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El instinto de preocupación la había invadido y al poder ayudarlo entrar por la ventana se veía mal, muy mal.

Su cabello estaba pegado a su frente, y por más decía que estuviera la noche su cuerpo estaba muy caliente, con sus manos sintió su frente, estaba a una temperatura que no era normal.

Las vendas de su mano estaban sucias, como si alguien lo hubiese empujado, algunas gotas de sangre salían de la misma dando señales de que se había lastimado.

Empezó ayudándolo a acostarse en su cama pero los gruñidos y quejidos de dolor empezaron a alarmar a la menor.

— Han ¿que demonios ha pasado? —Preguntó mirándolo mientras que su cara brillaba por el sudor y por la luz de la lámpara que estaba encendida.

— Estoy bien —Le dijo a pesar de que se estaba cayendo a pedazos y aunque la menor estaba viendo lo mismo que el se aseguró de que no estuviera tan preocupada.

_____ estaba dudando pero no tenía tiempo de hacerle preguntas ahora, necesitaba curar su mano y curar lo que sea que estaba molestando en su abdomen. Aún no lo había visto, pero al ver lo mojada que estaba su camisa eran señales que había perdido mucha sangre.

Se la quitó viendo la enorme herida que tenía, puso su mano en su boca al ver lo mal que se veía, estaba morada, no sabía las horas que había pasado ahí herido mientras que ella pensaba que se estaba revolcando con otra.

El necesitaba una ducha cuanto antes, necesitaba quitarse toda esa tierra de encima para que sus heridas no se infectaran más.

Sentía miedo por lo que estaba viendo ahora, era la primera vez que le pasaba esto. Le quitó sus zapatos aún sintiendo su mirada en ella, esta vez era con ganas de dormir.

— ¿Que haces? —Preguntó tosiendo, quejándose una vez más por el dolor tan grande que sentía ante la presión de la tos.

— Intento que te des una ducha —Decía quitándole esta vez su cinturón viendo como cerraba los ojos poco a poco —Por favor no te duermas.

Tosió una vez más.

— Me siento cansado.

— Es normal, perdiste mucha sangre, apuesto que no has comido nada... quiero que te levantes por favor.

Tomó una toalla limpia que estaba entre su armario, entregándosela dándole la confianza de que entrara a su baño y se duchara.

— Entra conmigo —Ordenó pero con un tono de súplica, su herida aún seguía sangrando y no sabía por qué mierda el no estaba entrando en pánico.

Ella negó pero de una buena manera ordenando a que entrara y así lo hizo. Mientras tanto se fue a la habitación de su padre buscando una bata junto con el botiquín que estaba en el baño de su madre.

Aseguró de que ahí estuviera todo lo que necesitaba, esta vez no era una simple herida de mano, estábamos hablando sobre una herida causada con intensiones de matarlo.

Entró para ver que todo estuviera bien, lo único que podía ver era su cuerpo pixelado por la puerta de cristal que estaba llena del vapor de agua caliente.

— Debes hacerlo con agua fría —Habló de la nada abriendo el grifo del lava manos escuchando como Han maldecía por lo fría que estaba.

No sabía por qué estaba actuando tan dura con el, era por el simple hecho de que estaba enojada con ella misma. Estaba pensando que era una mala persona en pensar en algo así.

Que patética se sentía.

Han salió de la ducha tomando la toalla que estaba colgada en la puerta sin importarle de que la menor lo viera desnudo. Enredó la toalla en su cintura acercándose a ella dándole un corto beso pero profundo.

Sintió como sus manos cálidas acunaron sus esponjosas mejillas para ser guiado acostarse una vez más en la cama.

Ella suspiró.

— Esto debe curarlo un médico, Han —Le decía aún abriendo el jabón que se iba a encargar de desinfectar su herida.

— Ya la tengo en frente —Decía soltando una sonrisa dándose cuenta como aguantaba las ganas de reír. Había recordado que ella quería ser médico y viendo sus habilidades sabía que sería una de las mejores.

Empezó desinsectar la zona para hacer el mismo procedimiento que había hecho con su mano la primera vez que habían hecho contacto. Luego de haber cocido estaba vendando toda la zona, haciendo que Han se subiera su cuerpo un poco cada vez que pasaba las vendas por su espalda.

Terminando al fin había hecho el mismo procedimiento con su mano mirándolo sintiendo que tenía ganas de llorar.

— Siento no contestar tus llamadas —Excusó a pesar de que el no tenía la culpa de no poder contestarlas todas.

Ella negó aún conteniendo las ganas de llorar sintiendo esa necesidad de abrazarlo tan fuerte. Las gotas de su cabello mojado le daban esa sensación de que tenía frío, el agua estaba fría y la calefacción no era suficiente.

Podía ver como la piel de su pecho se erizaba cada vez que las gotas de agua de su cabello caían sobre el. Era un poco molesto.

Tomó otra toalla acercándose a él para ponerla al rededor de su pecho, esta estaba caliente sintiendo como su cuerpo se volvía a poner normal.

— No quiero que te disculpes por eso —Contestó después de tanto tiempo que había permanecido callada — Sabes que no es tu culpa...

— Lo siento...

Sollozó.

— Han... ¿que ha pasado? ¿Quien te hizo esto? —La manera en la que se veía le daba saber que estaba asustada y preocupada en cuando la situación

— Estoy bien —Intentó no sonar duro, porque el hecho de tener a alguien preocupándose por el lo aborrecía — Por favor deja de preguntar... no es la gran cosa.

— ¿No es la gran cosa? Han... que casi te sacan los malditos órganos por un maldito descuido. ¿Como no quieres que me preocupe? Tú me llamaste, tú viniste a mi... —Suspiró —Yo pensé... pensé que te habías ido, que habías desaparecido... pensé que te había pasado algo malo maldita sea.

— Ya... —La tomó de su mano para ponerla más cerca de el, abrazándola sintiendo la cálida que se sentía.

— Pensé que... —Intentaba hablar, pero los sollozos y las ganas de querer llorar mucho mas fuerte no se lo permitía.

— Estoy bien, estoy aquí contigo y eso es lo que importa ahora —Decía con las manos en su cabello acariciando la zona en modo de consuelo.

— Por favor no vuelvas a salir solo a estas horas, es peligroso —Decía para mirarlo a los ojos, separándose de él limpiando sus lágrimas.

— Todo está bien, yo estoy bien.. —Tomó sus manos acariciándolas, sintiendo lo suaves que se sentían —Estoy acostumbrado a estas cosas.

_____ sabía que decía la verdad, pero no pensó que su vida sería una de esas que tenías que observar quienes están caminando a tus espaldas.

Era peligroso más para ella, Han sabía que si la gente con la que el tenía tragos se entera se que ella era su chica iban a hacer lo que fuera para lastimarla.

Me gusta jugar sucio... y me atrevería a jugar de la manera más asquerosa solo para protegerla.
Pensó mientras acariciaba sus muslos quien estaban encima de sus piernas descubiertos por sus shorts, aún pensando en si seguir con ella o cortarlo justo ahí.

DIRTY┃HAN JISUNG. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora