Álvaro
La noche había llegado y con ella, una tensión palpable que llenaba la habitación. Ámbar y yo nos encontrábamos nerviosos, conscientes de que sería nuestra primera noche juntos, compartiendo la misma cama, pero manteniendo una distancia prudencial entre nosotros.
El cuarto era grande y espacioso, con suficiente espacio para los dos, pero a pesar de eso, sentía que cada centímetro de distancia entre nosotros era insuficiente para contener la electricidad que fluía entre nosotros.
- Ámbar, quiero decirte algo.
- ¿Qué pasa, Álvaro?
- Solo quiero decirte lo orgulloso que estoy de ti por cómo manejaste todo el día en la fiesta de mi tío. Fingir que éramos una pareja delante de mi familia no era fácil, pero lo hiciste increíblemente bien.
- Oh, gracias, Álvaro. La verdad es que fue un poco intimidante al principio, pero luego me sentí más cómoda.
- Sí, lo noté. Y debo decir que me impresionó mucho cómo te adaptaste a cada situación. Nunca titubeaste ni dudaste, y eso habla mucho de tu habilidad para manejar las cosas bajo presión.
- Bueno, supongo que soy buena actuando. Pero en serio, gracias por confiar en mí para esto. Significa mucho para mí.
- No tienes que agradecerme. Estoy agradecido de tenerte a mi lado. Y hoy, más que nunca, me di cuenta de lo afortunado que soy de tenerte como parte de mi vida.
- Bueno, supongo que hacemos un buen equipo, ¿no crees?
- Definitivamente. Eres increíble, Ámbar.
- Gracias, Álvaro. Por todo.
Cuando llegó el momento de acostarnos, la incomodidad se apoderó de nosotros. Cada movimiento era torpe y cuidadoso, como si temiéramos cruzar una línea invisible que nos separaba.
Intenté concentrarme en cualquier cosa que no fuera Ámbar, pero su presencia era abrumadora. Cada vez que nuestros cuerpos se rozaban accidentalmente, una oleada de calor recorría mi piel, despertando deseos que sabía que no debería sentir, su perfume estaba en toda la habitación y me preguntaba si olía así en todos lados.
Para mi alivio, Ámbar rompió el tenso silencio con algunos chistes y ocurrencias, como si intentara suavizar la atmósfera y disipar la tensión que nos rodeaba. Sus palabras aliviaron parte de la presión que sentía, permitiéndome relajarme un poco más.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, la tentación se volvía más fuerte. Cada respiración, cada suspiro de Ámbar resonaba en mi mente, avivando el fuego de mis deseos prohibidos.
Finalmente, decidí que necesitaba un respiro. Con una excusa improvisada, salí de la cama y me dirigí al baño, buscando un momento de soledad para calmar mis pensamientos tumultuosos.
Me quedé allí, en la oscuridad del baño, tratando desesperadamente de controlar mis emociones. Ámbar dormía plácidamente en la habitación contigua, ajena a la tormenta que se desataba dentro de mí.
Cerré los ojos con fuerza, deseando poder ocultar mis sentimientos como me ocultaba en ese baño. Pero sabía que no podía escapar de la verdad por mucho tiempo. Eventualmente, tendría que enfrentar lo que sentía por Ámbar, y no sabía si estaba preparado para las consecuencias de ese enfrentamiento.
Tomó mi teléfono buscando una ayuda al único amigo que le puedo contar todo lo que me está sucediendo.
- Mauro, necesito hablar contigo.
- Álvaro, a esta hora, ¿Qué pasa, amigo? ¿Todo bien?
- No del todo. Es sobre Ámbar.
- ¿Ámbar? Está bien? ¿sucedió algo más?
- No, no sucedió nada, pero después de eso y de estar con mi familia últimamente me siento confundido. No puedo dejar de pensar en ella, pero al mismo tiempo, me genera sentimientos que preferiría no tener.
- ¿Qué tipo de sentimientos?
- Sentimientos que no estoy seguro de estar listo para enfrentar. Después de mi última relación, me rompieron el corazón, y no estoy seguro de poder abrirme de nuevo a alguien.
- Entiendo, Álvaro. Pero a veces, vale la pena arriesgarse por el amor. Ámbar parece ser una persona especial, y si te hace sentir de esa manera, podría valer la pena intentarlo.
- No lo sé, Mauro. Estoy asustado de volver a enamorarme y salir lastimado otra vez.
- Lo entiendo, pero piensa en esto: ¿y si Ámbar es diferente? ¿Y si ella es la que puede sanar esas heridas y hacerte feliz de nuevo?
- Nunca lo había considerado de esa manera.
- Ámbar parece ser una persona increíble, y si realmente te importa, deberías al menos intentarlo. No dejes que el miedo te impida encontrar la felicidad, creo que ya es hora amigo, es hora de seguir adelante.
- Gracias, Mauro. Creo que necesitaba escuchar eso.
![](https://img.wattpad.com/cover/246320373-288-k215549.jpg)
ESTÁS LEYENDO
No te enamores
Storie d'amoreEscucho que el cura decir algunas palabras, siento que la gente a mi alrededor me mira con lastima, veo el dolor y la pena en sus ojos, veo la lluvia cayendo por mi cara, pero no siento nada, no hay nada más, me quitaron todo lo que tenía. A los 19...