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Eren

¿Cómo terminamos aquí?

Están en un auto, uno pequeño, lo que llamarían vocho. Mikasa está manejando, Eren va en el asiento del copiloto, Historia va en la parte de atrás y a lado Armin. Todos traen lentes oscuros y al castaño le hace pensar en dos cosas:

Una, ¿por qué Historia tienen tantos lentes de sol negros? Y dos, ¿cómo dejó que Armin se involucrara en esto?

Lo recuerda al instante.

Él es el dueño del coche así que su participación era necesaria y más porque tocó la puerta del departamento en el momento justo.

Al menos le consuela pensar que esto no sucedió un día antes de la boda, tiene un tiempo para asimilar lo qué pasó y darle vuelta a la página y recordar esto como una anécdota curiosa. Así como lo es toda su relación con Mikasa.
Ambos rubios pidieron algo a cambio al ser arrastrados en todo esto. "Comodín" lo llamó Historia hace un par de horas y ahora a dejado comprometida la mano de una persona que no existe, aún.

Ese pensamiento le hizo sonreír.

Bueno, nunca está de más un poco de drama y emoción antes de una boda.

*

Ese mismo día en la mañana Historia se encontraba junto a ellos, a diferencia que estaban sentados a lado de la mesa y la bajita caminaba de un lado a otro buscando una respuesta a el problema en el que los tres estaban involucrados.

—Lo siento —dijo Eren después de un rato—, a las dos. Perdón Mikasa —la miró—. En serio no quería hacer un problema de esto.

Ella estiró su mano para poder alcanzar la suya.

—Siempre podemos mudarnos del país —quería hacerlo reír y lo consiguió—. Encontraremos una solución —apretó su mano— somos un equipo ahora —le recordó, usando las mismas palabras que él ayer.

Eren le dio una pequeña sonrisa.

—Ahg, no es justo —Historia paro de moverse—. Alguien como tú —señaló a Eren— no merece a una mujer como ella, ¿qué hago para conseguir una así?

Mikasa no pudo evitar reír.

—Tengo una idea —continuó Historia—. De hecho es la única que encuentro para ponerle fin a chantajes futuros que mi papá quiera seguir haciendo solo porque me está ayudando con mi bebe.

La pareja estaba escuchando atentamente.

—Me iré de su casa, no quiero su apoyo si a cambio tengo que hacer cosas que no quiero.

Eren pudo ver en los ojos de su amiga un destello de que estaba hablando muy en serio, como si por fin después de dar tantas vueltas en su vida por fin tomaría las riendas de esta.

—Entiendo que mi estancia no iba a ser gratis pero ¿en que siglo estamos para que me pida fingir estar con Eren solo porque no quiere que vean que soy madre soltera? Y esto es solo el comienzo, si accedo hacerle caso esta vez, será el fin de mi y de mi bebe y no quiero esto para él —tocó su vientre plano.

Eren iba a ofrecerle quedarse con ellos mientras encontraba otro lugar para vivir pero Mikasa se le adelantó.

—No —respondió la chica—. Muchas gracias, pero no quiero interferir en su recién matrimonio.

—No interferirás en nada —aseguró el castaño—. En parte esto es mi culpa por decir que lo iba a pensar.

Historia negó—. Aunque no hubieras dicho eso, mi papá hubiera insistido y te hubiera arrastrado en esto de todos modos, aparte, casado casa quiere.

Nadie te va amar como yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora