SANJONG¡!
troublemaker. ────── jongho no tiene futuro, dicen todos.Jongho se levantó de su silla y dejó el exámen en el escritorio de su profesor, soltando un profundo suspiro al salir del aula. Había suspendido cuatro materias y tenía una más que pendía de un hilo; nada lo salvaría de las clases de verano, hasta incluso, podría repetir el año.
Esperó sentado en el jardín del instituto a que San terminase con sus clases. San estaba en último año, y Jongho no quería que lo dejara atrás. San quería estudiar en la facultad de Artes, y Jongho sólo quería seguirlo hasta allá, sin importar realmente qué carrera tomaría.
Vio a San salir de su última clase, se levantó y se acercó a él a paso tímido y lento, con la cabeza gacha. Desde que Jongho había tenido ese accidente que le costó la pierna izquierda un año atrás, no había vuelto a ser el mismo. No había podido reinsertarse al sistema y tuvo muchos problemas, fue molestado por otros compañeros por ello.
San había sido el único que no lo había dejado solo, dormía en su cama cuando Jongho se sentía solitario y prestaba su pecho para que él tuviera de qué sostenerse al dormir, cuando era invadido por las pesadillas. Se había convertido en un chico problemas, faltando a sus clases, en peleas, respondiendo groseramente a sus mayores, Jongho había perdido completamente su sentido de la existencia.
Y si San se iba y Jongho no podía seguirlo, no sabía qué haría. No había nada como un “después de San”.
―Tengo noticias buenas ―dijo San, tomando al menor por la cintura para ayudarlo a caminar hacia el aparcamiento.
―¿Cuáles son? ―preguntó con una pequeña sonrisa, sosteniéndose también de la cintura ajena.
―Mis papás ya consigueron mi departamento. Apenas inicie el semestre en la facultad, me mudaré.
Jongho inhaló una cantidad de aire excesiva apenas oírle, deteniéndose por un momento antes de subir al auto de San.
La facultad de San estaba en Seúl, y marzo se encontraba a la vuelta de la esquina, en cualquier momento se iría y Jongho no podría verlo sino hasta el próximo año, o más.
―Eso es increíble... ―murmuró unos segundos después, sin mucho ánimo―. Así que te irás a Seúl.
―Lo es ―San sonrió en grande, estaba muy emocionado por la mudanza―. Visitaré Incheon tan seguido como pueda, para verte.
San no puso las llaves en el contacto, sólo las apretó entre sus manos dudando en si debería o no seguir hablando sobre el asunto. No quería hacerle falsas esperanzas si no era totalmente seguro, pero no podía soportar ver esa cara llena de angustia. Su pequeña promesa no había sido suficiente para confortar a Jongho.
―Hay algo más ―dijo San rápidamente, su mueca tembló.
Jongho alzó la cabeza, ocultando sus temblorosas manos debajo de sus muslos.
―Hay una posibilidad de que vengas conmigo, a Seúl. ―Soltó riendo bajito, causando una mirada llena de estupefacción en el menor―. Ya soy mayor de edad, puedo cuidar de ti.
Jongho boqueó como pez fuera del agua e inclinó ligeramente la cabeza hacia el hombro de San para que él no viese su rostro apenado. Jongho estaba a cargo del Estado, sin padres, era sólo un chico de diecisiete años viviendo en una Casa Hogar.
―¿Podría? ―susurró Jongho, con voz ronca―. ¿Harías eso?
Pensar en que San o sus padres podrían ser sus tutores hasta que fuera mayor de edad le revolvía el estómago.
―No quiero dejarte solo ―susurró San, acariciando la mejilla del menor con su mano izquierda―. Si me voy y no puedo verte todos los días...
San ladeó la cabeza, frotando suavemente su mejilla con la cabeza de Jongho, logrando que así este se aparte unos pocos centímetros.
―Si pasas este semestre, iniciarás el próximo año en una secundaria de Seúl, viviremos juntos... ―susurró el mayor, su voz baja y ronca, acercando sus labios a los ajenos con lentitud.
―¿Quieres vivir conmigo? ―inquirió en el mismo tono, su respiración errática por la cercanía del rostro de San―. ¿Por qué?
―¿En serio preguntas?
Jongho se apartó lentamente, desviando la mirada hacia cualquier parte excepto a San.
―¿Y qué pasa después? Me gradúo, ¿y luego? ―El llanto hizo que su vista se volviera borrosa.
Sus planes a futuro estaban pisoteados, arruinados por completo. Se sentía inservible. No podía hacer nada.
―Eso lo pensaremos después, ¿no quieres ir conmigo? Podrás seguir con tus terapias en Seúl, comenzar alguna actividad, te ayudaré... Siempre estaré contigo ―murmuró sorbiendo la nariz, apoyando la mano en el hombro de Jongho―. No eres una carga ―reafirmó decidido a dejarlo en claro―, yo te amo.
Jongho dejó caer sus lágrimas y apretó su pierna ortopédica con sus manos, asintiendo ante las palabras ajenas.
―Entonces vamos, sí quiero ir contigo. Claro que quiero. ―Rio Jongho, abrazándose a los hombros ajenos, con una confesión pequeña muriendo en sus labios tras un beso corto y suave.
Jongho casi no se aparecía por la Casa Hogar, usualmente dormía en casa de San y los trabajadores sociales lo sabían. Cuando llegaron, Jongho y San fueron a la habitación del mayor, sus padres aún estaban en su trabajo así que estarían solos por cuatro horas más.
El menor se sentó en la cama y dejó su mochila en el suelo, viendo a San dirigirse al baño; se acomodó de tal manera que quedó recostado abrazando a Shiber, el peluche favorito de San.
―Jongho... ―San salió del baño ya cambiado y se sentó en la cama a la altura de las caderas del menor, poniéndole una mano sobre el pecho en la zona del corazón―. Yo sé que... quizás es muy pronto para decir este tipo de cosas, pero...
―También quiero estar contigo ―interrumpió el menor, viendo el techo―, siento lo mismo...
Jongho no solía decir palabras tan profundas o demostrar demasiado afecto, no sabía cómo hacerle saber a San cuánto le importaba, cuánto lo amaba y cuánto quería estar con él.
San sonrió abriendo las mantas para recostarse a su lado y escondió la cara en el cuello de Jongho, feliz de oírle decir aquello. Dejó pequeños besos en la piel tibia del menor y se acercó tanto a él que no había ni una brecha que los separara en ninguna parte, Jongho se aferró a las caderas ajenas, dejando salir suaves suspiros debido a la respiración de San en su piel y su húmeda boca.
⸼𖧧 ָ࣪ jue., 19 de noviembre 2020
lo quería hacer un toque más largo, pero lo dejo hasta acá; quizás después tenga una continuación.
✨ ah sí, gracias por 150mil lecturas ✨
me acaban de decir que soy una carga y que no sirvo, así que me siento un poquito mal :) but that's ok
subiré el de Hongjoong en un rato o mañana, depende 💞
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Treasure ⸺ateez。2019
Fanfiction≽˖՞🖇️ ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ hongjoong es un buen líder, y una de las cosas que más ama como tal; es dar órdenes. ❝¡park seonghwa, bésame el trasero!❞ 𝐀𝐓𝐄𝐄𝐙 𝐎𝐍𝐄𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ⸼𖧧 ָ࣪ MUCHO mingi b...