Capítulo 13

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Ámbar

Tengo la boca seca, necesito agua, el sol me da en la cara y me doy cuenta de que no estoy en mi cama, esta no es mi casa, ¿Dónde estoy?

El cuarto tiene una cama grande, se ve un escritorio en el rincón y un gran armario, está decorado en tonos rosas, mi vestido está colgado en la silla, ¿mi vestido está a dónde?

Miro mi ropa y estoy con una remera de ac-dc muy grande para mí, oh por dios Álvaro me ha desvestido, ¿paso algo anoche? Mi cabeza da vueltas, me levanto y voy al baño, me arreglo el pelo, cepillo mis dientes y me reviso, no creo que hayamos tenido sexo anoche, él no es de esos tipos, pero yo si soy de esas mujeres, espero haberme comportado, sabia que estaba mezclando alcohol y con los nervios no había comido nada, no iba a terminar bien. Bajé con la poca dignidad que me quedaba y me encuentro a mi sexy novio falso solo en pantalón corto tomando agua todo sudado.

_Buenos días

_Hola, por que estas así todo, bueno, tan activo

_Gimnasio

Con razón tiene ese cuerpo, por dios, debería ser ilegal ser tan guapo, pareciera que le hicieron Photoshop en el abdomen, tengo que dejar de babear por él.

_Hice café y hay tostadas, voy a ducharme, te dejé ropa mía sobre la mesa para que te cambies, deberíamos ir a tu casa a buscar todas tus cosas para hacer la mudanza.

¿Te parece? ¿Qué opinas?, nada, el señor mandón dice que hay que hacer, desayunamos y nos fuimos a mi departamento, busqué todo lo que tengo y volví al auto.

_ ¿Eso es todo lo que tienes?

_Si eso es todo, tengo mas ropa que me compraste tú que la que lleve durante este año, ¿por qué? ¿Debería tener un camión de ropa?

_No, pero las mujeres en general tienen muchas cosas, ropa, carteras, maquillaje

_Yo no soy como las demás Señor novio falso, soy única así que ojo, no te enamores. Bueno vamos o nos vamos a quedar toda la tarde discutiendo por mi poca ropa.

Dejar a Álvaro Soler con la boca cerrada es lo más, se quedó un rato mirándome hasta que subimos al auto, creo que lo saco de sus casillas, debe estar tan acostumbrado que las mujeres hagan exactamente lo que él dice y cuando él dice, que alguien lo sorprenda lo saca de sí.

_ ¿Cambiaste el cuarto?

_Si le pedí a Ana que lo ambiente para ti, deberías tener algún lugar tuyo con tus gustos.

_Gracias eso es muy lindo

En la casa me dio un juego de llaves y me dijo que había un auto a mi disposición que estaba en el garaje, me dio pase libre para que haga lo que quiera en la casa y que él tenia mucho trabajo así que se encerró en el estudio.

Decidí que, si esta seria como una cárcel, sería mi cárcel y comencé a desempacar mis cosas, por la ventana del cuarto vi lo que seria mi vida, él es mi compañero de casa y nada más, supongo que adentro de mi tenia un poco de esperanza que quizás los dos quisiéramos algo más, pero lo dudo, él necesita la empresa y yo mi libertad, solo eso.

Tomé mi cuaderno y me dirigí al patio comencé a dibujar la casa y en una de las ventanas lo vi hablando por teléfono en el escritorio, se vía como el dueño del mundo su camisa desabrochada, su mano en un montón de papeles, con el seño fruncido, era sexy, así que decidí comenzar a dibujarlo, había algo en su rostro, en sus movimientos que lo hacían perfecto.

Recuerdo en Italia cuando en el curso de arte conocí a Filipo un sexy morocho, flaco y fibroso que posaba desnudo, desde el momento que entré al curso no nos sacamos la mirada, el sexo con él fue colosal, decía cosas en italiano que me ponían a mil, y su boca, oh por dios, hacia maravillas con esa boca, pero Álvaro es diferente, tiene sensualidad hasta para hacer las cosas cotidianas, tiene un poder de seducción que hace que solo decirte tres palabras tus bragas se caigan, debo ser mas fuerte o terminaré enamorándome de él enserio.

Comenzó la semana y casi no lo vi, decidimos que cenaríamos juntos para pasarnos el parte de como nos fue, como yo estaba en casa cocinaría y lo esperaría, todos los días a las 7 él llegaba a cenar hablábamos de negocios, de como estaba yendo mis reuniones con Ana y después de comer se iba al escritorio y no volvía a verlo hasta el otro día.

En la casa conocí a Carmen la ama de llaves, ella se encargaba de todo, una señora muy dulce que obvio pensaba que era la novia del señor, tuve que fingir diciéndole que era muy tradicional y que por eso dormíamos en cuartos separados, aunque estoy seguro de que no le importaba para nada.

Terminé de vestirme hoy teníamos una cena con accionistas de la empresa y sus padres, me puse un vestido negro de encaje hasta el piso y me deje el pelo suelto en ondas, tenia que ir al oculista era hora de cambiarme las lentes, solo veo mi color natural de ojos una vez al mes cuando me cambiaba los lentes, no quiero ver a esa persona en el espejo.

_Ámbar ¿estas lista? vamos a llegar tarde

El señor ogro hoy esta peor que nunca, deberíamos hablar de sexo creo que los dos necesitamos desahogarnos, estos días está bastante gruñón.

_ ¿Como me veo?

_Perfecta, como siempre

No te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora