≽˖՞🖇️ ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ hongjoong es un buen líder,
y una de las cosas que más ama
como tal; es dar órdenes.
❝¡park seonghwa, bésame el trasero!❞
𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙 𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒
⸼𖧧 ָ࣪ MUCHO mingi b...
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Yunho le regalaba flores a un bonito chico de ojitos saltones. Primero comenzó con unas florecillas silvestres de color azulado, dejándolas sobre la mesa de este mientras dormía profundamente.
No fue hasta la tercera vez arrancando y dejándole flores bonitas, que Yunho supo el nombre de ese precioso y amable chico. Park Seonghwa gritaban los chicos bulliciosos que le seguían a todas partes.
Yunho podría pensar en él mismo como un acosador, cuando lo que hacía era verle desde lejos y sonreír como un bobo (según decían los trillizos, sus mejores amigos).
Yunho comenzó a distinguir los distintos tipos de flores y cada una era más bonita que la otra. Él quería regalárselas todas, sobretodo porque Seonghwa sonreía y sus mejillas se llenaban de un tinte rojo cada vez que las encontraba en los escondites de Yunho. (Entre las hojas de sus libros, en las rendijas de su locker en el gimnasio, bajo su mesa...)
Mingi frunció las cejas y negó rápidamente con la cabeza, viendo hacia donde Seonghwa fingía dormir. Estaba claro que esperaba a que su acosador (florista, como se auto nombraba Yunho) fuera hasta él.
―Si vas ahí, mueres ―dramatizó Yuqi, la mayor de los trillizos Song, dándose cuenta también de la estrategia de Seonghwa.
―Creo que quiere saber quién le deja flores ―murmuró Hyeongjun, el segundo mellizo, tímidamente―. Le oí decir que cree que es una chica de segundo.
Yunho suspiró y miró a su hermano mayor, buscando consuelo, Sewoon se rio con burla y despeinó sus cabellos.
―Oso ―dijo Sewoon bien alto―, ve ahí y háblale de una vez, el chico no muerde. Bueno, si lo hace... será mejor que te alejes. Los chicos que muerden son problemáticos ―dijo seriamente recordando a dos de sus amigos, Minhyuk y Changkyun.
―Pero no soy una chica, hyung ―susurró Yunho, con pena.
Sewoon frunció el ceño, como si lo que su dongsaeng hubiera dicho fuera muy tonto.
―Siempre creí que sí lo eras ―susurró Sewoon con sarcasmo, causando risas en los trillizos Song―. No tengas miedo, sólo ve ―alentó el mayor, palmeando la espalda de Yunho con cariño.
Sewoon era su hermano mayor, pero era mucho más bajito que él, por lo que la situación se le hacía algo chistosa; Yunho suspiró con fuerza y se levantó, recibiendo miradas sorprendidas de los trillizos y una orgullosa de su hyung.
―Espera, espera. ―Yuqi le sostuvo de la manga y le arregló rápidamente el cabello que Sewoon le había desparramado anteriormente―. Listo.
―No, noona. ―Hyeongjun se levantó y acomodó mejor el cabello de Yunho―. No hagas que se vea como que lo lamió una vaca ―dijo quejoso.
Mingi se rio de lo que sus hermanos dijeron, causando que Yunho rodara los ojos y riera también.
Yunho volvió a suspirar y se dio la vuelta, sin embargo, Park Seonghwa ya se había ido de la cafetería.
Yunho volteó nuevamente hacia la mesa de sus amigos y ahogó un jadeo de llanto.
Los trillizos se encogieron en sus asientos y su hyung volvió a palmear su espalda. Yunho no tenía tanta suerte.
Yunho medía ciento ochenta y siete centímetros, pero se sentía tan pequeño frente a Park Seonghwa, a pesar de sobrepasarle por una cabeza de diferencia. Seonghwa tenía una enorme sonrisa en su rostro que se iba apagando lentamente mientras veía con incomodidad al chico parado frente a él.
Pero no pueden culparlo, Yunho llevaba dos minutos en silencio, estaba congelado, con las manos duras detrás de su espalda y una sonrisa temblando en sus labios.
―Jeong Yunho, ¿cierto? ―inquirió Seonghwa, abultando las mejillas tímidamente―. Conozco a tu hermano, Jeong Sewoon...
Yunho asintió furiosamente, sin creerse que su amor pudiera reconocerle.
―T... Te... Te traje unas... unas flores ―Yunho tartamudeó, pasando lentamente los brazos hacia adelante, dejando ver dos rosas rojas―. Son muy... bonitas, son para ti... ―dijo, rojo como las plantas.
Seonghwa sonrió en grande, con notoria emoción. Miró hacia ambos lados y agrandó sus ojos con impresión.
―¡Por favor, dime quién te pidió que las trajeras! ―exclamó, dando saltitos de alegría.
Seonghwa estaba feliz: ¡Yunho le diría quién era su enamorada!
Todos los sentimientos explosivos dentro de Yunho sucumbieron en un instante, causando gran tristeza en su pecho.
Yunho tragó aire y dio media vuelta, blanco como un papel, dispuesto a huir tan rápido como sus largas piernas se lo permitieran, sin embargo, su brazo fue tomado por las pequeñas manitos de Seonghwa.
―No lo puedo creer ―susurró él con sorpresa, corriendo para quedar frente a Yunho―. Mi primo Chanyeol me dijo que tú eras quien dejaba las flores, pero no le creía.
Yunho cerró los ojos con fuerza, esperando cualquier cosa, todo menos el gran abrazo que recibió. La cara de Seonghwa se enterró en su pecho y Yunho pudo sentir el aliento caliente filtrarse entre los hilos de su ropa.
―¡Me gustas mucho, Jeong Yunho!
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