Capítulo 23

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El sol brillaba en el cielo mientras el auto se deslizaba por la carretera, llevándonos hacia la estancia de la familia de Álvaro. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, mezcla de emoción y nerviosismo por lo que nos esperaba.

Álvaro y yo nos miramos brevemente, intercambiando una sonrisa cómplice. Este fin de semana sería crucial para nuestro plan, tendríamos que actuar como una pareja feliz y enamorada frente a su familia, fingiendo que éramos novios, casi marido y mujer.

Álvaro había comentado de una serie de juegos y actividades en pareja que debíamos realizar durante el fin de semana, todos diseñados para reforzar la ilusión del amor. Desde juegos de mesa hasta paseos románticos por los jardines de la estancia, cada momento estaría cuidadosamente planeado y teníamos que mantener nuestra farsa.

Recuerda cuando lleguemos, debemos actuar como una pareja feliz y unida en todo momento. No podemos dejar que nada levante sospechas

Lo sé, Álvaro me lo llevas recordando días.

¿Cómo te sientes?

Bien nerviosa, pero ahora que ya casi no se notan las marcas de los golpes mejor, con más seguridad de lo que debería.

Va a estar todo bien, vamos a estar bien Ámbar.

Asentí con determinación, sabiendo que tenía que estar a la altura del desafío. Esta era mi oportunidad de demostrar mi valía como actriz y ayudar a Álvaro a ganar la confianza de su familia.

Y cuando conozcas a mi tío Richard, debes tratar de ganártelo. Es un hombre de negocios duro pero justo, y su opinión sobre nosotros podría ser crucial.

Me aseguré de prestar atención a cada palabra de Álvaro mientras íbamos repasando los detalles de nuestra actuación. Cada gesto, cada palabra, debía ser perfectamente ejecutada para mantener nuestra fachada de matrimonio feliz.

Finalmente, llegamos a la estancia y fuimos recibidos por la familia de Álvaro con abrazos y sonrisas. Me esforcé por parecer relajada y segura, aunque por dentro mi corazón estaba latiendo con fuerza.

Bienvenida Ámbar a la familia, por fin te conocemos, debo reconocer que pensé que eras solo un invento de mi sobrino.

Tío Richard te presento a mi novia Ámbar

Un placer Richard veo de donde saco Álvaro su atractivo y su mirada inquisitiva.

Oh por dios ya me gusta, ¿vas a ganar Ámbar?

Me acerqué un poco al tío Richard y con toda la seguridad que podía encontrar en mi cuerpo fingí una sonrisa.

Siempre gano, espero que mi novio este a la altura, ¿Qué dice usted?

Que eres increíble, pero vamos a verlo, bienvenida a la familia querida.

A lo largo del día, nos sumergimos en una serie de juegos y actividades en pareja, desde competencias de baile hasta carreras de sacos por el jardín. Cada momento era una oportunidad para demostrar nuestra conexión y compromiso mutuo, aunque en realidad todo era parte de una actuación cuidadosamente planeada.

La tarde en la fiesta del tío Richard estaba llena de risas y diversión mientras Álvaro y yo nos preparábamos para participar en el juego de "Ponerle la cola al burro". Con los ojos vendados, tomamos nuestras posiciones frente al burro de papel que colgaba en la pared, listos para el desafío que se avecinaba.

¿Listo?" preguntó Ámbar con entusiasmo, su voz llena de emoción.

Listo, respondí, sintiendo la adrenalina correr por mis venas.

Con cuidado, Álvaro comenzó a darme indicaciones, guiándome hacia adelante y hacia atrás mientras yo intentaba ubicar la cola en el lugar correcto. Con cada paso, podía sentir su mano en la mía, creando una conexión especial entre nosotros.

Un poco hacia la derecha, dijo Álvaro con voz animada en mi oído, confieso que un pequeño escalofrió corrió por mi columna, pero lo ignoré lo más rápido que pude, y seguí sus indicaciones con atención.

Después de algunos intentos, logramos colocar la cola en el lugar correcto, ganando el juego y desatando un estallido de alegría entre la multitud. Juntos, saltamos y nos abrazamos, celebrando nuestra victoria con entusiasmo desbordante.

En medio de la emoción del momento, Álvaro se acercó a mí y me besó suavemente en los labios. Fue un gesto espontáneo, impulsado por la emoción del momento, pero para mí fue como un shock eléctrico que me dejó desconcertada.

Mis ojos se abrieron sorprendidos por el beso. Sentí una chispa de deseo encenderse en mi interior, confundiendo mis pensamientos y emociones. Había algo en la suavidad de sus labios, en la calidez de su abrazo, que me hizo sentir más de lo que debería.

Se apartó, sonriendo con timidez, pero el gesto había dejado una huella imborrable en mi corazón. Mientras la fiesta continuaba a nuestro alrededor, me quedé perdida en mis pensamientos, preguntándome qué significaba ese beso y cómo podría cambiar todo entre nosotros.

A medida que la noche caía y nos sentábamos a cenar con la familia de Álvaro, me sentí agradecida por la oportunidad de estar allí, compartiendo este momento con él. Aunque nuestra relación fuera solo una farsa, había algo especial en trabajar juntos para mantener la ilusión.

Y mientras contemplaba a Álvaro interactuar con su familia, su sonrisa brillando con sinceridad, supe que este fin de semana sería solo el comienzo de una aventura que nos llevaría por caminos inesperados, y que juntos seríamos capaces de superar cualquier desafío que se nos presentara.

No te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora