YUNHONG¡!
miniserie. ────── prólogo.
Yunho llevaba sentado en la sala de espera del hospital, por lo menos, dos horas. Ni siquiera sabía porqué estaba ahí, pero la inquietud y la curiosidad no le permitían irse sin más. El sonido del teléfono le distrajo de sus pensamientos y lo tomó, escuchado a su compañera saludarle con cautela.
―¿Ya lo viste? ―inquirió Cho.
Yunho escuchó el ruido de la puerta de la patrulla cerrarse y a Miyeon bajar de esta con un saltito. Sus botas comenzaron a sonar en el asfalto.
―Mm ―negó Jeong, con la vista fija en el suelo―. Todavía... nadie me dijo cómo está, pregunté por él pero sólo me dijeron que estaba en cirugía.
―¿Quieres que vaya? Te llevaré un café ―dijo ella, inquieta, Yunho escuchaba el sonido de su respiración agitada.
Antes de que Yunho pudiese responderle, un doctor se acercó a él. Yunho se despidió de Miyeon y miró al médico, en busca de alguna respuesta. El amigo de su tío se veía agobiado.
―Buenas noches. Tengo entendido que es o fue cercano al paciente, Oficial Jeong.
―Detective ―corrigió Jeong, pasando la lengua por sus labios resecos―. En realidad, no sé porqué me llamaron. Fui su novio en la universidad ―aclaró.
El doctor asintió, juntando ambas manos sin saber cómo comenzar a hablar. Nunca era fácil hablar con los familiares de los pacientes, y menos en situaciones tan delicadas. Sobretodo si conocía al familiar en cuestión.
―Usted era el único contacto de referencia, Detective Jeong ―dijo Koo con seriedad, pidiendo que le siguiera hacia una de las habitaciones del hospital.
Jeong Yunho miró la sala de espera una última vez antes de seguir al doctor. La habitación en la que Kim Hongjoong, su antiguo novio, estaba era de las más alejadas encontrándose en el final del pasillo. Yunho estaba nervioso, no podía negarlo.
Había recibido una llamada hace sólo dos horas diciendo que Kim Hongjoong estaba hospitalizado. Yunho no conocía mucho a la familia Kim, sólo sabía que vivían en Australia y había tenido que dejarles un mensaje en el contestador (por suerte aún recordaba el número y esperaba fuera el mismo de ese entonces). Mientras caminaba, recordó sus tiempos en la universidad y lo bonita que había sido su relación con Hongjoong.
Ellos habían terminado porque sus tiempos no coincidían, Yunho tenía que concentrarse en su carrera en otro distrito, y Hongjoong había abierto su tienda de moda hacia tan poquito que era imposible mudarse con su pareja. Lo dejaron en buenos términos y prometieron que, si tenían la oportunidad, lo intentarían nuevamente en un futuro.
Hongjoong había sido lo único bonito en su vida y Yunho se arrepintió todos los días por no haberse quedado. Ahora, no sabía cómo sentirse. Tenía un dolor profundo en el pecho, una incomodidad. Estaba muy curioso acerca del estado del mayor y esperaba que no fuera nada grave.
El doctor Koo abrió la puerta y Yunho ingresó con lentitud, casi pidiendo permiso, aun a sabiendas de que no lo concederían.
―No sé exactamente cómo comenzar. ―Koo se colocó junto al paciente dormido, mirándolo con pena―. Jamás, en treinta años, había visto algo como esto.
Yunho miró el rostro pálido y herido de Hongjoong, dormía con tanta profundidad que cualquiera pensaría que había pasado a mejor vida. Yunho se colocó del otro extremo y acarició su mejilla, donde sus pómulos sobresalían.
Estaba más delgado que la última vez que lo vio, pero ese no parecía ser el peor de sus males. La venda en su cabeza y sus manos cubiertas por vendajes llamaron toda la atención de Yunho.
―¿Qué pasó con él? ―preguntó el detective, horrorizado por las innumerables marcas en su piel.
―Lo encontramos esta madrugada en el estacionamiento del hospital, los otros detectives ya revisaron las cámaras de vigilancia; un automóvil blanco lo dejó y huyó. Fue torturado y mutilado salvajemente por, por lo menos, dos meses. Tiene trauma anal, y una contusión ―explicó el doctor, mirando hacia el techo por un momento―. Cortaron sus manos, y colocaron pezuñas en su lugar, cosieron orejas de cerdo a cada lado de su cabeza y también una cola de gato. Pudimos salvar su pie izquierdo, ambos estaban en una bolsa.
Yunho detuvo sus caricias en el rostro ajeno, totalmente congelado tras recibir aquella información. Miró el vendaje en la cabeza de Hongjoong y su pecho entero tembló, teniendo dificultades para respirar.
―Logramos retirar los injertos. ―Koo tocó su espalda, en un gesto de consuelo―. Sé que no es tu caso, Jeong, pero haz lo posible por ayudar a este chico.
Yunho asintió, agradeciendo por el trabajo duro. Yunho no pudo despegarse de la habitación del hospital así que se pidió unos días en su departamento.
Cada vez que se iba, Yunho sentía crecer un agujero en el pecho que le llenaba de angustia y debía volver rápidamente. Miyeon era tan buena en su trabajo que podía arreglárselas sola, pero Yunho sabía que le asignarían un nuevo compañero pronto y eso lo dejaba más tranquilo.
Hongjoong no despertó hasta tres días después.
━ ˏˋ quiero empezar una mini serie (sí, sé que todavía tengo que terminar wait what, estaré revisando eso)
ANYWAYS, ¿les gusta esta idea? Si les gusta, la continuaré. ❤️ Quise publicar primero un prólogo...
© 𝘈𝘙𝘚𝘌𝘕𝘒𝘌𝘠 | jue., 30 de jul., 2020
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Treasure ⸺ateez。2019
Fanfiction≽˖՞🖇️ ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ hongjoong es un buen líder, y una de las cosas que más ama como tal; es dar órdenes. ❝¡park seonghwa, bésame el trasero!❞ 𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙 𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ⸼𖧧 ָ࣪ MUCHO mingi b...