~Capítulo XVIII: El vuelo aéreo.

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En nuestra misión abundan muchos misterios por resolver, y otros por descubrir. Uno de ellos es la posible existencia de la bisnieta de Náyade.

Nagore Flutwed.

Un nombre femenino de origen Euskera que evoca vitalidad, alegría y dinamismo. Tiene como significado "La Diosa de la Vegetación". De acuerdo a la información de la plataforma, éste ser es originario de la ciudad de Toronto, Canadá.

Nuestro siguiente punto de búsqueda.

La noche de ayer hemos reservado nuestro vuelo en Flughafen Stuttgart (STR), aeropuerto internacional de Stuttgart, Alemania. El aeropuerto está situado en el límite entre tres ciudades: Leinfelden-Echterdingen, Stuttgart y Filderstadt. Nuestro vuelo dura 14h con 55min y sale a las 11:00am del día de hoy.

Culmino de alistarme y bajo al comedor.

—Buenos días, Sarah.

—Buenos días Hazel, ¿descansaste bien? —preguntó alegremente.

—Si, pero sigo teniendo sueño, ¿y tú?.

—Bien también, recupero las energías rápido. Ven siéntate, el desayuno está servido, te haré un zumo de naranja.

—Gracias Sarah. ¿Qué has preparado? —pregunté observando el interior del plato frente a mí.

—Muesli, se trata de una mezcla de cereales, frutos secos y frutas frescas que aportan gran cantidad de energía, se acompaña con leche o yogurt, es un desayuno o merienda muy común en Alemania —aclaró.

—Tiene buen aspecto —expresé.

— Y es una explosión de sabores —añadió.

— Sin duda alguna tienes talento para la cocina —mencioné sumergiendo mi utensilio en la mezcla colorida de frutos, frutas y cereales del platillo preparado por mi mejor amiga. La combinación de los distintos condimentos es elegante a simple vista y riquísimo en nuestro paladar, podría acostumbrarme a comer Muesli es mis desayunos reales—

— ¿Te gustó? —consultó Sarah analizando cada uno de mis gestos.

—Si viene o proviene de ti me encanta. Además, no me equivoco al decirte que tienes un gran don para seguir y preparar recetas, admiro tus virtudes y capacidades gastronómicas —Sarah me sonrió al instante, satisfecha y orgullosa de su trabajo, siempre le han gustado las críticas constructivas, aunque a veces ni siquiera las requiera—

Termino mi desayuno alemán y enseguida se escuchan los pasos de Fairuz viniendo hacia nosotras. Tiene el pijama de mariquita puesto, acompañado de sus calcetines de tigre, deslumbra con su abundante cabello rojizo desordenado.

—Buen día Fairuz, ¿como dormiste? —le preguntó Sarah preocupada por su aspecto.

—Malísimo, odio levantarme temprano. Aparte, detesto las cortinas de ésta casa, son muy claritas e ingresa cualquier mínimo destello de luz —expresó malhumorada.

—Comprendo tus molestias Fay, estás acostumbrada a dormir con tus cortinas oscuras. No puedo cambiar las cortinas sin la autorización del dueño, pero si puedo tratar de alegrarte la mañana con el latte macchiato que te preparé —le expresó sutilmente Sarah invitándola a sentarse—

—Agradezco todo lo que hacés por mí Sarahita —le comentó sentándose en el comedor— El café me devolverá las energías que necesito —añadió.

Por mi parte me levanto para hacerle un moño a mi prima y evitar que sus extensos mechones de cabello interrumpan su platillo.

—Creo que no te peinaste hoy —le comenté divertida, quitando varios mechones de su frente—

Corazón de glaciar; un simple mortal también puede llevarte a la luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora