Me despierto con las sábanas revueltas y un dolor de cabeza impresionante. Miro el lado vacío de mi cama y veo que hay ha estado alguien. Hago memoria y recuerdo haberlo hecho anoche con Toni. Me cojo un moño alto y saco una de mis camisetas XXL de Kiss y bajo a la cocina. En la isla de la cocina, Toni lee el periódico, mientras que en frente de él hay un vaso de zumo de pomelo con una tostada de huevo, aguacate y pimienta.
-Anda ya te has despertado.- dice al darse cuenta de mi presencia.- Su desayuno.
-Gracias.- digo sentándome en la banqueta. Él se acerca y me planta un corto beso en los labios, para luego marcharse al baño. Me rasco la cabeza y pienso. ¿Estábamos saliendo? Devoro el desayuno entero y voy en busca suya. Lo encuentro en mi cuarto haciéndome la cama. ¿Qué?
-¿Estaba bueno el desayuno?- me dice colocando los últimos cojines.
-¿Estamos saliendo?- le suelto de repente. Él me mira por un segundo con la ceja arqueada y sonríe.
-Yo creo que sí.- asiento levemente y él se acerca a mí.- ¿Tú quieres no?
-Yo, sí.- digo sonriendo (un poco forzada). Toni me abraza y planta un beso en mi cabeza. Recojo mi ropa que tiramos anoche por los suelos y la cuelgo en el armario. Me pongo una sudadera ancha con unas mallas y me maquillo lo justo. Toni apoyado en el marco de la puerta me mira con una sonrisa.
-Eres preciosa, ¿lo sabías?- le sonrío y lo esquivo hacía el baño para maquillarme lo más sencilla posible. Le envío un audio a Bella para ver si podemos quedar, y me contesta al segundo diciendo que vaya a su casa.
-Toni, voy a casa de Bella vuelvo para la hora de comer.- le grito desde el hall.
-Vale, pásatelo bien.- me contesta.
Salgo por la puerta y hecho a andar hasta la casa de Bella. Al cabo de los 15 minutos, me paro en una casa enorme de elegante fachada, con un tobogán y columpios en el jardín delantero. Cuando llamo al timbre, Bella ataviada con un chándal rosa palo me sonríe.
-Hola bombón.- me dice abrazándome.
-Perdón por molestarte pero necesito hablar con alguien.
-Pues adelante, soy toda oídos.- dice abriéndome la puerta de su casa. Nos sentamos en el amplio salón y nos miramos. Elías entra con Asia en brazos y nos saluda.
-Hola Asia, que guapa estás...- digo cogiendo a la pequeña. Asia nació justo a los meses de que yo me fuera de Roma. Tienes los ojos verdes como su madre, y el pelo color azabache como su padre. Va con su melenita en una felpa morada y un chándal del mismo color. Me sonríe y corre hasta su madre.
-¿Quieres algo de tomar?- me pregunta Elías.
-No, muchas gracias.- le digo con una sonrisa. Elías y Asia se marcharon a dar un paseo, y nos quedamos las dos solas.
-Bueno, ¿qué me tienes que contar?
-Estoy saliendo con Toni.- Bella que estaba llevándose la taza de té a los labios, se queda a medio camino.
-Me sorprende pero a la vez no. Toni siempre ha estado enamorado de ti. Cuando nos preguntó que donde estabas y le dijimos que te habías ido a España de nuevo, juro que casi se desmaya.- ríe Bella.
-Pero Vera entonces...
-Tranquila, creo que no le importa mucho...- me dice dejando su taza sobre la mesita.- Nunca ha querido a Toni, yo le obligué a que esa noche fueran los dos de pareja. A pesar de que ella me dijera que no era su tipo, aceptó. No sé porque siempre que voy con Elías o digo de él algo me pone mala cara...
-¿Ayer hablasteis antes de que se fuera?- le pregunto cayendo un poco en el asunto.
-Sí. Le dije que lo mismo Elías y yo volvemos a casarnos, ya que nunca llegamos a celebrarlo, y que os íbamos a invitar. Ella soltó una grosería y me dijo que no iba.- se encoge de hombros y bebe de su taza.- Creo que son celos...
-No.- le interrumpo. Bella me mira confusa y me levanto del sofá.- Bella me voy a hablar con ella, muchas gracias por invitarme. – digo saliendo por la puerta corriendo.
-Dile que me desbloqueé del WhatsApp por favor.- dice cuando ya estaba corriendo calle arriba.
Cuando llegué a mi casa, entré en el garaje y cogí la moto de mi hermano Samuel. Nada más ponerme el casco y rezar 5 padres nuestros (llevo sin coger una moto desde los 17 años, ¿vale? No me quiero morir) salí a la carretera en busca de Vera. La primera parada fue su casa, que aporreé y grité pero nadie contestó. Luego fui al Dolce Vita y allí le pregunté a los camareros y camareras por ella. Todos decían que no tenían idea, hasta que una me lo dijo.
-Creo que ayer fueron al pub del callejón, ella y Abril.- se lo agradecí y después de las indicaciones de la muchacha, me dirigí hasta allí. Aparqué y me adentré en el callejón. Botellas de licor en añicos, litronas vacías, agujas...Son objetos que estaban a la vista. Una pequeña puerta de latón negra, indica la entrada al pub. Al asomarme, unas leds rosas chillón ciegan mi vista. Es una pequeña sala con una barra de bebidas, y unos sillones y mesas, pero a pesar está abarrotado de gente. Me adentro intentando identificar a Vera, pero solo veo a gente bailando al ritmo de Rihanna y Drake con 'Work', otros tirados en el suelo con vasos de alcohol en mano y hasta algunos metiéndose rayas de coca... Me agarro el pecho e intento ir lo más rápido posible. De repente, una tía vestida con un top de látex rojo y una minifalda del mismo color, me agarra del brazo violentamente.
-¿Qué haces aquí? ¿No serás una de esas policías que entran así por qué sí?- niego con la cabeza y con las palabras atragantadas en la garganta.- Entonces que quieres, ¿eh? Las rayas son en aquella sala, el sexo en la del medio y en la última prostíbulo.
-Vale gracias.- me libro de su agarre y huyo entre la gente.
Sigo intentando buscar a Vera, cuando veo a alguien conocido en el sillón. Enfoco bien la vista y veo a Dan con varias jeringuillas pinchadas en los brazos. Una náusea me apodera el estómago, y hace que me cubra la boca. Como si percatara mi presencia, sus dos ojos que estaban plasmados en el suelo, sube y se topan con los míos. Los suyos están inyectados en sangre, y perdidos. El pelo lo tiene revuelto, y parece inerte allí tirado en aquel sillón. Doy unos pasos atrás, y choco con alguien. Me giro asustada, y veo los ojos enrojecidos de Vera. Se ha cortado el pelo y va con un vestido de cuero corto. Le aparto de un manotazo y salgo por la puerta corriendo. Voy a montarme en la moto, pero antes me sujeto la frente y vomito.
-¡Marlena! ¿Estás bien?- dice una voz a mi lado. Unas manos sujetan mi frente y me acaricia la espalda. Cuando termino y veo su cara, veo a Vera preocupada.- ¿Qué hacías ahí?
-Yo estaba buscándote a ti.- le digo limpiándome la boca con el dorso de la mano.
-¿Por qué?- me pregunta cruzándose de brazos.
-Porque sé el motivo por el que te enfadas.- ella me mira con las cejas arqueadas y luego al suelo.- Vera, ¿por qué no se lo dices?
-Y tú, ¿por qué no le dices a Toni que no le quieres a él?- escupe. Le miro y exhalo lentamente.- Marlena no es tan fácil como crees.
-Pero esta vida no es buena para ti Vera.- ella niega con la cabeza y mira al callejón.
-En ambas me hago daño a mí misma Marlena...- admite. Me da un beso y vuelve a adentrarse al callejón. Me agarro el puente de la nariz y exhalo. Me coloco el casco y quito la pata de la moto para montarme en ella. Arranco un poco y me coloco en mitad del callejón. Veo salir a un Dan tambaleándose e intentado llamarme.
-Mar...Marlena... ¿Eres tú?- y nuestras miradas se cruzaron. La suya estaba vacía. Ese marrón café que tenía vida propia, se había tornado en negro bañado en un mar rojo y vacío. Contuve el sollozo y arranqué alejándome del callejón. Lo oí gritar, pero iba muy colocado y borracho. Cuando llegué a mi casa y aparqué la moto, no tenía fuerzas. Vera, Dan, lo mío con Toni... Me estaba superando todo esto. Al entrar a casa, Toni estaba tumbado en el sofá leyendo un libro. Al escuchar la puerta, su mirada se destapa por encima del libro y encuentra la mía temblorosa. Corro hasta él y me acurruca a su lado.
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Lo que nos devolvió el mar. (2)
Teen FictionSegunda parte de 'Lo que se llevó el mar'. Ellos dijeron que su historia de amor se la llevó el mar aquella noche. Pero lo que ellos no saben es que toda ola regresa a su orilla, y con ellas las palabras que creían estar sumergidas. Con sus nuevas...