11 | Capa de invisibilidad

470 35 1
                                    

11 | CAPA DE INVISIBILIDAD

Hice levitar la tableta de chocolate sobre las cabezas de mis compañeros, buscando atraerla hacia mis manos sin utilizar un accio, porque quería mejorar tanto los encantamientos que la escuela sufriríaa mi pérdida si se les ocurría expulsarme. La mala noticia fue que no llegué ni siquiera a tocarla con la punta de mis dedos cuando alguien la tomó del aire.

Me giré, lista para pelear.

—¡Gracias, Potter!

—¡Fred! —me levanté del sofá como un resorte donde estaba tan cómodamente acostada haciendo nada. La mayoría no hacía nada en el receso, mucho menos con este frío que entumía los huesos—. ¡Devuelve eso, ladronzuelo!

—¿Cómo sabes que soy Fred y no George fingiendo ser Fred?

Parpadeé, quieta, dudando hasta de mí misma. ¿Cómo lo sabía? No tenía ni idea, dije el primer nombre que se me vino a la mente. Mientras me quebraba el cerebro buscando cualquier distinción de su hermano, lo vi desenvolver mi tableta y llevarse un pedazo a la boca, muy triunfante. Su cabello naranja tenía un aspecto cálido contra el fuego de la chimenea, y me maldije porque no todavía no aprendía a prenderle fuego al pelo sin causar daños.

Anoté mentalmente estudiar encantamientos defensivos, uno nunca sabía cuándo se aparecería otro toll asesino o alguien que te robara el chocolate. Las dos situaciones me ponían un poco violenta.

—Eres Fred.

—¿Estás segura?

—Sí. —No sonaba para nada segura—. Porque George no... Además, tú... Es decir, ustedes tienen algo diferente...

Para mi buena suerte, el otro gemelo naranja llegó sosteniendo una bolsa con contenido misterioso.

—¡Mira esto, Fred! Se lo gané a Lee en una apuesta.

¡Ajá! Mi instinto no me fallaba.

—¡Accio chocolate! —la tableta salió volando de las manos del gemelo malvado para acabar en las mías. Le saqué la lengua a Fred justo cuando golpeó a su hermano en la nuca, pero entonces su rostro se iluminó con ese típica cara de travesura que prometía problemas y me miró emocionado.

—Oye Potter, ¿quieres venir con nosotros?

—¿Adónde?

—A un sitio.

—Suena a que debo decir que no.

Si algo había aprendido de Ron y algunos compañeros de cursos mayores, era que no se podía esperar algo normal de los gemelos Weasley. Había que ser precavida.

—Claro, solo si eres miedosa y no te atreves a romper las reglas.

Achiqué los ojos, picada por sus palabras. Debieron haber visto algo porque compartieron un vistazo cómplice y una sonrisa petulante.

—Danielle nunca lo haría, George. Es una Potter, la salvadora del mundo mágico. Tiene que ser un ejemplo a seguir.

Bueno, si estaban buscando manipularme para conseguir que hiciera lo que sea que quisieran hacer... lo consiguieron.

—¿Es ilegal?

—No. —Dijo George, aunque después frunció el ceño—. Bueno, no sé.

Con esa respuesta me daba una idea de que era una travesura que definitivamente no debía hacer, pero qué más daba. Era invierno, casi navidad y por lo tanto largas vacaciones sin nada por hacer. Divertirme un poco no estaba mal, ¿verdad? Mientras nadie saliera mortalmente herido...

Mellizos Potter y la Piedra Filosofal | HP [01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora