Si si, ya sé. Me he demorado para darles otro capi, pero para compensar, habrán dos este día. 🤗😚
XOXO A TODOS.
Y termine pronto sus exámenes 😁 fighting ✊✊
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Como se hizo común en los últimos días, el rey Boun se encontraba todo el tiempo inmerso en problemas del reino. El palacio no era lo que antes, sus más leales súbditos estaban sucumbiendo ante murmullos de forasteros, el pueblo protestaba por cada pequeña cosa que se esparciera por sus tierras y para colmo, las personas a su cargo, las que se suponían que ayudaran a mantener el orden, habían comenzado a sacar las garras y a morder.
Todas las cosas se juntaron. Personas de su Consejo Regente involucrados en más crímenes de los que podía manejar. No quería cosas de criminales en sus alrededores.
-Jamás esperé parecer un rey débil, ahora tenía la imagen de un rey tonto.
-No puede culparse por todo esto, señor. Además, aun podemos solucionarlo y volver a empezar. Haremos nuevos aliados. -Respondió Agelao, quien hasta el momento había guardado silencio. No sabía qué decir. Su deber era velar por todo lo que ocurriese e informarlo. Falló de la peor manera. Se estaba volviendo viejo con rapidez.
- ¿Cómo no me di cuenta antes? Estaba ciego de fe en los otros. No importa cuán implacable aparentase, su propia familia había jugado en su contra. -Ni Agelao ni Cástor dijeron una palabra en el monologo de su señor. Sus deberes iban más allá de la bazofia que habían hecho por tanto años. Inaceptable. Y aún estaban en pie, con la cabeza sobre los hombros porque su rey necesitaba aliados.
Además, el reino aún le reprochaba las recientes muertes bajo sus órdenes. Ja. Tenían cara para estar en su contra cuando fue gracias a sus acciones que salieron de la miseria. El rey golpeó la mesa con una mano en puño. No podía ni quería creer las evidencias. Era como ponerse un cuchillo a sí mismo en el pecho. Aceptó toda absurda idea de casamiento, negocios con enemigos e incluso, posicionar a otros hombres en su Consejo. Todo para aplacar la supuesta ira de los Dioses. Empezaba a pensar que esta furia no existía. Se la estaban inventando y se la vendieron como los mejores mercaderes del circo.
Su cabeza estaba hecha un total caos. Necesitaba algo que no quería admitir. Más bien de alguien. Prem. -Señor, ¿debería decirle al hetero real que desea su presencia aquí?
El rey observó fijamente y sorprendido a su guardia. Era de esperarse que pudiese conocer sus pensamientos, han pasado siglos juntos. -No. Déjenlo descansar, después iré a verle. Estar al borde de la muerte no es para tomarlo como una broma.
Él bien lo sabía. No fue el primer intento de asesinato que ha presenciado. La diferencia es que esta es la primera vez que no lo protagoniza.
Prem. ¿Qué estaría haciendo ahora? ¿Habrá comido? ¿estará durmiendo o quizás disfrutando de su regalo a la luz del sol?
No importaba nada de eso. Al menos logró mantenerlo a salvo. El padre de Hipatia debía pagar por su imprudencia. Intentar asesinar a su hetero real no fue la decisión acertada. Ni siquiera por los caprichos de su hijita predilecta. Todos en el palacio y más allá de sus muros, sabían que el rey tenia deseos carnales hacia ese joven esclavo. Después de todo, él no era inmortal ni carecía de las emociones del cuerpo. Ahora solo faltaba deshacerse de Aenon. ¿Pero cómo? Ha involucrado a muchos hombres del Consejo en actos demasiado nefastos como para mirar hacia otro lado.
Se reclinó contra el espaldar de su cómodo asiento y se detuvo a pensar en quienes podrían ser sus próximos aliados. Tener paciencia y planear estrategias para jugar bien el ajedrez. El jaque no llega por impulsos despotricados.
-Envíen una carta de invitación a Helena. Díganle que su mayor rival también vendrá. Le ofreceré acabar con él a cambio de una alianza el mismo día.
-Señor, eso es arriesgado, podría terminar perdiendo algo más. Las cosas importantes no se pueden tratar juntas. Deben separarse para definir si es factible. Si algo llega a suceder de nuevo al joven... -EL silencio de Agelao fue repentino. El sudor corrió por sus sienes. Había tocado el delicado tema con tanto descuido, otra vez. La posición de torso hacia adelante, brazos sobre la mesa y mandíbula recia del rey, delató su lengua suelta.-Mil disculpas, majestad.
-Solo haz lo que te he dicho. Trae al simposio anual a ambos reyes a parte del resto habitual y algún que otro rey nuevo de otros continentes, deben ser tratados con amabilidad, sin sospechas, pero jamás deben ser descuidados con su vigilancia.
-Sí, majestad.
-Bien. Ahora que nos entendemos, recuerda que en este evento la gente peca de gula de productos caros, los espartanos tienen el dichoso caldo negro y no puede faltar el ''elixir de Dionisos'', el vino. -Cuida que todo esté listo. Ya puedes retirarte. -Con una larga reverencia, Agelao se retiró de la habitación dejando a Cástor vigilante. El rey volvió a su posición relajada y pensativa.
-Cástor. -Ordenó severo. -Necesito un favor más. Cuando nadie vea ni escuche, deshazte de Rosana.
-Sí, señor. -Rió ladino. Estas diferencias de personalidades entre Agelao y sus guardias era refrescante. Estos últimos solo ejecutaban, nada de preguntas absurdas.
Igual no es que fuese a cambiar de opinión. Casi se le escapa ese pequeño ratón. Lastimosamente para ella, descubrió su relación con su hijo. Crono era apenas un adolescente en las garras de un buitre de años de conspiraciones. Ella quería el reino, pero no se dio cuenta que los engaños de Aenon estaban envueltos con las mismas ambiciones.
Ya no entendía nada. Todos y cada una de las personas que conocía estaban metidas en la telaraña de trampa. Pero su hijo era suyo preciada posesión. no lo dejaría caer.
Ahora, el mayor problema a resolver era su siguiente prioridad. ''Áster''. ¿Cómo nunca escuchó ese nombre en otra connotación? Hicieron demasiado buen trabajo para ocultárselo tantos años. En su jardín estaba esa flor, el violeta brillaba siempre bajo la luz, ya fuera del sol o la luna. Era hermosa y sin comparación. Ordenó a sembrarla cuando llegó al trono. Es como su símbolo, el color del misterio y la flor estrella.
Ahora, había pasado a ser la insignia que ensuciaba a su reino. El lado oscuro del reino. Un grupo de personas manipuladoras que se unieron por codicia de más, con engaños de Aenon. Da igual lo que sea. Si es malo, ellos tienen las manos en ello. Tenía que cortar la raíz de ''Áster''.
- ¡Amo! ¡Déjame pasar Polideuces! ¡Tengo que hablar con él! ¡Suéltenme! -Los gritos de Prem se escucharon tan alto en todo el pasillo que sacó de sus pensamientos al rey. Quien ordenó dejarlo pasar sin miramientos. Todavía debía estar débil, las recuperaciones por veneno no eran tan rápidas como quería en ese momento. Intentó estar tranquilo y no correr a tomarlo en brazos delante de todos los sirvientes fuera. El rey se detuvo frente a las puertas cuando Cástor las abrió.
En cuanto se abrieron, apareció un Prem a sus pies, rogando por algo que aún no entendía y sabía que no gustaría. Más atrás pudo divisar a Galatea con la cabeza baja. Frunció las cejas y con voz enojada dijo: - ¿Qué le sucedió?
La joven de piel pálida como porcelana cayó de rodillas sin decir más que un: -Lo siento, mi señor.
El rey tomó un brazo del hetero, algo brusco, y lo entró a la habitación dejando a todos fuera. Las puertas se cerraron. Estaban ellos dos solos. Al fin. Pensó. No imaginó que de los labios contrarios saldrían cosas como aquellas. -Eres un asesino.
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Apostar Todo Por Ti
Fiksi PenggemarTítulo: Apostar todo por ti // Bet all for you Género: LGBT🏳️🌈Romance💘Fantasía🤴 Iniciada en: 2/11/21 Finalizada en: 22/7/22 #summersawards2022 Ranking más impresionante # 300 ficciongeneralde # 288 caosde # 184 apuestade # 93 greciade # 63...