35. Sebastian Stan

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Tecleaba de forma veloz en su computadora, esperaba terminar antes de las cinco para poder irse pronto a casa. 
Escuchó la puerta abrirse, y supuso que era Chris, su jefe. Volteó con calma, incluso con una mini sonrisa. Esta se borró al ver que, quien estaba ahí, era. Alba.No sabía mucho sobre ella, solo que había tenido algo con Evans, y que ahora, no sabía exactamente si tenían o no una relación, eso la confundía, pues el rubio había sido tan amable, coqueto, ya incluso la había besado. ¿Qué era entonces lo que quería Chris?

 –Hola, buenas tardes –saludó, y fingió una sonrisa, pero, por dentro podía sentir ese dolor.

 –Hola–apenas y la miró. Entró directamente hacia la sala de juntas, al no ver a Christopher ahí, se dirigió hacia aquella "sala de descanso" de Evans, en donde se encontraba, un sofá cama, y algunas cosas en caso de que Chris se quedase a dormir en la oficina.

Continuó con su trabajo, aunque, claramente, el dolor en su pecho estaba presente, y le impedía poder trabajar con la misma energía optimista de antes.
Tomó aire y vio el reloj.Faltaban sólo diez minutos, tenía que irse antes de que llegara Chris y los escuchara de nuevo... besándose.

Entonces, Alba salió de aquella sala, y sin despedirse ni nada parecido, salió igual de la oficina.

Alzó una ceja. Siempre era grosera con ella, salvo cuando Evans estaba presente, comenzaba a acostumbrarse a ella.En cuanto faltaron cinco minutos para su hora de salida, tomó todas sus cosas, guardando todo a una velocidad admirable, salió casi corriendo de ahí.

Y antes de poder cruzar la calle y alejarse lo suficiente de las oficinas, una silueta la hizo parar.

–Seb–murmuró.Él la miró con tristeza.

 –Vino Alba, ¿verdad?

 Ella tomó aire.

 –¿Por qué crees eso? –preguntó dando un paso adelante, acercándose más a él.

–Porque tienes esa mirada. Se nota que quieres salir corriendo, alejarte. Además, tus ojos tienen una tristeza que nunca podrías ocultar.

Tragó saliva, y sintió como sus ojos comenzaban a picar. No quería llorar. NO DEBÍA LLORAR.

 –Ven. Te llevo a casa.

La tomó de la mano con delicadeza, y la guio hacia su auto.Escucharon voces.

Luchó con todas sus fuerzas, intentó no hacerlo, pero terminó volteando. Y mirando como Alba y Chris caminaban hacia el auto compartiendo algunas risas.

–Vamos–le habló Sebastian, para sacarla de el dolor –, te compraré algo en el camino.

Asintió. Dejó de mirarlos, y caminó junto a Stan.No sabía que clase de magia o encanto tenía él, que incluso, en los peores momentos podría salvarla.


note: este imagina tendrá parte 2 jaja. 
perdonen la ausencia jsjs. :3 

Sebastian Stan. Chris Evans. |𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒, 𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora