✟ Capítulo 14 ✟

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Pero al menos el gato murió sabiendo.


Su cuerpo sudoroso encima del mío, el va y ven de nuestras caderas al hacer fricción.

Nuestras bocas devorándose la una a la otra sin contemplación.

Nosotros dos siendo uno solo en un derroche de placer difícil de comparar.

—Quiero escucharte gemir mi nombre —dice acariciando con su aliento mi oreja.

—A...

—Quiero escucharlo Eloísa —aumenta sus embestidas haciendo que enrolle mis piernas alrededor de su cadera y gimotee como loca.

—A...

—Sientelo, de esto es de lo que soy capaz —vuelve a susurrar cerca de mi oído pero está vez muerde el lóbulo de mi oreja.

Pero de un momento a otro deja de moverse y está vez coloca mis manos por encima de la pared mientras que con su mano libre hace que baje la mirada observando nuestros cuerpos desnudos contra la pared.

—Miranos, ambos nos completamos —me sonríe de una manera tan maliciosa que hace que me excite aún más.

—Athan —jadeo despertando.

—Alguien aquí ha tenido pesadillas o sueños húmedos —bromea Adrián a mi lado.

Miro mi alrededor extrañada y un tanto confundida.

¡Maldición!

Fué un sueño...

Cierro y abro los ojos como si así pudiera apagar la palpitaciones de mi cuerpo.

Se sintió tan real.

—¿Qué hora es? —pregunto levantándome de la cama.

Adrián es el único que está en la habitación, anoche no llegó a pasar nada entre nosotros porque él estaba medio dormido, por lo tanto decidí dejarlo pasar y simplemente dormir pero ¡Vaya sueño el mío!

—¿Me ves cara de reloj? —alega.

Volteo a verlo unos segundos antes de negar con la cabeza.

—¿Recuerdas algo de anoche?

—¿Debería? —vuelve a responder con otra pregunta.

Idiota.

—¿Dónde están?

—A ti te deberían llamar señorita preguntas —bromea poniéndose de pie— ¿Me ves cara de niñero?

—Solo olvídalo —susurro caminando al baño.

Necesito una ducha muy fría.

Entro al baño y cierro sin preocuparme por el seguro, después de todo Adrián no entraría.

—Por cierto —murmura—, no era un brazo.

Detengo mis pasos y con ello mi respiración ante su declaración.

Malparido, no estaba dormido como me hizo creer. Niego nuevamente con la cabeza antes de despojarme de la ropa y entrar a la ducha.

El agua fría moja mi cuerpo dándole un alivio que no sabía necesitaba, entro por completo lavando mi cabello solo siendo consciente de las sensaciones que produce esto a mi cuerpo.

Ryche. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora