Capítulo 9

17 5 0
                                    

Ámbar

Su casa es más pequeña de lo que me imaginé, por su porte y sus gustos me lo imaginaba viviendo en una mansión totalmente moderna con lujos y muchos autos.

_ ¿Sucede algo?

_No, pensé que vivirías diferente, te veo más pretencioso

_No me conoces, esta casa era de mi abuelo, él la construyó y la heredé hace unos años no es gigante, pero la modernice un poco tiene 4 dormitorios, 3 baños, un garaje gigante y un salón atrás que tengo algunas cosas de almacén, ¿te gustaría conocerla?

Me llevó por cada cuarto, todos muy bien decorados y de tamaño regular, no me mostro el suyo, supongo que quiere su intimidad, la cocina es fabulosa todo en todos blancos con dos hornos y una heladera gigante.

_Moriría por cocinar aquí, es hermosa

_ ¿Te gusta cocinar?

_Si, mi madre me enseño, ella era una gran cocinera, algún día me encantaría cocinarte, por agradecimiento a todo esto.

Hice movimiento mostrándole mi ropa, pero sentí que su mirada se dirigía a todo mi cuerpo, ¿le gustaré algo? No lo creo.

_No es necesario, lo hago porque tienes que vestirte bien para ir a los lugares que vamos.

Podía ser tan amable y bruto a la vez, no dije nada para no romper el momento, pero esto de ser una mujer sumisa y contestarle no iba a durar mucho.

Me llevó a la parte de atrás del garaje, el cual solo tenía su auto de súper héroe y una moto que se veía más cara que la casa, detrás del garaje estaba dividido en dos, un pequeño gimnasio y el otro cuarto solo guardaba cosas.

_Este lugar debe tener la mejor vista de la casa, desde acá se ve casi toda ciudad

_Nunca supe que hacer con esto, mi abuelo tenía su taller de tallado en madera, pero no es algo que me salga a mí, va el arte no va conmigo.

_ ¿En esta casa viviéremos cuando nos casemos?

_Sí creo que el cuarto frente al mío debería ser el tuyo tiene acceso al baño y podrías tener tu intimidad, deberías hablar con Ana para decorarlo como te guste.

_ ¿Quién es Ana?

_La esposa de Mauro, mi abogado, ella es decoradora me ayudado mucho en casa.

Nos sentamos en el cuarto de estar y me ofreció ver una película, pero a los 10 minutos se quedó dormido sentado en el sillón, observé su rostro con detenimiento, parece tan bueno cuando duerme, tiene la mandíbula muy definida, los labios carnosos y la nariz más perfecta que la mía, debería ser un crimen ser tan guapo, seguro que muchas mujeres pasaron por esta casa y ni hablar por ese cuerpo.

Terminó la película y mis ojos pesaban, debería irme, pero no sé bien donde estoy, así que solo me recosté en el sillón y me dormí.

Sentí unas manos que acariciaban mi rostro, su perfume inundaba la habitación no quería abrir los ojos, pero sentí que sus piernas se movieron, mierda me dormí sobre él.

Abrí los ojos y estaba apoyada en sus piernas toda acurrucada y él sonreía, no entiendo este hombre es una caja de sorpresas.

_Lo siento, buenos días

_Creo que dormir así a mi edad no es lo mejor.

­­_Yo lo siento, anoche te dormiste enseguida y no sabía si irme o no, además no sé a dónde estoy

_Está bien prefiero que duermas acá a que andes por la calle a cualquier hora, tienes varios cuartos para dormir.

_Gracias, ¿Quieres que haga algo de desayunar?

_Eso sería genial, yo voy a bañarme y bajo, tengo un almuerzo en el club hoy y no tengo ganas de ir, en el baño tienes lo que necesites, estás en tu casa, bueno pronto lo será, supongo.

Me refresqué en el baño de abajo y comencé a prepararle el desayuno, esta casa en fabulosa podría acostumbrarme fácilmente a vivir acá, me pregunto quién la limpiara.

No te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora