~Capítulo XII : El Bosque Eclipsenio.

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Aidan Díaz.

Éste lugar es sensacional, tanta naturaleza por admirar. Siento que mis ojos no paran, no dejan de mirar a su alrededor. Desde que llegué aquí, he sentido que estoy dentro de una película de fantasía pura combinada con un poco de ciencia ficción, y pensar que todo lo que he visto y me falta por ver, es real. Desde hadas, elfos, pegasos, pájaros ayudantes, naves espaciales, lugares extraordinarios y únicos en su especie. Sin duda estoy fascinado.

Imagínense dialogar con la futura Reina de un planeta desconocido, y pensar que en tan sólo segundos podría matarme. Es fenomenal y preocupante a la vez.

El día de mi llegada, mi madre me contó algunas cosas de Windermer, entre ellas estaba la princesa Hazel. Mencionó que es una chica honesta y amable con todos, también que tiende a ser reservada en varios aspectos de su vida. No duda en arriesgar su vida a la hora de defender su planeta. Mi madre que lleva años viviendo aquí, no la conoce totalmente, pero sabe que ella es fuerte en enfrentar situaciones muy duras.

Las oportunidades que he tenido en intercambiar unas palabras con Hazel, me da la sensación de que es una chica con mucho conocimiento. ¿Y cómo negarlo?, se le nota muchísimo. Su forma de hablar y escuchar como detalla cada sitio, es asombroso. Si viviera en la Tierra, no sería un problema para ella ser guía de lugares turísticos.

Tengo en cuenta que mi madre destacó que no me involucrara mucho en su vida, debido a que tiene otras ocupaciones por atender, y la entiendo pero... yo no le haría ningún mal, ni nada que la perjudicara. Esas ganas de querer conocerla más y ser más cercano a ella, se apoderan de mí. Dios pero ¿qué me pasa?, nunca nadie en mi vida me había llamado tanto la atención. Ella es como un libro con infinidades de páginas sin leer y sin descubrir. Se nota que no sonríe muy a menudo, es seria.

Yo daría todo por verla sonreír una vez en mi vida y si tengo suerte, que esa sonrisa sea dirigida a mí.

Conciencia no ayudas.

Conciencia no ayudas

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Hazel Swith.

Después que le expliqué a Aidan las partes más importantes del bosque eclipsenio, nos dirigimos al árbol de la vida. Me pareció un lugar bonito para que él lo retrate en su lienzo, y para mi sorpresa lo afirmó. Detrás del majestuoso árbol se encuentra un lago inmenso, además toda la zona del árbol es muy floreada. Un lugar beneficioso para los polinizadores y antófagos.

En estos momentos estoy recostada del tronco del sagrado árbol, mientras que Aidan está a unos pasos de mí, pintando el paisaje. Noto que mira a su alrededor pensativo y humedece el pincel sobre su paleta de acuarelas y comienza a dar unas cuantas pinceladas. No puedo ver el proceso de su pintura, ya que él se encuentra en frente de mí, por lo tanto solo visualizo el bastidor de madera.

Cuando me concentro en el contenido de mi libro, siento su mirada puesta en mí, me pregunto si verdaderamente ésta pintando el paisaje o mi persona. Ya debo estar alucinando.

Corazón de glaciar; un simple mortal también puede llevarte a la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora