[5.5] ¿Tú lo recuerdas?

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Si alguien tuviese el puesto de "La persona más feliz del mundo" bien podría tener ese título nuestro pelirosa favorito en ese momento.

Saltaba con gran entusiasmo mientras se cubría la boca con ambas manos y las lágrimas no paraban de salir de su hermosa mirada de chocolate.

— ¡Por supuesto que quiero casarme contigo, Satoru!— Al gritar su respuesta, se lanzó a los brazos de su ahora prometido, que estaba arrodillado ante Yuuji.

Ambos se fundieron en un abrazo que prontamente comenzó un beso que desbordaba cariño inconmensurable. Al separarse, no pudieron evitar dirigirse una sonrisa que podía transmitir las más bellas palabras en ese instante dorado en el que las manecillas del reloj se detuvieron solo para que el tiempo contemplara su amor.

Se levantaron del suelo, o mejor dicho, Gojo se levantó, con su lindo Itadori en brazos cual princesa de cuento de hadas.

— Te amo.— Dijo el albino, depositando un tierno beso en los suaves cabellos de algodón de azúcar.

— ¿Cuánto me amas?— Preguntó Yuuji sin maldad alguna.

— Literalmente te acabo de pedir matrimonio.— Su risa contagió al Itadori menor, aunque no impidió que volviera a hablar.

— Eso no responde mi pregunta.

El adorable puchero que había hecho, solo le daban más ganas a Satoru de llenarle su bello rostro de dulces besos.

— Hm, pues veamos...— Miró el cielo como si de verdad estuviera pensando.
— Einstein decía que hay dos cosas infinitas en ésta vida: El universo y la estupidez humana, así que te amo hasta donde llegue mi estupidez.— Sonrió triunfante al sentirse como todo un poeta, pero se sentía más victorioso por haber hecho reír a su pelirosa.

— Me alegro que tu amor entonces sea enormeeeee.— Dijo alargando la última vocal.

Gojo no supo si sentirse halagado u ofendido, aunque igualmente disfruto de reír con su próximo esposo.

— Me pregunto cómo reaccionará tu familia al saber de nuestro compromiso.

— Sé que mamá se pondrá contenta al saberlo y si papá aún estuviera... Creo que también, pero Sukuna se pondrá furioso definitivamente.

— Bueno, tiene qué aprender que el bebé de la casa ya no es un bebé.— Acunó aún más al pelirosa, como si 80 kilos no fuera nada para él.

— Bueno, tengo 20 años, supongo que ya era hora.

Ambos ya en el lujoso auto del albino, se dirigieron al hogar del menor, con el objetivo de recibir la bendición cuanto antes de la señora Itadori.

Aunque fue una verdadera lástima que la mujer no pudo contemplar a su retoño vestir de blanco, pues cuando los jóvenes llegaron a su recinto, la fémina ya no tenía pulso.

Ahora Itadori estaba solo.
Sus padres muertos.
Su hermano en un lugar desconocido.

Tal vez Yuuji debió darse cuenta que algo estaba mal desde un inicio, pero ya no servía de mucho.
Lo hecho, hecho estaba, ya no podía regresar el tiempo.

Esa felicidad efímera quedó grabada por siempre en su historia.
Como tinta permanente en un papel anteriormente inmaculado.

|♥♦♥♦|

N/A.
Sé que no se esperaban leernos en un día como éste, y ciertamente yo tampoco, pero es un pequeño especial por día de muertos, para celebrar el muerto matrimonio de nuestros protagonistas jahsja.

Éste episodio es muy cortito, pero es exactamente un capítulo extra, como mencioné anteriormente.

Van a haber más episodios extras en ocasiones próximas y en días al azar, ya que no me gustaría publicarlos en fin de semana y que piensen que es un capítulo normal.

Como pueden ver, el número de capitulo es distinto a los demás, por lo que ya sabrán cómo diferenciar el contenido habitual del extra.

Enfin, nos leemos éste sábado, cuídense mucho ฅ^•ﻌ•^ฅ

Love me again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora