#74 Orengi

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SAN (woo) GI ────── san no sabe que ha rescatado a un híbrido.

#1

San estuvo apunto de subir las escaleras cuando lo vio

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San estuvo apunto de subir las escaleras cuando lo vio. El delgado gato naranja que siempre estaba recostado en esa banca bajo el sol lucía realmente cansado y estaba sucio. El día anterior había llovido hasta la madrugada y el pobre gato no tenía un lugar donde refugiarse.

San había creído que ese muchacho que vio una vez era su dueño, pero también era una persona sin hogar. San lo veía haciendo fila en la entrega de comida que hacía la iglesia, era un chico alto con ropa ancha, tenía una cicatriz en su cara y quemaduras en el cuello.

San no sabía su historia, ya que sólo lo veía cuando iba de ayudante en el albergue, pero siempre lo observaba.

Ese gatito llevaba días solo. San mentiría si dijera que no estaba preocupado por ese chico.

San bajó el pie que había subido al escalón y se regresó. Caminó hasta el gatito y cuando hubo tapado el sol con su sombra, este abrió sus ojitos y le miró. Rápidamente el gatito se incorporó.

―Hey, gatito ―murmuró San llevando una mano a su cabecita para acariciarlo―. ¿Adónde fue el chico bonito?

El gatito se inclinó a su toque inmediatamente y se dejó acariciar, maullando y frotando su rostro en la mano de San.

―Oh, ¿me reconoces? Eres tan mimoso ―San chilló feliz, pero su sonrisa se fue al instante en que tocó la columna vertebral del minino, ya que era demasiado delgado―. ¿No sabes cazar? Hay un río aquí cerca ―le dijo con obviedad.

El gatito ladeó la cabeza hacia él y San sonrió nuevamente. Su rostro era demasiado lindo.

―Vamos, te daré algo para comer.

San tomó en brazos al gatito y este se refugió cariñosamente en su pecho. San no dejó de acariciar su cabecita en todo el camino a casa.

A San le gustaban mucho los gatos, pero desde que su mascota había fallecido hace ya dos años, no había tenido otro. Extrañaba demasiado a su gata y sentía que la reemplazaría si adoptaba a alguien más, pero su corazón se hacía pequeño cuando veía al gato de la banca.

Ooorengii ―alargó San dejando sus cosas en la entrada―. No tengo comida para gato, pero le diré a alguien que me haga un favor ―rio.

San sentía la tierra en los dedos, pues el gato estaba muy sucio.

―Te lavaré bien y luego podrás comer, espero que no me arañes ―hizo pucheros y los ojitos del gato se fijaron en él como si entendiera.

San rio. De verdad esperaba no salir herido.

(...)

―¿Qué es todo eso?

San miró toda la ropa de gato secándose en la sala y luego miró a Wooyoung. Dejó sus cosas en la entrada y se acercó al sofá.

Treasure ⸺ateez。2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora