Las cosas habían sido un infierno desde que regresó a su casa luego de la cena. Dentro de su cabeza algo se había perdido, algo había quedado olvidado. Tenía migraña y no podía conciliar el sueño, había vomitado ya un par de veces. A duras penas se bañó y se alistó para garabatear un papel.
—Señor Jones, usted es excepcionalmente bello, créame cuando le digo esto pues no se lo digo a muchas personas... Además de que la empresa está buscando más diversidad en sus modelos, y tengo entendido que usted tiene cierta procedencia...
Taehyung estaba frente al encargado de su contrato con Louis Vuitton, no tenía idea del puesto que ocupaba y menos su nombre, simplemente estaba ahí para firmar y listo. Sabía perfectamente que, si el tiempo seguía corriendo junto a los pensamientos que su mente albergaba, podría arrepentirse y echar a la basura toda la valentía que había conseguido juntar a cuestas.
Estaba aterrado y sus manos sufrían las consecuencias, pues, eran heridas por sus uñas hasta dejar marcas y poner su piel irritada; sus cutículas casi habían desaparecido en un par de horas. La cena con los papás de Jungkook fue el impulso final para aventarse a ese precipicio sin saber cómo usar un paracaídas.
Los halagos, las ofertas... para él todo eso no importaba porque era feliz estando tranquilo y en calma con las personas que ama, una paz que no se alcanza fácil actualmente, una simplicidad que ahora asusta porque se confunde con el conformismo. Y es que, la vida que él quería estaba lejos de reflectores y pasarelas, le gustaba la moda, la música, el arte... y por eso mismo sabía a la perfección que la fama de los artistas viene mejor después de su muerte. Los artistas no son artistas sin su arte, y el mercado al que siempre habían estado expuestos atentaba contra su originalidad y sus verdaderos "yo". Sí, porque los artistas vivían en una locura silenciosa, explotaban toda su creatividad y dejaban que el mundo eligiera. Vivían y morían en soledad o rodeados de amor, pero luego, cuando partían al más allá, su vida quedaba grabada en sus obras maestras a las que uno encuentra sentido cuando las calamidades o alegrías vienen como una singularidad. Puedes ser o muy feliz o muy triste, puedes ser ambos, puedes experimentar miles de cosas en la vida y buscar, y buscar sin descanso, algo que pueda sacarte de la miseria emocional que el mundo te hace afrontar. El verdadero artista era feliz con tan poco y buscando su felicidad sin basarse en los demás; pero él, que quería ser un artista, pecaba contra su propio principio. Lo sabía perfectamente, pero tenía motivos suficientes, tenía a las personas suficientes.
Sacrificaría sus artes por la felicidad de aquellos que lo habían hecho feliz hasta entonces, y dejando sus principios adquiridos en noches largas de insomnio, quería creer que esto podría ser beneficioso. Claro que lo era, no podría engañarse, era muy beneficioso... Pero el costo de ese beneficio era alto para su sencilla forma de ser.
—Sé que, si usted firma, podría tener muchas ventajas en su vida económica. Nos alegraría mucho ser tus descubridores...
Economía, dinero... se sentía tan poca cosa, pero se negaba a asumir una verdad que lo tenía ahogándose.
—Firmaré, de eso puede estar seguro —dijo Taehyung, antes de hundirse más en el océano.
El tipo sonrió en grande.
—¡Genial! Entonces procederemos de inmediato con...
—Pero —interrumpió Taehyung—, la única condición es que no quiero que me conozcan como Taehyung Jones o viceversa.
—¿Habla de un nombre artístico?
—Supongo que sí, más adelante haré los trámites para el cambio de apellido. Quiero usar el apellido de mi madre.
—¿Y cuál es ese apellido, señor?
—Kim.
—Entonces, Kim Taehyung, tenemos un trato... tan solo firme aquí.
Claro que lo tenían: podría comprar una casa para su mamá y sacarla de su infierno, ayudarla en todo lo que tenga planeado, le daría los medios para que pueda terminar sus sueños truncados, la llevaría a conocer el mundo que su padre, el miserable Señor Jones, le había prohibido admirar; podría comprar una casa grande con un estudio lleno de pinturas y lienzos que Jungkook llenaría con el arte que hacía (porque sería feliz incluso sacrificando su humilde arte con tal de que su ángel de la guara sea feliz), le bajaría la luna y las estrella para que modelen su belleza y Jungkook pudiera retratarla, le llenaría por las mañanas de flores y le haría sentir amado cada día.
En ese punto, para Taehyung, la sonrisa de Jungkook era como un tratamiento para una enfermedad terminal. Desaparecía el dolor un momento, le adormecía, pero por dentro seguía muriendo muy lentamente.
La felicidad no era sencilla, e, irónicamente, a veces no era tan feliz.
Kim Taehyung fue esa misma tarde a encontrarse con Jungkook, quien se destrozó por dentro al verlo fingir una sonrisa. No lo cuestionó, simplemente el fingió una también. Ya de madrugada, Jungkook lloró sentado en su cama mientras su dulce novio descansaba. Él sabía que por más que hubiera venido con toda la intención de celebrar esa nueva oportunidad, estaba mal y estaba roto. Él enserio sintió como sus hombros ahora tenían una carga nueva para el resto de su vida: Jeon Jungkook era consciente de que todo era su culpa.
Si no lo hubiera mirado a los ojos, si no se hubiera atrevido a dibujarlo esa vez en el bar, Taehyung no hubiera llegado hecho trizas, con las ojeras oscuras, con las manos maltratadas, con los ojos apagados y una sonrisa temblorosa. Sin él, Taehyung no estaría sufriendo migraña, no tendría un problema más en su vida y no tendría porqué sacrificarla. Jungkook quería desaparecer y era tan egoísta que no podía hacerlo porque amaba a Taehyung. Lo amaba muchísimo, y todo eso que amaba estaba desapareciendo por su culpa.
Se volvió a acostar. Taehyung estaba acostado de lado y dormía profundamente. Jungkook acarició su mejilla, retiró su cabello un poco, acarició cada pedacito de piel que era adornado con un lunar, le dio un pico en los labios y en las mejillas. Le empezó a cantar bajito, en susurros dulces. Taehyung le había dicho que su voz era un arrullo, y le cantaría para ayudarlo a descansar.
—No hay nada como nosotros, nada como tu y yo, juntos en medio de la tormenta...
Ellos solo necesitaban estar juntos, solo eso, juntos, y todo estaría bien.

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With his Art | taekook
Fiksi PenggemarEl arte puede ser un dibujo o una hermosa canción. El arte es alegría, emoción, tristeza, desesperación. El arte puede ser de todo, y, en caso de este par, también puede ser amor. - ' - - taekook - au (alternative universe) - empezó a escribirse el...