Sebastian Stan. Chris Evans. |𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒, 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀|

1. Chris Evans.

Chris la miró con algo de tristeza, pero, a la vez, la miraba con asombro. _____ se veía totalmente hermosa con ese vestido blanco. Ese hermoso vestido de novia, le sentaba de maravilla. Sí, era muy sencillo, pero, eso es lo que el futuro esposo de la latina quería, algo que no llamara mucho la atención, pues, se iba a casar por lo civil, no por la iglesia. Ella no creía mucho en eso, y él... bueno, solo quería que fuera un tramite oficial. 

—¿Qué piensas?—preguntó a la mujer que le vendía el vestido. 

—Se le ve hermoso. Será una de las novias más hermosas del mundo. 

_____ se miró al espejo que se encontraba frente a ella. El vestido era bonito, no lo iba a negar, pero, no era con lo que había soñado, tal vez, algún día, compraría el vestido que de verdad quería, solo para usarlo una vez, eso pedía. Tener el vestido que deseaba desde que soñó con una boda. 
Su mirada no era la más feliz, de hecho, estaba algo decaída. 

—Chris—lo llamó—. ¿Qué opinas? 

Él la admiró. 

No podía decir que se veía mal. No mentiría solo porque no estaba de acuerdo con su boda. No podía, no cuando ella lo miraba de ese modo. Triste. 

—Te ves... hermosa—se acercó a ella. 

La mujer encargada de la venta, les dio privacidad, alejándose. 

—Gracias—le sonrió al rubio. 

Chris se acercó más, y se subió a aquella pequeña plataforma. 
La mirada de _____ se dirigió con a esos hermosos ojos azules con cierto temor. Ambos se sentían extraños. Porque, ella no estaba segura de querer casarse con alguien como él. Alguien como Esteban solo le traería problemas, en especial, porque sabía que él estaba totalmente enamorado del dinero de su familia, y no de ella. Chris no quería que se casara, no con alguien que no fuera él. 
Pero, no podían estar juntos, no ahora que Chris se había sincerado y le había dicho aquellas crueles palabras que aún sonaban en la mente de la latina. 

"No podemos estar juntos, yo jamás me casaría contigo, _____, no puedo".

—¿Qué haces?—le cuestionó con voz algo firme. 

—_____. No te cases—pidió con voz algo entrecortada. 

Ella frunció el ceño. 

—Chris... 

—Por favor, no lo hagas, sabemos que no estás enamorada de él. 

—¿Por qué? Tú me dijiste que no podías estar conmigo, y si dijiste eso, es porque no quieres. 

Chris rodó los ojos. 

—No, _____. No. No dije eso, bueno, sí, pero, no iba con esa intención... 

—Ya basta—pidió antes de comenzar a llorar—. Basta, Christopher, no quiero oírlo. 

Se bajó de la plataforma, llamó a la empelada, y procedió con el pago de su vestido. 

(***). 

La boda civil estaba llevándose a cabo. Esteban se encontraba de traje, y emocionado en su totalidad, aunque claro estaba, no por ella, sino por el dinero que se le otorgaría. 
_____ estaba a punto de llorar, y no por la felicidad, estaba reteniendo las lágrimas, porque su familia creía que eso era lo correcto. 
Suspiró, miró de forma disimulada a todos. A su familia, y a la de su futuro esposo, casi bufa por ello, pero, estaba en una ceremonia, y no quería escandalo. 

Algo, no supo qué, pero algo, le dijo que debía voltear. Así que lo hizo. Pero, entonces, lo vio. Ahí parado, en la puerta de la sala del registro civil. 
La miró con verdadera tristeza, pero a la vez, esperanza. Ella no rompió el contacto visual, y alguien se dio cuenta. 
Pues, la madre de _____ la miró y negó con la cabeza. 

—No, ____—le advirtió en susurro. 

Pero la latina sonrió. 

—Sí—respondió en voz alta, y comenzó a correr hacia Chris. Él sonrió y corrió, saliendo antes que ella, porque ambos sabían perfectamente que iba a pasar. 
Su prometido iba detrás de ella, gritando su nombre una y otra vez. 

—_____ ¡vuelve!—gritó con voz furiosa—. ¡Ahora!

____ rio por el enojo de Esteban, y cuando vio que Chris ya estaba listo y con el auto encendido, se lanzó a él sin pensarlo. Gracias a que el auto no tenía techo, fue sencillo brincar hacia él sin hacerse daño. 

—¡Acelera!—le gritó riéndose y Chris lo hizo. 

Comenzaron a alejarse del registro civil, Christopher reía con diversión y verdadera felicidad. 
En cuanto estuvieron lo suficientemente lejos, ella se pasó hacia el asiento de enfrente, junto al rubio. 

—Te amo, ____—le dijo deteniendo el auto—. Siempre lo he hecho. 

—Lo sé—asintió, y se acercó a él para besarlo. 

E N D.