✟ Capítulo 03 ✟

1.7K 239 56
                                    

El miedo siempre le abre paso a la paranoia.

La desesperación y la angustia siempre serán dos factores que influyen mucho con el miedo, pero el miedo en sí es insano ya que te hará ver y sentir cosas que no son.

—¿Qué vas a hacer el fin de semana? —pregunta Elian colgandose mi mochila al hombro.

Ya las clases terminaron y yo solo pasé mi día sentada en la cafetería, lujo que me dí gracias a Asima y a qué estaba haciendo teorías con Elian quien tampoco fue a clases.

—¿Te llevarás mi mochila otra vez? —cuestiono ignorando su pregunta.

—Aún no termino los apuntes de la semana pasada —confiesa—, y responde ¿Qué harás el fin de semana?

—Niño apenas es lunes espera a que llegue el día y te diré —lo empujo con poca fuerza—. ¿Dónde dejaste el auto?

—Max fué a dar una vuelta, lo traerá en media hora —informa.

—¡Oye chica! —llaman desde atrás.

Sigo caminado ignorando el grito, la entrada está llena de estudiantes así que puede ser cualquiera.

—Iré a buscar a mi hermana tú espera a Max aquí.

Asiente y sigo caminando tarareando canciones al azar, hasta que de pronto siento que alguien me agarra desde atrás por lo tanto me detengo y me pongo a la defensiva.

Volteo a ver a una chica pelinegra de corte militar, observo como un aro adorna su nariz y los tatuajes alrededor de su brazo.

—¿Te conozco? —pregunto mirándola mal.

—No y perdona mi atrevimiento pero es que tengo algo que decirte —murmura.

Retrocedo dos pasos para así tener más espacio. Cruzo mis brazos de manera protectora y simuló prestarle atención.

—No me gusta hablar con desconocidos.

—Solo quiero decirte esto, escúchame —implora.

—Que sea rápido...

—Eres afortunada llamaste su atención —dice y saca una pistola de no sé dónde.

Las alarmas en mi cabeza se encienden y comienzo a retroceder lentamente mientras ella guía el arma a su cabeza.

—Eres afortunada llamaste su atención —solloza— tienes mucha suerte.

—Oye espera —pido muerta del miedo—, no lo hagas.

Presiona el gatillo y ni siquiera me da tiempo a pestañear cuando el disparo hace que caiga al suelo y se empiece a formar un charco de sangre a su alrededor pero no me pongo nerviosa simplemente ignoro ese hecho y sigo caminando.

—Es otro juego de mi mente no voy a caer —susurro y empiezo a caminar en dirección contraría.

Intento disimular mis nervios distrayendo mi mente con lo que hay a mi alrededor, casas coloridas, árboles verdes y frondosos y en medio de un parque grande lleno de juegos para niños se encuentra la primaria.

Sonrío al escuchar el sonido de las risas de los niños ya que es algo muy tranquilizante por así decirlo, a medida que voy llegando puedo ver qué parecen estar jugando con una pelota ya que todos están rodeando dicho juguete.

Me acerco para ver si mi hermana se encuentra también jugando pero no lo está, incluso solo hay una niña rubia quien parece ser la líder, además; mi hermana es pelinegra.

Ryche. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora