| Expresarse |

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Hubo un tiempo en el que Norman se notaba más afligido y angustioso, y ahora que lo pienso tal vez se debía a que, al ser parte del culto, tenía muchas cuestiones por las cuales lidiar y las verdades que llevaba sobre sus hombros. Por eso quizás es que había noches en las que hablaba de sentirse deseoso de ponerle final a esta larga travesía, recuerdo que hablaba constantemente de un posible desenlace en esta batalla, aunque en ese entonces no entendía del todo sus palabras porque era una simple niña descubriendo el mundo, sin embargo, ahora que lo pienso, ¿Acaso algún día esta guerra tendrá un final? ¿O la humanidad seguirá luchando por la eternidad?

Abrí la boca cuando quise bostezar y de forma automática llevé mi mano a mis labios para taparlos, seguido de ello solté un suspiro de cansancio llamando la atención de mis acompañantes alrededor del despacho de la subcomandante Zoe, sonreí inocentemente y de esa manera continuamos indagando entre las tantas anotaciones que hacía Hange en relación a los titanes, todo con el único propósito de saber si algo de lo que ella averiguó fuese similar a las destrezas de Eren y yo.

No obstante, todo parecía estar en un cajón bajo llave porque cada que leía algo, es como si ya lo hubiese visto en otra parte y quizás se deba a que Hange no se caracteriza precisamente por ser alguien ordenado y tal vez por eso es que Levi no quiso acompañarnos a leer dichos papeles y pergaminos esparcidos por el escritorio de la superior, de los cuales la mayoría repiten la información investigada.

— Definitivamente esto es inútil.— Susurré y dejé de lado el papel con la información del ya fallecido titán de Sawney.— Hange, yo debería continuar sola.— Inquirí llamando su atención.— Me prepararé un té y terminaré de leerlos.

— Ayla no es la idea.— Me contradijo y yo refunfuñé.— Estamos juntos en esto.

— Por eso mismo, Erwin pidió que entregaran el último informe de los reclutas para recuperar la muralla María y por lo que sé tú ni siquiera empiezas.— La oí tragar sonoramente.— ¿Es cierto, Moblit?

— Capitana creo que Ayla tiene razón.— Habló la mano derecha de mi amiga.— El informe que pidió el comandante se debe entregar a más tardar mañana por la noche.

— ¿¡Y ahora me lo dices, Moblit!?— Manifestó en un tono exasperado. El aludido asintió con una expresión de inocencia y rascándose la nuca.— ¡De acuerdo! Esto lo dejamos por hoy.— Dijo cerrando de golpe el libro que tenía en sus mano.— ¡En marcha, Moblit!

Tal vez ya son altas horas de la noche sin embargo yo me quedaría leyendo un poco más acerca del endurecimiento y quizás lograría llegar a algo indagando entre mis memorias. Solté un suspiro cuando me quedé sola y me puse de pie dispuesta a ir a la cocina a buscar una taza de té para continuar despierta una cantidad más de tiempo en el despacho de Hange.

Recuperar mis memorias ha significado enfrentar cosas algo duras y a su vez, asumir que todavía estaba en un vacío con mi procedencia, si bien ya sé quién es mi padre, no poseo imágenes nítidas de mi madre, no recuerdo su rostro y tampoco consigo rememorar escenas claras antes de vivir con Norman, parece ser que he bloqueado los recuerdos que más quería recuperar y según lo que dijo Hange, se debe a que yo misma tengo miedo de saberlos. Hay veces que sueño con Grisha y con una mujer a su lado, mas no veo su rostro y lastimosamente, no podré saber nunca de ella porque según lo que dijo mi padre, mi madre no está en este mundo terrenal.

Otra veces, veo imágenes también junto a Grisha y con otro niño de cabellos claros, mas no sé quién es ni tampoco si continúa vivo. Lo único que sé es que el ambiente que me rodea en aquellos sueños o bien recuerdos, no se parece a ningún lugar que he visitado en las murallas, aún queda una larga travesía por el cual recorrer para saber todas las respuestas a nuestras incógnitas.

Unwavering • Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora