Se removió incómodo, su cabeza y su espalda dolían como si hubiera dormido en una mala postura por mucho tiempo. Tenía el suficiente sueño como para desear seguir durmiendo, pero el dolor era molesto y eventualmente abrió los ojos.
Sus párpados se sentían pesados, los abrió y cerró incontables veces para observar que estaba en un nuevo lugar desconocido. Por momentos se cuestionaba si todo lo ocurrido en la última semana había sido un mal sueño, su corazón se paralizaba cuando recordaba todo lo vivido. Sabía que era imposible durar por mucho tiempo más teniendo esa herida en su corazón.
Había algo extraño a su alrededor, giró su cabeza y no fue hasta entonces que notó que estaba siendo sostenido por un hombre de cabello castaño. Tweek gritó al dar un pequeño salto lejos de sus brazos, el sujeto le sonrió de una forma amable y tomó distancia con las manos en alto para que se tranquilizara.
—¿Francis? —dijo otro hombre que estaba en los asientos de adelante. —Te dije que lo dejara solo, nos advirtieron que era muy impulsivo.
Francis rió con suavidad sin apartar sus ojos de Tweek, este se había apegado a una de las esquinas del vehículo. Era una máquina parecida a un auto, solo que muy espaciosa y parecía levitar de alguna forma extraña, ni siquiera necesitaba que hubiera alguien manejándolo. Tweek lo supo porque ni siquiera tenía un volante, sino que había una pantalla.
—Lo siento, ¿te asusté mucho? —pronunció con un poco de culpa en su voz. —Es que eres muy lindo, pensé que te ayudaría a relajarte si estabas en contacto con otra persona.
—¿Dónde me llevan?
Lo cierto era que ahora Tweek se encontraba en la nada misma. Todas las personas que amaba y conocía habían muerto, ya no tenía casa porque estaba muy lejos de su mundo. Tampoco tenía dinero o algo con lo que pudiera sobrevivir. La desesperación iba en aumento, deseaba llorar, pero ya no tenía lágrimas en su cuerpo.
—Wow, cálmate. Te llevamos a la mansión Tucker, una de las más lindas en este planeta —le dijo Francis. —Nos pidieron que te cuidemos, así que relájate. Estás seguro con nosotros.
—Soy Clyde —se presentó el hombre que iba delante de ellos. —Te colocaran en la servidumbre de esa mansión, allí obtendrás dinero y comida por el momento.
Si alguien le hubiera dicho esto hace dos semanas, Tweek se hubiera reído como un desquiciado. Ahora era una dolorosa realidad que debía afrontar, ya no estaban sus padres para protegerlo.
—¿Por qué me llevan allí?
Clyde lo miró un poco sorprendido, Tweek supo que había una cierta lastima en sus ojos.
—Los Tucker son personas muy amables, se conmovieron con lo que te ocurrió y no dudaron en ofrecerte un hogar. Si te portas bien, podrías tener un trabajo de por vida allí.
"Amables" La palabra hizo eco en su cabeza cuando se enfrentó a la primera persona en la mansión. El lugar era demasiado grande para que solo una familia viviera, ni en las mejores casas de su planeta habría una arquitectura similar. Era tan majestuosa y brillante, una joya a una escala monumental. La mujer de cabello castaño era demasiado insignificante en comparación, Tweek dudó que fuera la dueña del lugar, sin embargo, notaba su gran poder.
—Este chico está en mal estado. Es demasiado pequeño, ¿están seguros de su edad?
—Señora Liane, sabe que los donceles son pequeños. Incluso su hijo lo es, solo que no lo nota por su gordura.
Clyde le pegó un codazo a Francis para que cerrara la boca, pero no pudo evitar reírse él también. Incluso Tweek reprimió una risa al ver la cara enrojecida de la mujer. Los ojos de Liane se enfocaron rápidamente en el rubio, por lo que pudo deducir que haría su vida imposible si tuviera la oportunidad.
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¡Eres mío! (Censurado)
Fiksi PenggemarTweek Tweak es el único sobreviviente de un planeta que fue atacado por una especie alienígena. La ayuda interplanetaria llegó tarde, ya no quedaba nada más que él. Craig es el líder de un escuadrón militar, su frialdad característica aumentó gracia...