Quiero Amarte#3 Trilogía EDL

Capítulo 13 Jamie

–Me tengo que ir, Derek – me retorcí entre risas en sus brazos. Estábamos desnudos en la cama de su habitación de hotel. Al final Alex tenía razón, ese mismo día Derek me escribió para decirme que vendría en dos días. Había llegado ayer por la tarde, se había pasado por nuestro apartamento para vernos, Hope se llevaba genial con él, aunque por supuesto para ella no era más que un amigo de mamá. Nunca me permitiría confundirla, y que creyera algo que no era, sobre todo porque Derek y yo no éramos pareja.

Por esa misma razón marcábamos unos límites, como no dormir juntos en la casa donde estaba Hope. Me invitó a desayunar en su hotel después de dejarla en el colegio, y habíamos acabado en su cama, pero haciendo algo muy diferente a tomar el desayuno.

–Un rato más. Estamos muy a gusto – comentó dejando besos por mi cuello – Te he echado tanto de menos – murmuró. Yo también lo había echado de menos, aunque no lo dije. Me había vuelto mucho más callada con mis sentimientos en estos años. Tenía un miedo atroz a volver a sufrir o hacerle a alguien daño. Y no quería que Derek malinterpretara lo que sentía, lo quería muchísimo y era muy importante para mí, pero no lo veía como mi novio.

–Tenemos que ir a trabajar – me revolví quedando encima de él – Y tú eres el jefe estaría muy feo que llegaras tarde, y mucho más que lo hiciera yo – me reí.

–Si soy el jefe puedo llegar cuando quiera, pero tienes razón no quiero que tus compañeros piensen que no eres una trabajadora increíble porque lo eres – me sonrió y no me resistí a inclinarme y besar sus labios.

Era tan encantador y tan tierno. Siempre me hacía sentir especial y orgullosa de quién era.

Me levanté de la cama enrollada en una sábana, y me acerqué hasta la puerta del baño. Sabía sin darme la vuelta para comprobarlo que los ojos de Derek estaban fijos en mí.

–Entro yo primero – sonreí coqueta girándome hacia él, apoyándome en el marco de la puerta – Si entramos juntos no saldremos nunca.

Derek se carcajeó y yo cerré la puerta del baño antes de meterme en la ducha. Las mejores ideas siempre me venían en estos momentos, pero también pensamientos no tan agradables. Y mi mente esta vez, como cada poco tiempo me pasaba después de saber lo que le había pasado, voló hasta Jayson. Y no pude evitar pensar en cómo hubiera reaccionado Jay en esta situación. Dudaba mucho de que me hubiera hecho caso tan tranquilo, seguro que me hubiera costado bastante más levantarme de la cama y apostaba mis dos manos a que se hubiera colado en el baño en cuanto me despistara. Me llevé las manos a los labios, y todas las sensaciones de la última vez que estuvimos juntos recorrieron mi cuerpo.

La magia desapareció en cuanto me di cuenta de lo que estaba haciendo. Me enfadé con él, primero, y conmigo misma después. Vamos, Jamie, me dije, no es normal que te acabes de acostar con Derek y estés pensado en Jayson, me regañé mentalmente. ¡Qué débil era!

– ¿Jamie, cuánto te queda? – escuché la voz de Derek después de un par de golpes en la puerta.

–Ya salgo. Dos minutos – reaccioné nerviosa aclarándome el jabón del cuerpo. Tenía que dejar de pensar en Jay, pero ya.

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Derek y yo no llegamos juntos a la discográfica, yo acabé primero de prepararme y preferí irme antes. Para algunos de nuestros compañeros sobre todo en Los Ángeles no era un secreto que entre él y yo había algo, pero aquí en Boston era todo diferente. Muchos apenas me estaban empezando a conocer, y aunque no debería preocuparme por lo que pudieran o no pensar no quería que creyeran que había llegado hasta aquí por lo que hiciera en la intimidad con el jefe.