Con los primeros albores del día, nos sumergimos en el imponente océano de Windermer.
Nuestros mares son muy energéticos y repletos de una vitalidad asombrosa.
El océano es un inigualable cofre de recuerdos y sentimientos.
El sonido del oleaje nos transmite sensaciones de serenidad, paz y tranquilidad. Sus profundidades esconden increíbles tesoros.
El romance entre las olas y la sutil arena es perpetuo. Las caracolas almacenan los mensajes de amor, es una mensajera incesante.
Con los primeros roces del mar, nuestra nave adquiere las modalidades de un submarino, las luces delanteras en forma de gema se encienden, iluminando nuestro camino.
- Falta poco para llegar al portal cercano de la Alfenia -exclamó Fairuz manteniendo su postura al volante.
- Perfecto. Será mejor que nos coloquemos nuestros implementos para respirar bajo el agua, porque nos tocará una breve charla con Las Nilfix si queremos ingresar por su portal -mencioné.
- Tienes razón -concluyó Sarah.
Mi mejor amiga y yo procedemos a activar la burbuja respiratoria de nuestros comunicadores.
- Hemos llegado -dice Fairuz estacionando la nave en un estacionamiento coralino. Sarah y yo salimos de la nave.
A primera vista de la Alfenia, resalta el vigoroso portón dorado con forma de almeja. Sus fortalezas son de color blanco con toques de color verde aguamarina, los picos localizados en la cima de las estructuras están tallados en forma de gota azulada, rodeado de una sección consecutiva de perlas marinas. El campo de entrenamiento está adornado con diversas tonalidades de corales y estrellas de mar.
Siguiendo con nuestra misión, procedemos a nadar hasta donde se encuentra ubicado el portal. Fairuz se quedó en la nave para proteger nuestras espaldas y calcular cualquier movimiento sospechoso en el mar a través de Hify, un pequeño aparato eléctrico adaptado como cámara de vigilancia todo terreno, mi prima lo controla desde Hiefuns.
Por otro lado, dos adorables caballitos de mar nos ofrecen llevarnos, por lo cual nuestro traslado será en un menor tiempo. A lo lejos, logro visualizar a dos ninfas marinas que protegen el portal con sus respectivos equipamientos. A los pocos minutos, sus rostros coinciden con nuestras miradas, a tal punto de que se alegran con nuestra presencia.
- Princesa Hazel, es un honor tenerla en nuestros arrecifes -exclamó una de ellas.
- Y es un honor tener la presencia de una Livens con nosotras... -exclamó la otra dirigiéndose hacia Sarah.
- Un gusto saludarlas estimadas Nilfix, les agradezco la bienvenida -mencioné respetuosamente.
- Fue muy encantador de su parte -comentó Sarah con una sonrisa de oreja a oreja.
- No puedo creer lo que mis ojos ven ¡Hazel!. -exclamó una linda ninfa morena, de cabello ondulado negro y ojos castaño oscuro. Una sirena de cola color turquesa y líder de Las Nilfix, hija de la Reina Telxínoe.
- ¡Telxa!, es un placer verte -exclamé recibiendo su cálido abrazo. Cabe aclarar que Telxa es dos años menor que yo, sin embargo eso no le quita su gran esencia y bondad.
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Corazón de glaciar; un simple mortal también puede llevarte a la luna.
RomanceTodo comenzará debajo de un árbol mágico iluminado por mil luciérnagas. Dos seres de dos mundos completamente diferentes que llegaron a un destino hermoso.