25. ¿Qué he hecho?

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Me despierto con las sábanas revueltas y un dolor de cabeza impresionante. Miro el lado vacío de mi cama y veo que hay ha estado alguien. Hago memoria y recuerdo haberlo hecho anoche con Toni. Me cojo un moño alto y saco una de mis camisetas XXL de Kiss y bajo a la cocina. En la isla de la cocina, Toni lee el periódico, mientras que en frente de él hay un vaso de zumo de pomelo con una tostada de huevo, aguacate y pimienta.

-Anda ya te has despertado.- dice al darse cuenta de mi presencia.- Su desayuno.

-Gracias.- digo sentándome en la banqueta. Él se acerca y me planta un corto beso en los labios, para luego marcharse al baño. Me rasco la cabeza y pienso. ¿Estábamos saliendo? Devoro el desayuno entero y voy en busca suya. Lo encuentro en mi cuarto haciéndome la cama. ¿Qué?

-¿Estaba bueno el desayuno?- me dice colocando los últimos cojines.

-¿Estamos saliendo?- le suelto de repente. Él me mira por un segundo con la ceja arqueada y sonríe.

-Yo creo que sí.- asiento levemente y él se acerca a mí.- ¿Tú quieres no?

-Yo, sí.- digo sonriendo (un poco forzada). Toni me abraza y planta un beso en mi cabeza. Recojo mi ropa que tiramos anoche por los suelos y la cuelgo en el armario. Me pongo una sudadera ancha con unas mallas y me maquillo lo justo. Toni apoyado en el marco de la puerta me mira con una sonrisa.

-Eres preciosa, ¿lo sabías?- le sonrío y lo esquivo hacía el baño para maquillarme lo más sencilla posible. Le envío un audio a Bella para ver si podemos quedar, y me contesta al segundo diciendo que vaya a su casa.

-Toni, voy a casa de Bella vuelvo para la hora de comer.- le grito desde el hall.

-Vale, pásatelo bien.- me contesta.

Salgo por la puerta y hecho a andar hasta la casa de Bella. Al cabo de los 15 minutos, me paro en una casa enorme de elegante fachada, con un tobogán y columpios en el jardín delantero. Cuando llamo al timbre, Bella ataviada con un chándal rosa palo me sonríe.

-Hola bombón.- me dice abrazándome.

-Perdón por molestarte pero necesito hablar con alguien.

-Pues adelante, soy toda oídos.- dice abriéndome la puerta de su casa. Nos sentamos en el amplio salón y nos miramos. Elías entra con Asia en brazos y nos saluda.

-Hola Asia, que guapa estás...- digo cogiendo a la pequeña. Asia nació justo a los meses de que yo me fuera de Roma. Tienes los ojos verdes como su madre, y el pelo color azabache como su padre. Va con su melenita en una felpa morada y un chándal del mismo color. Me sonríe y corre hasta su madre.

-¿Quieres algo de tomar?- me pregunta Elías.

-No, muchas gracias.- le digo con una sonrisa. Elías y Asia se marcharon a dar un paseo, y nos quedamos las dos solas.

-Bueno, ¿qué me tienes que contar?

-Estoy saliendo con Toni.- Bella que estaba llevándose la taza de té a los labios, se queda a medio camino.

-Me sorprende pero a la vez no. Toni siempre ha estado enamorado de ti. Cuando nos preguntó que donde estabas y le dijimos que te habías ido a España de nuevo, juro que casi se desmaya.- ríe Bella.

-Pero Vera entonces...

-Tranquila, creo que no le importa mucho...- me dice dejando su taza sobre la mesita.- Nunca ha querido a Toni, yo le obligué a que esa noche fueran los dos de pareja. A pesar de que ella me dijera que no era su tipo, aceptó. No sé porque siempre que voy con Elías o digo de él algo me pone mala cara...

-¿Ayer hablasteis antes de que se fuera?- le pregunto cayendo un poco en el asunto.

-Sí. Le dije que lo mismo Elías y yo volvemos a casarnos, ya que nunca llegamos a celebrarlo, y que os íbamos a invitar. Ella soltó una grosería y me dijo que no iba.- se encoge de hombros y bebe de su taza.- Creo que son celos...

-No.- le interrumpo. Bella me mira confusa y me levanto del sofá.- Bella me voy a hablar con ella, muchas gracias por invitarme. – digo saliendo por la puerta corriendo.

-Dile que me desbloqueé del WhatsApp por favor.- dice cuando ya estaba corriendo calle arriba.

Cuando llegué a mi casa, entré en el garaje y cogí la moto de mi hermano Samuel. Nada más ponerme el casco y rezar 5 padres nuestros (llevo sin coger una moto desde los 17 años, ¿vale? No me quiero morir) salí a la carretera en busca de Vera. La primera parada fue su casa, que aporreé y grité pero nadie contestó. Luego fui al Dolce Vita y allí le pregunté a los camareros y camareras por ella. Todos decían que no tenían idea, hasta que una me lo dijo.

-Creo que ayer fueron al pub del callejón, ella y Abril.- se lo agradecí y después de las indicaciones de la muchacha, me dirigí hasta allí. Aparqué y me adentré en el callejón. Botellas de licor en añicos, litronas vacías, agujas...Son objetos que estaban a la vista. Una pequeña puerta de latón negra, indica la entrada al pub. Al asomarme, unas leds rosas chillón ciegan mi vista. Es una pequeña sala con una barra de bebidas, y unos sillones y mesas, pero a pesar está abarrotado de gente. Me adentro intentando identificar a Vera, pero solo veo a gente bailando al ritmo de Rihanna y Drake con 'Work', otros tirados en el suelo con vasos de alcohol en mano y hasta algunos metiéndose rayas de coca... Me agarro el pecho e intento ir lo más rápido posible. De repente, una tía vestida con un top de látex rojo y una minifalda del mismo color, me agarra del brazo violentamente.

-¿Qué haces aquí? ¿No serás una de esas policías que entran así por qué sí?- niego con la cabeza y con las palabras atragantadas en la garganta.- Entonces que quieres, ¿eh? Las rayas son en aquella sala, el sexo en la del medio y en la última prostíbulo.

-Vale gracias.- me libro de su agarre y huyo entre la gente.

Sigo intentando buscar a Vera, cuando veo a alguien conocido en el sillón. Enfoco bien la vista y veo a Dan con varias jeringuillas pinchadas en los brazos. Una náusea me apodera el estómago, y hace que me cubra la boca. Como si percatara mi presencia, sus dos ojos que estaban plasmados en el suelo, sube y se topan con los míos. Los suyos están inyectados en sangre, y perdidos. El pelo lo tiene revuelto, y parece inerte allí tirado en aquel sillón. Doy unos pasos atrás, y choco con alguien. Me giro asustada, y veo los ojos enrojecidos de Vera. Se ha cortado el pelo y va con un vestido de cuero corto. Le aparto de un manotazo y salgo por la puerta corriendo. Voy a montarme en la moto, pero antes me sujeto la frente y vomito.

-¡Marlena! ¿Estás bien?- dice una voz a mi lado. Unas manos sujetan mi frente y me acaricia la espalda. Cuando termino y veo su cara, veo a Vera preocupada.- ¿Qué hacías ahí?

-Yo estaba buscándote a ti.- le digo limpiándome la boca con el dorso de la mano.

-¿Por qué?- me pregunta cruzándose de brazos.

-Porque sé el motivo por el que te enfadas.- ella me mira con las cejas arqueadas y luego al suelo.- Vera, ¿por qué no se lo dices?

-Y tú, ¿por qué no le dices a Toni que no le quieres a él?- escupe. Le miro y exhalo lentamente.- Marlena no es tan fácil como crees.

-Pero esta vida no es buena para ti Vera.- ella niega con la cabeza y mira al callejón.

-En ambas me hago daño a mí misma Marlena...- admite. Me da un beso y vuelve a adentrarse al callejón. Me agarro el puente de la nariz y exhalo. Me coloco el casco y quito la pata de la moto para montarme en ella. Arranco un poco y me coloco en mitad del callejón. Veo salir a un Dan tambaleándose e intentado llamarme.

-Mar...Marlena... ¿Eres tú?- y nuestras miradas se cruzaron. La suya estaba vacía. Ese marrón café que tenía vida propia, se había tornado en negro bañado en un mar rojo y vacío. Contuve el sollozo y arranqué alejándome del callejón. Lo oí gritar, pero iba muy colocado y borracho. Cuando llegué a mi casa y aparqué la moto, no tenía fuerzas. Vera, Dan, lo mío con Toni... Me estaba superando todo esto. Al entrar a casa, Toni estaba tumbado en el sofá leyendo un libro. Al escuchar la puerta, su mirada se destapa por encima del libro y encuentra la mía temblorosa. Corro hasta él y me acurruca a su lado.

Lo que nos devolvió el mar. (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora