#HBDWOOYOUNG

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HongWoo
piratas ··· wooyoung tenía un problema, no podía desobedecer.

HongWoopiratas ··· wooyoung tenía un problema, no podía desobedecer

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Wooyoung sentía que fue hechizado. Él no se daba cuenta de lo que hacía, porque casi nadie le daba órdenes, pero cuando Hongjoong comenzó a hacerlo, Wooyoung estuvo seguro de que algo raro estaba pasándole.

Hongjoong abría la boca para decir algo y Wooyoung obedecía. Haz esto, haz aquello, cállate, ven aquí, hazme de comer, Wooyoung se había transformado en su mascota.

Y Wooyoung estaba un poco asustado. ¿Por qué derepente lo que fuera que dijera un Capitán enano de un barco que daba pena, era ley?

―Young ―Hongjoong llamó al menor y este alzó la cabeza inmediatamente―. Ven, tengo algo de lo que hablar contigo.

Yeosang le miró con la ceja alzada y Wooyoung sólo se encogió de hombros, se levantó del suelo de madera donde ambos estaban fregando y caminó hasta la habitación del Capitán.

Hongjoong estaba parado en medio de su camarote cuando Wooyoung tocó la puerta y entró.

―Young, siéntate.

Wooyoung acató la orden, yendo a sentarse en la silla frente al tocador que estaba a un lado de Hongjoong, sin embargo, el mayor alzó la mano para detenerlo.

―En el suelo, de rodillas.

Aunque Wooyoung frunció el ceño y le miró como si estuviera loco, de todas maneras obedeció. Se arrodilló enfrente del Capitán, con ambas manos en su regazo, ladeó la cabeza confundido.

El pensamiento de que el Capitán iba a castigarlo por algo que había hecho le puso ansioso y tuvo que morderse la lengua para no decir algo vergonzoso, o quizás Hongjoong estaba esperando alguna disculpa.

Wooyoung quiso reírse, el Wooyoung de hace un tiempo jamás habría obedecido a cualquiera que le diera órdenes, él era un pirata fantasma, sin embargo, ahora no sabía si se debía a ese hechizo que él mismo se inventó o si de verdad le ponía tanto que el Capitán del Treasure le hablara con esa rudeza, tan dominante.

Hongjoong se sentó en la silla frente al tocador y le miró por unos segundos, confuso.

―Acércate más ―pidió Hongjoong pasando la lengua por los labios resecos.

El ojo derecho de Wooyoung sufrió espasmos, quiso quejarse, pero se abstuvo y gateó hasta quedar justo enfrente del mayor. Si se inclinaba tan sólo un poco, Wooyoung podría recostar el mentón sobre las rodillas ajenas.

Hongjoong abrió la boca en un círculo, confundido. 

―¿Por qué obedeces? ―preguntó Hongjoong, llevó su mano al largo cabello del menor y peinó unos mechones detrás de su oreja―. No es propio de ti, pequeña sanguijuela.

Treasure ⸺ateez。2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora