0. Antecedentes 👑

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Aún cuando el mundo no era nada existió el Caos, el principio de todo, el origen de todos. Pero la propia definición era muy ambigua. El Caos no era más que algo indeterminado, ni humano ni bestia, sin forma. El todo y la nada.

El Caos era una masa sin energía, era el universo, era el Cielo, la Tierra y el Medio.

El mismo, eclosionó un Huevo Cósmico en su propio vientre dando lugar a la primeras Deidades Supremas, las primeras en poblar el vacío abierto, las primeras en su existencia aparte de su creador: Gea, deidad de la tierra, Tártaro, deidad del inframundo; Urano, deidad del cielo; Eros, deidad del amor; Erebus, deidad de la oscuridad y Nyx, deidad de la noche.

El perjuicio de unión y creación entre deidades no existía, por eso de ellas, Gea y Urano procrearon diversas especies. Los más importantes fueron las Titánidas y los Titanes. Y a su vez, estos dos, dieron origen a los primeros Dioses del Monte Olimpo. Los cuales, para su sorpresa, proporcionaron un verdadero sentido al apelativo, Caos.

Desafortunadamente, uno de esos Dioses se reveló. Zeus, Dios del trueno, luchó contra sus creadores despojándolos del Olimpo y afectando el balance en el propio Caos, quedando como Dios Supremo.

Sus hermanos temían su poder, ninguno se atrevía a ir en su contra, y poco a poco fueron alejándose, solo le quedaron siéndole fiel, su esposa Hera y su amante Deméter. La mayoría huía de su presencia y se sometía en silencio, mas las llamas de furor estaban escondidas en lo profundo de sus almas. Zeus había tomado un lugar que no le correspondía y había desterrado a los creadores. Imperdonable. Pero, ¿quién iría en contra del más poderoso?

En esos años, Caos estuvo sumergido en un sueño inducido por el traidor. Zeus hizo creer a todos que los había abandonado a su suerte dejándole su poder, poder que no poseía en realidad. Esto hizo que todos se llenaran de indignación, pero lo reconocieran como legítimo. Los desbalances en las energías dieron paso a las guerras y la destrucción, haciendo que algunos finalmente se revelaran.

Prometeo, Titán, hijo de los titanes Japeto y Ocean, en un intento de venganza obedeció ciegamente a Eros en su orden más importante. Creó a los humanos en forma y semejanza de los propios dioses. Les dio vida. Se convirtió en el protector de los hombres sin importarle caer en la ira de Zeus ni ser enviado al Averno bajo el castigo de Hades.

Incluso Ares, Dios de la guerra, conspiró para darle el don de la curiosidad a Pandora. Esta, en su inocencia abrió la caja que le fue entregada para custodiar y desató el mal. Los desastres no tocaron las puertas ni pidieron permiso, se colaron en cada humano indiscriminadamente, provocándoles dolor, angustia y pérdidas. El mundo necesitaba un balance inmediato. Los humanos necesitaban de un ser magnánimo que estaba dormido.

Fue cuando Afrodita, Diosa del amor, quien estaba enamorada de Caos, o de lo que representaba, se decidió a propagar su don. Se armó de valor y fue en busca de Hades, quien poseía el poder de maldecir y salvar a la vez a sus iguales, para retarlo frente a todos. Le propuso hacer una apuesta.

Recordó que él decía que no existía un humano que fuera totalmente puro capaz de amar de forma incondicional. Afrodita rió en su cara antes de retarlo.

Si ella lograba encontrar a un humano que sí fuera puro, él despertaría a Caos y le daría mil años de vida humana.

Afrodita no lo logró hasta que jugó con trampas. Le dio a Prometeo una gota de afecto para una pareja y con ello propagarían el amor que faltaba en la Tierra. Entonces fue con Hades y le mostró al humano de corazón puro.

Hades, ajeno a las acciones de sus hermanos aceptó con tres condiciones. Ya que la apuesta trataba de amor, si en esos mil años Caos no experimentaba el sentimiento humano más importante, volvería a dormir, pero esta vez dejaría sus poderes sellados en el Averno. La segunda condición era que Caos no recordaría nada de ellos, ni quién era ni a qué fue enviado a la Tierra. La tercera condición era que sus poderes se reducirían mientras estuviese entre humanos, solo podría usarlos para encontrar su relación kármica y sanarla de heridas o enfermedades.

El Olimpo quedó en silencio hasta que Themis yNémesis, quienes representaban la justicia divina y humana respectivamente,dieron inicio a La Maldición del Milenio.

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¿Crees que el Caos logre enamorarse en esta vida de esa alma inocente?

Uff, primer capi chicxs. ¿Qué tal les pareció?

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