Capítulo 10

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Álvaro

Despertarme y encontrarla dormida en mis piernas y abrazándome, tan tranquila, me agrado, ella es amable, dulce y hermosa, es perfecta para ser mi mujer, intenté mantener toda la fuerza de voluntad para que no se diera cuenta del cambio en mi pantalón, esta ducha fría con el desahogo me va a hacer muy bien.

Estaba bajando por la escalera cuando un aroma que ya no recordaba salía de la cocina, amo cuando hay olor a comida en la casa. Mi celular comenzó a sonar.

_Madre

_Hola mi rey, ¿Cómo estas hoy?

_Bien madre, un poco ocupado.

_Por dios hijo no puedes estar ocupado un sábado a las 10 de la mañana.

_ ¿Qué quieres madre?

Mi madre es la mejor del mundo, pero quiere tenerme cerca siempre, quiere una gran familia y muchos nietos dudo que eso suceda algún día. Comenzó a hablarme de la familia, del evento, que todos estaban encantados de conocer a mi novia y que ya le habían llegado comentarios de lo guapa que era, bien mi plan está funcionando, sabía que llevarla a los lugares habituales iba a hacer que todos comentaras sobre eso.

_Álvaro está el desayuno ya baja o se te va a hacer tarde para el almuerzo en el club

_Hijo ¿hay alguien con vos en tu casa?

_Si mamá mi novia está en casa y si escuchaste todo se me hace tarde para desayunar no quiero que espere madre.

_Está bien adiós, hijo, cuídate.

Entré a la cocina y estaba ella con el pelo recogido, bailando algo de música que salía de su celular, una canción que no pude reconocer y comida como para un regimiento.

_Acá estoy

_Te ves, fresco

_ ¿Fresco?

_Me refiero a, nada déjalo ahí, comemos, muero de hambre.

_ ¿Qué música escuchabas?

_Una canción de Camilo vida de ricos, se llama

_No lo conozco

_ ¿Qué música escuchas?

_Blus generalmente, un poco de rock también.

Se sentó en la barra y comenzó a comentarme que le costaba el desayuno acá, en su país solo se toma mate con unas galletitas y tiran todo el día con eso, me intriga lo que es el mate, intentó explicarme, pero no encontré el sentido de tomar todos de la misma bombilla una yerba húmeda.

_Algún día te lo voy a dar a probar

_Dudo que me guste

_No seas tan cerrado, tienes que probar cosas nuevas, mírame a mi comiendo huevos, chorizo y café para desayuno, se aprende.

Terminamos de desayunar y limpiamos las cosas, estuve tentado a decirle que deje todo así nomás que Carmen limpia, pero me gusto el trabajo en equipo.

_Te llevo a tu casa, ¿le avisaste a Pamela que estabas acá?

_Si anoche le envié un mensaje que te habías dormido y que no sabía bien como llegar a casa así que me quedaba acá.

_Está bien, vamos.

La reunión del club fue aburrida, antes la pasaba bien acá pero últimamente solo siento que estoy rodeado de viejos ricos que lo único que quieren es una tajada de algo, no se desde cuando comencé a aburrirme de esta vida, pero hay momentos que se me olvida que tengo casi treinta años y solo he trabajado.

_Buenos días, Álvaro

_Cecilia, ¿Cómo estás?

_Muy bien, te vi aquí y quería hablar contigo un segundo.

_Claro dime

_Me enteré de que tenías una novia

No pude contestar, Cecilia era mi suegra, ella sabe cuánto amé y amo a su hija no puedo mentirle.

_No quiero que me digas nada, solo quiero decirte que me alegro por ti, tienes que comenzar a vivir, han pasado varios años y necesitas seguir, mirar constantemente hacia atrás solo te detiene.

_Me siento incomodo al hablar de esto contigo, tú sabes lo que amo a Emilia.

_Lo sé, por eso quiero decirte que me alegra que con ese amor construyas uno nuevo. Debes ser feliz Álvaro.

Salí del club y me fui a verla necesitaba hablar con ella, tenía que contarle todo, necesito su aprobación si quiero seguir con esto.

No te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora