5. A manos del destino

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Me abrocho el vestido y me sonrío frente el espejo. Llevo un vestido halter blanco estrecho y atado al cuello. El pelo lo tengo recogido en mi moño de normal, y voy maquillada bastante, pero de forma elegante. De calzado, he escogido unas plataformas plateadas con pedrería. Bea va con una mini falda verde esmeralda de terciopelo y un top a conjunto, con el pelo recogido en una coleta alta. Carlos va con una camisa negra desabotonada y unos vaqueros color arena. Vamos en taxi hasta el Dolce Vita, donde nos esperan. Bella va con un vestido rojo de gasa suelto, y su melenita rubia perfectamente planchada. Al contrario, Vera lleva una coleta alborotada, y un top satén negro con unos vaqueros desgastados. Toni a su lado, va con una camisa burdeos y unos vaqueros negros. Nos acercamos y nos saludamos. Cada uno se presenta, y cuando terminan, entramos aplaudiendo al interior del garito de noche. 'Dancing Queen' de ABBA suena a todo volumen, y la gente baila en la pista. Carlos y Bea se giran para mirarme, ya que Mamma Mia es mi peli favorita. Empiezo a cantar y bailar, y mis amigos me siguen. Vera y Bella tiran de Toni, quien se une también. Los seis hacemos un corro y bailamos. Un camarero nos da a cada uno una copa, y nos sirve vino blanco. El repertorio sigue sonando, y nosotros bailamos y bebemos como locos.

-¿Vienes a fuera un segundo?- me dice Toni. Asiento y lo sigo a fuera. Saca un paquete de tabaco y me ofrece. Niego con la cabeza y se enciende el suyo.- Te fuiste sin decir nada, eh.

- Tenía que rehacer mi vida urgentemente, necesitaba ser yo misma.- digo sentándome en el capó de un coche.

- ¿Y lo has conseguido?

- Bueno... Trabajo de secretaria en una empresa, vivo en piso compartido... La verdad que no me lo planteaba así.- hago una mueca de fastidio y miro al suelo.

- ¿La antigua jefa de Fernández&Co de secretaria?- asiento y fruñe el ceño.- No deberías estar ahí con el expediente que tienes.

- No había otra cosa.- veo como tira su colilla y bebe de su copa.- En Madrid la cosa está muy dura, al igual que los alquileres.

- ¿Por qué no vuelves a venirte aquí?- se acerca más a mi, y se apoya en el coche.- Podrías trabajar en la empresa de algo que no fuera secretaria, estarías mejor pagada, y que mejor que Roma.

- Muchas gracias Toni, pero me fui de Roma para rehacer mi vida. No quería depender de mis padres, con lo que no podría trabajar en la empresa.- me bajo del coche y me pliso un poco el vestido.

- También huías de alguien, ¿no?- lo miro y veo como sus dos ojos centellean.- Escuché a Bella y Vera en la sala de descanso hablar algo sobre tú y Dan.

- Nos separamos porque era lo mejor para los dos. Él iba a empezar su carrera musical, y yo quería cambiar mi vida por así decirlo.

- ¿Y lo sigues queriendo?- se cruza de brazos y me mira. Tartamudeo un poco, hasta poder hablar.

- Yo...- y como si mis amigos hubieran escuchado mis gritos mentales de auxilio, salen agarrados.

- Marlena, vámonos que estoy cansada y borracha.- interrumpe Bea.

- Además mañana es día de playa, y hay que estar preparados.- le sigue Carlos despecherado.

Me despido de Vera y Bella, y prometemos mantenernos en contacto. Toni me abraza y con la mirada me quiso decir algo, pero se la desvié. Carlos, Bea y yo, tiramos calle abajo, agarrados del brazo (como las típicas viejecillas de tu pueblo) hablando y riéndonos. Pasamos por un portal, y me quedo quieta al ver que era el de mi casa. Miro el balcón y sonrío. Me viene a la mente las mañanas que me tomaba mis cafés en la barandilla apoyada, o cuando hablaba por teléfono, o cuando imite a Julieta con Dan...La primera vez que me asomé y no estaba cuando me acompañó, bajar por el portal y verlo apoyado en la farola con su cigarrillo... Cuando tocó la puerta empapado y me dio el primer beso...

Lo que nos devolvió el mar. (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora