DIRTY┃HAN JISUNG.

11

— Pensé que estabas en Londres con tu padre —Empezó a hablar la mujer aún con el vaso de whiskey en sus manos, bebiendo de este sin dejar de mirar cada facción del menor.

— ¿En Londres? ¿Con el? Mujer no me conoces —Ellos rieron, por el tono que había usado su hijo contra ella.

— ¿Donde has estado metido todo este tiempo? He estado viendo la manera en la que estás vestido e imagino que hace mucha calor afuera.

Han suspiró, mirando la manera en la que se sentía cada vez que la iba a visitar. El quería contarle sobre todo lo que había pasado esas últimas semanas pero aún no estaba lista.

— ¿Cuando saldrás de aquí? —Preguntó tratando de no sonar tan suave, tratando de ocultar que la extrañaba mucho.

— Cuando me recupere —Sonrió.

— Tienes que salir de aquí mamá, no quiero seguir estando solo allá fuera. Las veces que te dije que no quería estar solo lo decían porque de verdad te extraño.

— Lo se cariño, lo sé.

— Papá me trata como si no fuera su hijo, como si fuera una mierda de persona... la verdad no se que coño le pasa.

— Está decepcionado Han... el de verdad quería que tuvieras una familia.

— ¿Podemos no hablar de eso? Por favor, no quiero estresarme mucho menos preocuparme de un asunto que estoy seguro que no es mío.

— ¿Tu que sabes? La verdad nunca has llamado a Jissele para preguntarle como está, no te has molestado en ir a ver si aún está viva.

— Por favor mamá... es patético.

— ¿Que es patético? ¿Que te diga lo que es cierto? Eso no es patético, lo patético aquí es el hecho de que te hayas ido como un cobarde esa noche y la hayas dejado con todo ese peso encima.

— Ese no era mi asunto mamá. Era una puta... no quería involucrarme y mancharme las manos con pintura ajena.

— Han, te gusta jugar sucio y se que Dios que va a pagar con la misma moneda.

— ¿Yo? Dios no existe.

— Dios o quien sea, pero lo pagarás caro.

Flashback

— Abortarás a ese bebé —Le ordenaba mientras la llevaba a la cocina, para tomar una taza y llenarla de agua. La menor estaba aterrada por la manera en la que estaba actuando su novio, llevándola al punto de ponerse muy aterrada.

Había puesto la taza ahí para verter dos pastillas que ella desconocía pero que sabía que el haría que se lo tomara en contra de su voluntad.

La menor se había negado y con un movimiento brusco el la había tomado por su cuerpo legándole la taza en la boca haciendo que se tratara toda el agua. La chica vomitó el agua al darse cuenta lo horrible que sabía.

— ¡Que te la tomes!

— ¡¿Pero que demonios te pasa?! Es tu hija joder, como quieres hacerle algo así... eres un monstruo.

— Yo no quiero tener un bebé contigo, no quiero hacerlo... debes respetar mi maldita decisión, simplemente no quiero.

— Yo... —Intentó hablar pero la voz de le había vuelto un hilo al ver como los chorros de sangre corrían entre su entrepierna.

Han se había quedado tranquilo sabiendo que estaba pasando, sabiendo que su problema se había resuelto.

El problema es que no lo había hecho bien, ella sabía que no había manera de salvarse ella, pero si había manera de salvar al bebé, siempre y cuando se salvara ella primero.