Corazón de glaciar; un simple mortal también puede llevarte a la luna.

~Capítulo XX: Secuelas destructivas.

Dedicado a Rein_LevickOak

Fairuz Russell

—«¡Hazel!» grité angustiada, acercándome en sollozos.

El temor recorría mi cuerpo, envenenaba mi serenidad.

No conseguía calmarme, logré tomar su pulso, pero no podía levantarla, mi cuerpo no respondía, colapsé al tener su sangre en mí, colapsé al verla inconsciente en la arena y con innumerables heridas.

Me derrumbé, no pude protegerla, fallé en mi promesa, sino hubiese ido a esa nefasta exploración, hubiera evitado aquella tragedia.

—¡Princesa levántese por favor! —me suplicó Círdan, necesito que se suba a su pegaso para volver al palacio, su prima necesita atención médica urgentemente, pero no volveré sin usted.

Inmediatamente el guardia se subió a su pegaso con Hazel entre sus brazos. Yo saqué fuerzas para reincorporarme y llegar a mi pegaso, seguía aterrada y en pánico.

Durante el trayecto no dejaba de pensar en aquella escena desgarradora, no dejaba de culparme por el estado de mi prima, temía lo peor.

Mis peores recuerdos se convierten en pesadillas.

No solo me perturban, me persiguen en cada una de mis misiones.

Se apoderan de mi mente y descontrolan mis emociones.

Desequilibran mi ser y desmoronan mi bienestar.

Soy estúpidamente inestable, ojalá fuera un aspecto a mejorar, pero es mi mayor debilidad.

Una capitana vulnerable, repleta de imprudencias, condenada a la culpa.

Odio derrumbarme y concederme expresar el dolor a través de sollozos, dónde mi respiración se acelera y disminuye las proporciones de oxígeno, la capacidad de respirar es limitada.

Me siento tan culpable de no haberla acompañado y haberla protegido, hubiese evitado su incidente y las complicaciones emergidas. Comparto su dolor, siento el ardor de su dolor, como me duele no haber llegado antes y evitar su destino.

—¡Fay, estoy aquí!...Vamos se que puedes escucharme, estoy contigo, sigue mi voz, abre tus ojos y me encontrarás -percibía su voz angustiada.

Estaba intentando interferir en mis pensamientos para romper la conexión de mi trauma.

—Por favor Fairuz, tienes que despertarte...no permitas que tu memoria te consuma...tienes que luchar contra ella y recuperar el control. Te necesito aquí conmigo, no puedes rendirte y menos de ésta manera. Eres más fuerte de lo que crees y de lo que demuestras sol tras luna. Sigue mi voz prima, nunca te abandonaré.

La culpabilidad es como un abismo abrumador y espinoso, mientras más profundo caes, se desbordan los espacios para nuevas espinas, marchitan los latidos y oxidan al corazón.

Las raices te comprimen hasta dejarte sin aliento, inmovilizan tu razonamiento, valor y honor.

Es un abrazo asfixiante, donde no todos los seres logran librarse.