With his Art | taekook

VI

Viernes. Era viernes de nuevo y sus nervios estaban a tope.

Desde la ayuda que Taehyung le prestó en el parque, las cosas mejoraron en su pacífica vida junto con una que otra turbulencia. Ese mismo día, cuatro personas más compraron sus retratos. Ya tenía una idea de cómo expandirse en un futuro, pero iniciaría de a pocos.

Ojalá a las pinturas les pudieras sacar una copia por arte de magia, y es que ningún dibujo para su clase había salido tan hermoso como el de Taehyung en el parque. Con él ahí la atmósfera no era intensa y seductora, era cálida y acogedora. Fue mágico.

Ahora que ya podía entablar una conversación normal con Taehyung, podía aventurarse a decirle que su maestra lo estaba fastidiando por contactarlo. Decía que era muy guapo y que "no sea egoísta, preste a su modelo, joven Jeon", es decir, sí es guapo, pero ni que fuera un objeto. Capaz y al final ni le gustaba modelar.

Se sentía distinto, ya no había nervios o duda, era más una emoción por verlo. Era como una cita en la que no habían quedado pero que sí o sí debían cumplir.

Antes de entrar al local jungkook sacó su celular y abrió la cámara, mirándose en él y acomodándose el cabello.

—Estás bonito así, Jungkook.

El mencionado se congeló en su sitio, esa voz era de Taehyung. Su estómago dio un vuelco y la sangre subió a sus mejillas. Puede que haga frío, pero su rostro hervía y estaba sonrojado. Guardó su celular en su bolso y saludó amable a Taehyung, tartamudeó un poco por la situación que acababa de pasar.

—¿Estabas esperándome?

—¿Es muy obvio? —respondió Jungkook.

—Entremos, vamos. —Taehyung tiró de su muñeca hacía dentro del bar.

La campanilla sonó y Namjoon se dio la vuelta para recibir a un nuevo cliente. Cuándo los vio de esa manera, se sorprendió, pero al instante sus hoyuelos se acentuaron. Los saludó y dejó que eligieran su mesa. Jungkook en ese momento se adelantó y escogió la de siempre, Tae le siguió el paso, sentándose frente a él. Vio como el azabache acomodaba su bolso a su lado y se animó a empezar la conversación.

—Y dime ¿desde cuándo vienes aquí?, no es un lugar tan conocido...

—Creo que... —hizo una mueca mientras rememoraba —desde hace unos tres meses. Mi vida no era tan entretenida y se me secaban las ideas, así que este lugar se hizo algo recurrente... ¿Tú? ¿Cómo llegaste aquí?

—Ah bueno, por la recomendación de un amigo. No tenía nada que hacer, y me recomendó este sitio. De seguro alguna vez lo habrás visto en esos tres meses.

—Si me lo presentas algún día, tal vez lo reconozca, he visto mucha gente aquí.

—¿También observas? —la emoción tiñó su voz.

—Sí, la gente muchas veces confunde "mirar" y "observar", mirar es algo tan vacío mientras que observar es enfocar tu atención en ello...

—Me encanta que sepas la diferencia, así que —una mirada coqueta se apoderó de su rostro, —¿Tú me miraste o me observaste?

Jungkook se puso rojo por milésima vez ese día, amaba que Taehyung sea tan desenvuelto a la hora de entablar una conversación ya que le inspiraba confianza a seguirle, aunque el que sea tan directo le agarraba de sorpresa y no sabía cómo reaccionar ante ello. Taehyung lo sabía intimidar, lo sabía asombrar y sorprender. ¿Cómo resistirse a ese encanto tan enigmático? Además, era un contraste muy lindo que pueda ser tierno y seductor.

—¿Te han dicho que eres directo?

—Es la segunda vez que lo dices, pero sí, me lo han dicho.

—Quisiera serlo, muchas veces el no ser directo me ha costado...