Capítulo 24 Jayson

521 38 23
                                    

Abrí los ojos algo desorientado, con un peso encima de mi pecho y tratando de entender qué era lo que mis brazos rodeaban con tanta fuerza. Y es que lo que tenía justo encima de mi pecho era una cabeza: Jamie. Su pelo me hacía leves cosquillas en la barbilla, y una sonrisa tonta se extendió por mi jodida cara. Ayer cuando bromeé sobre que la noche acabara así no había sido más que eso una jodida broma, pero, joder, me alegraba haber acertado en mi pronóstico. Esta sensación de calma al despertarme hacía mucho tiempo que no la tenía. Y es que esta noche no había tenido ni una puta pesadilla, ni siquiera la jodida sensación de haber dormido mal como me pasaba todas las putas noches que lograba conciliar el sueño sin que momentos jodidamente horribles me despertaran. Y podía haberme mentido a mi mismo, pensar que era una jodida casualidad, pero estaba seguro de que esto solo se debía al haber dormido con Jamie. Era como si mi jodido cuerpo hubiera sentido mientras dormía que ella estaba a mi lado y nada jodidamente malo podía pasar, su respiración suave sobre mí me lo confirmó.

Por la ventana de la habitación se empezaba a colar algo de claridad de la mañana por lo que aproveché para memorizar este momento. Retiré con cuidado el pelo que tenía sobre la cara, y me dediqué durante unos minutos a simplemente observar a Jamie. No tenía ni puta idea de que estábamos haciendo, pero no podía negar que me gustaba. Joder, la emoción que vibraba en mi cuerpo cada vez que empezábamos uno de nuestros juegos, ese jodido tira y afloja, esos piques que solo tenía con Jamie; y me ponía tantisímo. Tanto como recordar lo que había pasado hacía unas horas en su sofá. No me imaginaba que venir a enfrentarla acabaría en eso, pero lo que me sorprendió más es que Jamie hubiera tenido las jodidas narices de decirme lo que sentía. Me había impresionado de cojones, en un pasado siempre había escondido sus sentimientos, si no estaba segura de lo que podía ocasionar por miedo a sufrir, y ayer lo había enfrentado sin estar segura de cuál podía ser mi respuesta. El último jodido contacto sexual que habíamos tenido había sido antes de enterarme de mi paternidad, así que lo lógico hubiera sido pensar en mi rechazo, y aun así había sido sincera. Y aquello, no solo porque era jodidamente mutuo, siempre había sabido que una parte de mis sentimientos siempre serían pertenecerían a Jamie, me volvió muy loco. La Jamie del pasado era la que me había enamorado, pero ésta, más madura, pero con la misma esencia estaba trastocando cada uno de mis jodidos planes.

Puede que si Jamie no hubiera dicho jodidamente nada yo tampoco hubiera revelado mis sentimientos. Tenía la sensación de que era el único que una y otra vez volvía a caer, y la mentira sobre Hope todavía estaba muy reciente, me jodía como un puto demonio pensar en ello. Pero estando juntos todo el jodido rencor y dolor desaparecía, y sí, había tension sexual entre nosotros, en ese aspetco nunca habíamos tenido ningún problema, puede que la primera vez en la discoteca fuera solo eso, pero en mi gimnasio y el beso de ayer... hasta un ciego se podría dar cuenta de que había más que eso. Al jodido sexo te puedes resistir, pero si a eso le sumas el puto amor estás jodiamente perdido, como lo estaba yo, pensé acariciando con un dedo el rostro de Jamie. Como me había tenido que resistir ayer para no volverla a besar cuando nos quedamos solos, y entre piques y bromas se empezó a reír a carcajadas. No sabía dónde nos llevaría todo esto, pero estaba deseando averiguarlo, aunque tampoco planeaba forzar nada. Para mí era difícil de explicar, pero mientras una parte de mí se dejaba llevar, la otra tiraba con fuerza hacia atrás con recuerdos de mierda del pasado y otros demasiado recientes todavía.

-Jamie, despierta - hablé acariciando con delicadeza su pelo. Ni se movió - Enana, va a sonar el despertador en cinco minutos.

Sabía lo que Jamie odiaba madrugar, y más si era con el sonido de la alarma. Cuando estábamos juntos siempre me pedía que fuera yo quien la despertara. Se movió murmurando algo inteligible, y se aferró más a mí apretando la pierna que tenía sobre mi cadera.

Quiero Amarte#3 Trilogía EDLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora