Permanezco neutra para que no se note mi rostro cubierto de vergüenza.
— Princesa ¿qué le pareció los modelos de trajes para sus compañeras? –exclamó sutilmente Brina apartándome de mis pensamientos.
— Son perfectos, buen trabajo Brina.
— Me alegra que le gusten, por cierto éste es su traje. Brina ingresa un código en su tablet... al instante una de las vitrinas de su sala se abre y nos sorprende con un maniquí con soporte de ruedas portando en él mi traje de combate.
Lo miro detalladamente y me gusta, los detalles se encuentran posicionados y alineados a la perfección, una tela azulada como el color potente del cielo, en su espaldar una asombrosa capa de seda blanca azulada acompañada de pequeños cristales.
— Gracias Brina, ¡es increíble lo que puedes hacer!
— No es nada, es mi deber servirle. –le dirijo una sonrisa amplia.
— Falta un detalle importante para completar esta maravilla de traje. Brina le hace una seña a Aidan y él le entrega un maletín, Brina lo abre y me muestra.
— Son broches para cada una de ustedes princesa.
— Están preciosos –exclamé.
— Aparte de lindos poseen poder, una vez colocados en el traje son efectivos ante cualquier rasgado inoportuno, esto genera que el traje tenga más resistencia y durabilidad.
— Es beneficioso a la hora de las batallas y combates, te lo agradezco.
— Pediré que le lleven los trajes de su equipo a la base.
— Nuevamente gracias Brina.
Cuando procedo a retirarme del salón...— Princesa aguarde –me detengo y volteo hacia Brina.
— Sino es mucha molestia puede mostrarle el camino a mi hijo para que llegue a la biblioteca.
— Claro, no hay problema.
— Gracias princesa –agradeció Brina dulcemente.
Salgo del salón acompañada de Aidan, él sigue mis pasos y camina al lado mío, atravesamos algunos pasillos y decido romper el silencio que abarca entre nosotros.
— Discúlpame por mi actitud de ayer, no fué mi intención tratarte de esa manera, no es la bienvenida que te corresponde.
— No te preocupes princesa Hazel, todos podemos tener un día malo, más bien discúlpeme a mí.
— Disculparte a tí, ¿por qué?, no has hecho nada malo –pregunté confusa.
— Bueno te llamé "señorita" no sabía que eras la princesa y por lo tanto eres una autoridad importante del Palacio, empecemos de nuevo. Sin duda ésto me sorprende, no me imaginé esa reacción de él.
— Mi nombre es Aidan Díaz y como puedes ver soy un simple mortal que está cursando el último año de secundaria –su voz es firme y con un toque de gracia.
— Bienvenido Aidan, soy Hazel Béirre Swith princesa de la ciudad de Windermer, un gusto darte la bienvenida a mi planeta –le digo firmemente.
— Gracias estoy fascinado por todas las maravillas que he descubierto hasta ahora, ¡como mona este lugar! –mencionó alegremente y me sonríe, por mi parte yo no le sonrió a ningún chico y él no será la excepción... así que sólo me dispongo a seguir caminando y llegamos a la biblioteca.
— Llegamos, espero que disfrutes tu estancia aquí, me imagino que te informaron de las reglas respectivas a seguir.
— Si, gracias por enseñarme el camino hasta la biblioteca. Asiento con la cabeza y me retiro del lugar.
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Corazón de glaciar; un simple mortal también puede llevarte a la luna.
RomanceTodo comenzará debajo de un árbol mágico iluminado por mil luciérnagas. Dos seres de dos mundos completamente diferentes que llegaron a un destino hermoso.