Capítulo 15

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Ámbar

Estoy terminando la organización de la galería voy a inaugurar con unos cuadros de arte abstracto de un artista que conozco y es genial. Me gustaría poder colocarle un nombre, pero mi cabeza no está centrada. Álvaro ha estado actuando extraño, casi no hablamos y menos nos vemos, me gustaría enfrentarlo, pero no tengo ganas del drama, si al no le interesa hablar conmigo a mí tampoco.

Manejar estos autos con caja automática es lo más, hay un auto que viene detrás mío siguiéndome desde que salí de la galería, estoy entrenada para ver esto, pero estoy segura de que es solo me imaginación, voy camino a casa vengo hablando con Pamela vamos a organizar una noche de chicas, alcohol, bailes y hombres guapos, lo necesito, cuando algo se me cruza en el camino y frenó de golpe.

Por favor dios, que no haya pisado a nadie ni a nada, cuando me bajo había un cachorro asustado, me acerqué y no estaba herido, miré alrededor pero no había nadie el auto se había ido, sabía que me había preocupado por nada.

_Hola pequeñito, estas solo cierto, vamos a casa conmigo.

Llegué a casa y como siempre no había nadie, preparé una caja y unas mantas y dejé al cachorro en el garaje, usé algunas maderas para hacerle un corral, le di algo de leche y la bebió de un sorbo.

_Tenías hambre pequeñín, tienes que quedarte acá y ser bueno.

Busqué la forma de tapar todo para que no se viera y dejé un poco abierta la puerta del garaje por si Álvaro venia, dudo que el ogro lo vea cuando llegué, ¿Le gustaran los animales? Que poco nos conocemos.

Comencé a cocinar, pero mi nuevo amigo no quería estar solo así que decidí alegrarlo, puse música fuerte y lo llevé a bailar a la cocina, estaba feliz girando hasta que unos ojos se cruzaron con los míos y el caos comenzó

_Me puedes explicar que estás haciendo

_Bailando

_ No me tomes el pelo, ¿Qué es esta música a todo volumen?

_ La vida es un carnaval de Celia Cruz

_Dime que no es lo que creo que es en tus brazos

_ ¿Un pequeño cachorro? Si es, casi lo atropelló no tenía a nadie, decidí cuidarlo

_No quiero perros en mi casa

_Pero mira que pequeño, nunca tuve uno, quiero un perro.

_Ámbar sácalo de acá ya, no puedo creer que traigas a la casa un perro de la calle

_Por favor, no puedes ser tan cruel

_No soy cruel, ¿qué es todo este lio, esta música?

_Cuantos años tienes 90, la música es alegría, es amor, aunque dudo que un ogro como tu sepa lo que es.

_ ¿Como me llamaste?

_Ogro, por qué ¿hay algún problema?, vives malhumorado, siempre estas enojado, hasta te he escuchado gruñir.

La cara de asombro fue monumental, creo que me pasé de la raya, él solo respiro muy pesadamente y dejo sus cosas en la entrada.

_No quiero ese perro acá

_ ¿Puedo buscarle un hogar y quedarse acá mientras tanto?

_Voy al escritorio, después del día que tuve es lo que me faltaba.

Terminé de cocinar hoy me lucí, creo que una tortilla de papas lo va a alegrar, hace varias horas que está en el escritorio así que le llevé un plato, pero al entrar no estaba, lo vi por la ventana hablando por teléfono en el patio y miré sus papeles desparramados, tenia dibujos, anotaciones, por lo que vi era una nueva botella de wisky pero no estaba conforme con los resultados, volví a mirar y seguía conversando ya eran mas de las 10 de la noche, dudo que sea algo de trabajo.

Busqué una hoja en blanco y comencé a dibujar la antigua botella de wisky los bordes cuadrados con relieve, la etiqueta mas simple y una tapa de vidrio, este wisky debería ser elegante, después que terminé, lo dejé sobre la mesa con un plato de comida y una nota diciendo que lo siento.

Espero que me perdone, es una buena persona, pero creo que su corazón dejó de latir hace tiempo, es una lástima es tan guapo, tengo que preguntarle a Pamela que sabe de la ex, ahí debe estar el secreto.

No te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora