19. La has cagado, Marlena.

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Me quedo de piedra al escuchar la pregunta. Mete las manos en el bolsillo de su sudadera y mira al cielo ya que finas gotas caen procedentes de las nubes grises.

-¿Quién te ha dicho eso?

-¿Sí o no Marlena?- me dice ignorando la pregunta.

-¿Pero quién te ha dicho eso?- le vuelvo a repetir.

-Tu madre me mencionó algo.

-No creas nada de esa bruja.- le interrumpo.

-Pero después se lo pregunté a Carlos para asegurarme de qué tu madre mentía, y me insinúo que él no contaba nada. Que lo harías tú.- respira hondo y me penetra con sus dos ojazos café.- Te lo voy a preguntar Marlena. ¿Tienes algo con alguien?

-Dan yo...- y un trueno acompañado de una tromba de agua callan mi voz. Dan se tapa la cara con las manos y veo como relaja sus hombros. Me intento acercar pero da pasos hacia atrás.

-No, Marlena.- se quita las manos y puedo ver su cara de desilusión.- ¿Desde cuando estás con él?

-Solo quedé con él antes de ir al crucero, y el día que regresé.- y con eso hago que Dan pase por mi lado como un toro, y me pegue un pequeño empujón con el hombro.- Dan por favor escúchame. Dan.

-¿Qué Marlena qué?- dice girándose.- ¿Por qué volviste a ilusionar lo nuestro si tenías algo con otro?

-Dan porque yo te quiero.- le digo con el corazón encogido.

-¿Y si me quieres por qué no me dijiste nada? O mejor, ¿por qué tienes algo con alguien?- me quedo callada y se da la vuelta para echar a andar de nuevo.

-¡Dan espera por favor!- digo tras él. El pelo lo tengo empapado y pegado a la cara debido a la tormenta que está cayendo.- ¡Te necesito más que nunca ahora!

Comienzo a llorar, y él se gira. Su pelo desordenado está empapadísimo, al igual que sus pantalones de pijama y su sudadera. Sus ojos marrones me miran fríos y mueve la cabeza.

-Me mentiste Marlena. Te acostaste conmigo en el viaje, la noche de la fiesta, y nos hemos besado muchas veces.- el corazón me late a mil por hora, y tiemblo del frío que tengo al estar completamente mojada.- Si tenías algo con alguien, no habría sido difícil decírmelo, ¿sabes?

-Para mí si porque yo te quiero. Y Marco me gusta y atrae.- Dan da unos pasos hacía mi, y la esperanza de que me diera un beso, se fue cuando pronuncio la frase.

-Que te vaya bien Marlena. Tú yo ya nos somos nada.- y con esta se da la vuelta y se comienza a alejar de donde estábamos parados.

-¡Dan espera!- comienzo a correr tras él llorando bajo la tremenda tormenta, mientras él hace lo mismo.

Me escurro y me caigo clavando las rodillas en el suelo. Me levanto dolorida, y corro tras él. Entra en la casa de un portazo, y yo lo sigo hasta el jardín. Empiezo a aporrear la puerta llorando llamándolo como una loca pero nadie contesta. Tras un buen rato golpeando la madera de su puerta, me alejo y camino por la acera bajo la lluvia. Al llegar a la casa, me encuentro con mis hermanos hablando en el salón junto a la chimenea. Al oír la puerta me miran y engurruñen la nariz. Hacen el amago de levantarse, pero levanto la mano en señal de que me dejen, y subo hasta mi habitación. Me quito la ropa mojada y me coloco el pijama. Cojo el móvil y me tumbo en la cama. Hacía tiempo que no lo había cogido, y cuando lo enciendo...

Marco

Marlena, ¿qué tal con tu familia?

Ya le he contado a mi familia quien eres, y quieren

Lo que nos devolvió el mar. (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora