguien con quién hablar sobre todos los temas que lo afligian a diario y con tan solo 15 años su corazón estaba roto y su mente era un problema.

Quería correr a su antiguo reino y abrazar fuerte a su madre, que ella le diera un beso en la frente como lo hacía cuando era más joven y le dijera que todo estaría bien, y seguir con su vida como un joven príncipe normal. Pero no, no podía hacerlo, ahora estaba metido en un lío más grande que es la furia de un rey por haberse metido con su corazón.

A ese ritmo pronto colapsaría.

Pero gracias a Taehyung que siempre le hacía ver qué tenía que seguir adelante por su hermana y su madre, se sentía algo tranquilo y con calma, pues al ser mayor que él también tenía más conocimientos sobre la realeza.

Ese día por orden de la antigua Reyna todos estaban en el comedor, teniendo una cena algo incómoda pues Yoongi tenía el ceño fruncido y su mirada perdida pero jamás miro a Hoseok, y Hoseok al borde de un desmayo y con los nervios hasta el cielo pues no quería ver a Yoongi y pensar que diría algo o lo amenazaría.

Todo estaba en su contra.

—¿Porque parecen enojados? ¿Algo les molestó?— pregunto la Reyna.

—No es eso madre, solo estoy algo cansado, los asuntos del reino son muchos y agotadores.

—Eso es lo que conlleva ser un rey, Yoongi. Pero ahora no me refiero a eso, ustedes dos parecen molestos entre ustedes, ¿Paso algo malo?

—No es eso Reyna, solo debe ser el agotamiento de la coronación y los asuntos reales. Yoongi ahora está más ocupado y yo igual, así que solo es eso, jamás peleariamos.

Yoongi miro a Hoseok y frunció su ceño, aguantandose las ganas de decir algo que dañará al menor. Hoseok solo bajo la mirada asustado y siguió comiendo.

—No lo creo. Yoongi había dicho que estaba emocionado por qué ustedes dos durmieran en la habitación, dijo que no podía esperar por dormir junto a la persona que ama, pero han pasado cuatro días y siguen durmiendo separados.

—Eso es porque...—Yoongi no sabía que excusa dar.

—Eso es porque quiero darle a Yoongi su espacio y él a mí, ambos somos jóvenes aún pero cuando sea el momento adecuado y estemos más cómodos le aseguro que nos verá demasiado juntos. Solo es cuestión de tiempo para que nos acoplemos a esto, es ser reyes conlleva una gran responsabilidad y siento que los puntos personales pueden esperar.— sus palabras sonaban tan tranquilas y con seguridad que eso hizo que Yoongi se calmara un poco.

—Adoro que seas tan amable Hye Son, siempre estoy más segura que Yoongi hizo una gran elección al escogerte como su esposa.

—Muchas gracias Reyna, y yo estoy feliz de serlo.— dijo dándole una linda sonrisa a ella.

Terminaron todos de cenar y se levantaron de su lugar para ir a sus respectivos asuntos que cada quien tenía.

Camino hasta su habitación y trato de calmarse, pero eso se vio interrumpido por Yoongi quien entro a la habitación sin permiso.