"Petit"

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Capítulo 8

*17 de julio, 6:30 a.m.

Esa mañana despertó por una ligera molestia en la parte inferior de su vientre, como un tirón, no lo sabía, pero sí que era algo incomodo.

No entendía que era lo que ocurría, nunca había sentido algo parecido, ni antes, ni después de quedar embarazada... bueno, hasta ahora, claro. ¿Debería preocuparse? No tenía idea, pero al ser algo nuevo le hacía sentirse inquieta, ¿el bebé estaría bien? Eso si la preocupo. Inmediatamente llevo ambas manos hacia su vientre y comenzó a darle ligeras palmaditas para despertarlo, estaba muy quieto, en realidad casi no se movía, y cuando lo hacía era en las mañanas exigiéndole comida, o cuando ella tenía algún sentimiento negativo, no estaba segura, pero podría jurar que lo hacía para distraerla.

Así que en cuanto sintió los ligeros movimientos en su interior no pudo evitar soltar un suspiro de alivio, estaba bien, el pequeño solo estaba dormido. Poco después pudo sentir una fuerte patada, sonrió, seguro estaba molesto por haber sido despertado tan temprano, así que comenzó a acariciarlo suavemente a modo de disculpa. Miro su reloj sobre la mesita; 6:45 a.m.

Con razón estaba molesto, normalmente- debido al embarazo- ella despertaba a eso de las 9 o 10 de la mañana- dependiendo si se había desvelado viendo series o no- y solo unos minutos después, el pequeño se hacía notar dando ligeras pataditas en señal de que tenía hambre. Era curioso, casi todo el embarazo sin moverse, y ahora, desde aquella tarde, siempre se daba a notar, bueno, al menos ocasionalmente. Creía que, de alguna manera, le había hecho sentir su preocupación y, al percibir su estado de ánimo, trataba de reconfortarla con su presencia...

Sonaba tonto, pero era lo que sentía.

Tan metida estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta de en qué momento había dejado de sentir aquella molestia.

¿Qué habría sido? ¿tendría que llamarle a su doctor? No estaba segura, quizá solo había sido algo momentáneo, aunque la duda persistía.

Aun así, decidió no comentar nada, no lo veía necesario, después de todo, solo había sido algo pasajero.

Una nueva patada capto su atención, no pudo evitar reír. Volvió a acariciar su crecido vientre y, acto seguido, aparto las cobijas de sus piernas, y abandono la comodidad de su cama. Ahora que estaba despierta, y haberlo despertado a él, lo menos que podía hacer era alimentarlo. Volvió a sonreír

-que niño tan exigente- murmuro

...

3:30 p.m.

Se encontraba en el jardín trasero de su casa, dejando que los delicados rayos del sol acariciaran su pálida piel. El día no estaba muy soleado, había una brisa exquisita y hacía tiempo que necesitaba un respiro. Estar dentro de su casa era un poco incomodo debido a todas las emociones que transmitían sus padres, y los únicos lugares donde no se sentía con esa tensión eran; su habitación y, por fortuna, el patio.

Yuno le había dicho que podía esperar ahí en lo que terminaba de preparar la comida, realmente ya tenía mucha hambre, y el bebé no dejaba de moverse, aun no la había pateado, pero estaba segura de que lo haría pronto exigiendo alimento.

Suspiro, que día tan más bonito...

-Irasue...

La voz de su padre borro inmediatamente su sonrisa.

-¿sí?- desde que le había dicho que no volviese a referirse a él como "padre" su comunicación era de lo más fría y breve posible. No le hablaba en absoluto y cuando lo hacía, solo era porque no tenía más remedio que hacerlo. Hoy seguramente era uno de esos casos.

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