Quiero Amarte#3 Trilogía EDL

Capítulo 6 Jayson

–No sé cómo pude estar con ella tanto tiempo – escuché decir a Colin por décima vez en menos de diez jodidos minutos.

Hacía dos putas noches que habían vuelto a coincidir. La noche después del cumpleaños de Arthur, Kat organizó para que cenáramos todos juntos, eso nos incluía a Evan, Kiara, Colin, ella y yo. Durante media hora lograron comportarse como dos jodidos adultos, pero un comentario irónico de Kat hizo que Colin respondiera con una burla, y aquello desató una puta guerra que ya no se paró en toda la noche. Ataques, reproches, risas fingidas todo un jodido repertorio que demostraba lo mal que llevaban la ruptura, y lo poco que habían superado el estar separados.

La magnífica velada, pensé blanqueando los ojos, acabó cuando mi prima se levantó de la mesa de malos modos, y se largó del restaurante. Colin la siguió, discutieron en la puerta unos minutos, y luego cada uno se fue por su lado. El día siguiente mi amigo se lo pasó tirado en la cama sin ganas de hacer nada, por lo que Evan y yo habíamos hecho de buenos amigos y lo habíamos arrastrado de fiesta, está vez los tres solos.

No había servido de mucho porque aunque mientras estuvimos por ahí había logrado distraerse, ahora al volver a casa completamente borracho Colin no hacía más que balbucear cosas sobre Kat.

–Joder, Jay, dile que se calle no aguanto más – se quejó Evan tapándose la cara con un cojín.

–Venga, tío, vamos a la cama – me dirigí a Colin – Y tú muévete y ayúdame, no puedo solo con él. Pesa como un puto muerto – pedí a Evan mientras tiraba de los brazos de Colin para levantarlo.

– ¡Tío, joder, ayuda un poco! – exclamó hacia Colin cogiéndolo desde el otro lado mientras esté dejaba caer todo su peso sobre nosotros.

Entre los dos lo llevamos como pudimos hasta su jodida cama y lo dejamos caer sobre ella. Era mejor eso que dejarlo dormir en el sofá.

– ¿Cuánto más crees que va a tardar en superar a Kat? – me preguntó Evan observándole desde la puerta.

–Ni puta idea. Necesitará más tiempo, pero todo se supera – solté, y sentí la mirada de Evan ahora sobre mí.

–Si tú lo dices – respondió palmeándome la espalda. Sabía que no me creía ni una puta palabra – Me voy a casa. Mañana hablamos.

Asentí a sus palabras, chocamos las manos y cuando Evan se fue dejándome solo con un Colin prácticamente inconsciente, y lo que era peor con mis propios pensamientos, me fui a la habitación de invitados de mi amigo donde estos días me estaba quedando.

Estar en Boston me revolvía por dentro como un puto huracán. Y lo que pasaba entre mi prima y Colin no ayudaba a que cierta persona no viniera constantemente a mí jodida cabeza. Recordar su relación, lo que había vivido junto a ellos en la universidad... Jamie también estaba allí, y, joder, como me jodía tan solo pensar su nombre.

Me cabreé conmigo mismo por permitir que aquella persona ocupara mi mente, y tumbado en la cama me obligué a cerrar los ojos y dormir. En momentos así me gustaría no ser un deportista de élite para poder emborracharme como mi amigo hasta perder el conocimiento.

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–Está muerta, Jayson. Jamie está muestra y es por tu culpa.

Estaba en un pasillo de hospital, y de repente toda la gente se había girado hacia mí y habían empezado a correar esas palabras como si fuera un cántico de los que se cantaban en los estadios de fútbol. Todos a la vez, cada vez más alto. Necesitaba salir de ese puto sitio, y corrí buscando una salida.

–Joder – me quejé al encontrarme con una puerta cerrada. Retomé mi camino mientras escuchaba las mismas voces cada vez más cerca. Jamie no podía estar muerta. No podía hacerme esto. Yo la quería.