여덟 개의 마음이 하나로 뭉쳤다 》III

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ATEEZ x ATEEZ

그곳에서 출발한 우리 시작
We started from there

다들 눈 못 떼Everyone can't take their eyes off you

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다들 눈 못 떼
Everyone can't take their eyes off you

Hongjoong relamió sus labios sin apartar la vista del par que, ya percatados de su presencia, le daban un gran espectáculo.

Las manos de Yunho estaban sujetas a las sábanas, arrugandolas con fuerza, había una mordaza en su boca incapacitado sus quejidos, y tenía esos ojos fijos y temblorosos en la figura de Hongjoong parada en la puerta dentro de la habitación; la vergüenza consumía sus entrañas. Jongho, detrás de Yunho, degustaba de su agujero previamente lleno de semen.

―¿Qué hace ahí parado, Capi? ―Jongho se incorporó sin dejar de mirar fijamente al mayor, relamió sus labios lentamente y sonrió.

Hongjoong alzó la ceja tentado a soltar una risilla, sin embargo, se contuvo.

―¿Qué le haces al pobre Yunyun? ―Devolvió Hongjoong en una pregunta burlesca.

Yunho movió suavemente sus caderas ajeno a la conversación que los otros estaban teniendo, comenzando a rozarse con la virilidad de Jongho en búsqueda de sentir más que sólo unos empujones, queriendo de nuevo su grueso pene golpeando en su interior. Su ano se contraía deseoso, palpitando ante el chapoteo que oía a causa de la cantidad de fluidos en la zona.

Las fuertes manos de Jongho apretaron sus glúteos impidiendo que Yunho siguiera moviéndose e instantáneamente dejó salir un gruñido.

Yunho jadeó molesto, entonces, escupió la mordaza y respiró por la boca.

―Apresúrate, Jongho... ―rogó Yunho meneando sus caderas―. Jódeme de nuevo.

Jongho sonrió, demostrándole al líder que era él quien era aclamado y no Hongjoong.

―Ya voy, algodincito ―canturreó Jongho, llevando una mano hacia la entrepierna de Yunho que continuaba goteando semen, metiendo fácilmente dos dedos―. ¿Permites que Hongjoong se quede a mirar nuestro show?

La pregunta fue seria, sugerente. Yunho miró al líder con una sonrisa casi tímida en su rostro.

―Que mire.

Sin dejarle terminar de hablar, Jongho se adentró hasta lo más profundo de Yunho en un sólo empujón, sacando de él un gemido agudo y prolongado, que hizo que sus mejillas se colorearan de rojo.

Era viscoso, caliente y sumamente placentero. Jongho jadeó girando sus ojos fuera de su órbita, apretó las caderas de Yunho y volvió a salir, hundiéndose igual de profundo por segunda vez.

Jongho no era suave, pero lo jodía tan bien. Yunho apretó su rostro contra las sábanas y mordió con fuerza su propia mano.

―Honey... ―Distorsionado, Yunho abrió aún más sus piernas y levantó su trasero para más comodidad.

Treasure ⸺ateez。2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora