Capítulo 9

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Tweek culpaba un poco a Butters y a la información que había obtenido por su creciente interés en Craig. El día en que supo que volvería comenzó a preparar algunos dulces que sabría que le gustarían, incluso la tarta por la que lo había visto peleando con la señora Broflovski.

Lo único que lo hacía sentir molesto era que solo sabía vendría gracias a Butters, ya que Craig no había aceptado ninguna de las solicitudes que le había enviado.

"Debe estar ocupado, él tiene más responsabilidades que el resto" consoló el rubio.

Se esforzó en creerlo de la misma forma, pero no podía evitar sentirse poco importante cuando veía que el otro doncel recibía mensajes y llamadas en cada oportunidad que su esposo tenía. Le pareció que además de amarse, eran muy buenos amigos y compañeros, era el tipo de matrimonio con el que había soñado alguna vez.

Le preguntó a Butters sobre las cosas que le gustaban a Craig, solo podía afirmar con seguridad su obsesión con el chocolate, el color azul y viajar hacia otros planetas. Por lo que tuvo que buscar información en otra parte.

Le escribió a Chef preguntando por las comidas, a lo que le respondió que nunca pedía nada en particular, pero que se había percatando que suele comer más cuando se trata de una determinada sopa que se hacía a partir del caldo de la carne juntos a unas verduras. Tweek recordó una comida que su madre solía hacer que tenía cierto parecido, así que la replicó para la cena cuando Butters le había avisado que su esposo había llegado a casa.

Tweek había aprovechado esos días solo para cocinarse la comida chatarra que siempre comía, pero ahora quería acompañar a Craig. Admitía que tenía inseguridades respecto al sabor, a él le gustaba lo que había probado, pero también era cierto que todos allí tenían un gusto bastante soso en general.

El tiempo transcurría sin tener ninguna novedad. Tweek había estado observando al robot yendo de un lugar a otro para limpiar por horas, hasta que finalmente supo que había hecho todo en vano. Craig no iba a aparecer.

Seccionó la comida para guardarla, la decepción le impedía sentir hambre. Había una parte de él que volvía afirmar cierto rencor hacia Craig, aunque ahora solo podía justificarlo por no avisarle cuando no iría a casa.

Incluso antes de ponerse a cocinar, Tweek había seguido los pasos que Butters le había indicado para estar limpio de todas las formas posibles. Le prestó mucha atención a los consejos del rubio sobre la limpieza, geles y otros productos que habían comprado días antes. Tweek tuvo la leve idea de que, si Craig supiera sobre las cosas que había adquirido para complacerlo, probablemente se reiría de él por estar ansioso.

Nunca había romantizado la virginidad, no estaba en sus planes esperar a la persona con la que se casaría para obtener su primera vez. De hecho, esperar al matrimonio se consideraba algo tonto y prehistórico en su planeta, por lo que era normal estar con varias personas en la vida, pero no era algo que hicieran las personas de allí; parecía algo prohibido.

Tweek no era alguien asexual, había estado fantaseando con su primera vez desde que sus hormonas habían explotado, incluso ahora, a sus diecinueve años, estaba demasiado inquieto respecto al tema.

Tenía curiosidad, quería experimentarlo, solo que nunca creyó que estaría obligado con una persona determinada, sino con alguien que hubiera conocido y con el que se sintiera en confianza. Confianza que Craig no le había dado en absoluto.

Quizás porque estaban casados y porque Tweek había decidido que no iba a permitir que Craig le creara inseguridades, pero ya no estaba disgustado con la idea, al menos no ahora que había procesado la situación. Además, el Craig era apuesto, así que no sentía culpa en sentir deseos, en imaginarse en ese tipo de situación con él.

¡Eres mío! (Censurado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora