El frío se filtra por todos lados, haciendo imposible permanecer en la calle durante más de una hora. Se nota que la Navidad se acerca rápidamente.
Me abrazo con fuerza, tratando de mantenerme cálida mientras navego a través de la enorme multitud reunida frente al juzgado penal.
—¡Libertad para Marco! —gritan un grupo de mujeres sosteniendo pancartas y exigiendo la liberación de quien ha estado en las noticias durante toda una semana, detenido y a punto de ser juzgado como el presunto asesino de Samantha Hidalgo, su novia.
Veo a Raúl apartado del tumulto mientras fuma, frunciendo el ceño mientras observa a la multitud.
Además de los medios de todas las cadenas y el grupo de fans de Marco Renaldi, también hay otro grupo que grita y corea las palabras: "¡Asesino!" y "¡Justicia para Samantha!"
—¿Qué estamos haciendo aquí? —pregunto cuando llego a su lado.
Él tira la colilla de su cigarrillo al suelo y me pasa un vaso de cartón caliente; por el aroma, sé que es café.
—Negro como tu alma —bromea con una sonrisa mientras comenzamos a caminar hacia el interior. —Hoy asistiremos al juicio de Marco Renaldi, el presunto asesino de su novia —me dice, mostrando su acreditación de prensa al guardia de seguridad.
—No sabía que Signalnews tenía acceso aquí —respondo, mencionando el medio de comunicación para el que trabajamos, mientras corro para ponerme a su altura después de mostrar mi acreditación al guardia de seguridad.
A pesar de la amplitud de los juzgados, el calor se hace presente una vez dentro, creando un fuerte contraste con el clima exterior.
—Pues sí —murmura Raúl. —Pero el juicio de hoy no es particularmente interesante. Solo se decidirá si le otorgan prisión preventiva o lo liberan bajo fianza hasta el juicio oral —explica mientras me guía por los pasillos.
—No deberían liberarlo —respondo antes de dar un sorbo a mi amarga y deliciosa bebida. —Tiene dinero, seguramente escapará —añado. Raúl me dedica una sonrisa por encima del hombro.
—¿Y qué pasa con la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario? —pregunta interesado. Me encojo de hombros. —De hecho, no está claro que haya sido él —dice, deteniéndose frente a unas puertas abiertas que revelan una sala que se está llenando de gente. —Solo tienen una prueba circunstancial —me explica. Le doy otro sorbo a mi café mientras pienso en una respuesta, pero finalmente me callo. No soy yo quien debe demostrar su culpabilidad, soy solo una periodista; la justicia es la encargada de demostrar si es culpable o no.
Entramos a la sala, y no me sorprende ver que está llena. Es un caso muy mediático.
Samantha estuvo desaparecida durante dos semanas, y todo el pueblo se volcó en la búsqueda y las batidas, hasta que encontraron su cuerpo cerca de la riera del bosque que limita con la localidad.
Entonces comenzó una larga y exhaustiva investigación, y el único sospechoso y detenido en el caso fue su novio, Marco Renaldi, la última persona que la vio con vida.
Fue arrestado solo con una prueba circunstancial en su contra: el día en que ocurrió el asesinato, el teléfono móvil de Renaldi se conectó al repetidor de la zona donde encontraron el cuerpo.
Me siento en la tercera fila, justo detrás de donde se sentará el acusado. A mi alrededor hay varias cadenas que también han logrado entrar, así como varias mujeres que, aprovechando que la máxima autoridad de la sala aún no ha llegado, corean "¡Libertad para Marco!".
Observo cómo en el otro lado de la sala, donde se sientan los familiares de la víctima, varias personas lanzan miradas de desprecio a aquellos que apoyan a Renaldi.
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Inocente
Mistero / ThrillerNina, una periodista intrépida, se adentra en el misterioso caso de Marco Renaldi, el principal sospechoso en el asesinato de Samantha Hidalgo. Lo que descubre la hará dudar de todo lo que creía saber. En su búsqueda de la verdad, Nina se ve atrapad...