Quiebre

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Capítulo 14


La noche era fría, la luna apenas y alumbraba aquel oscuro callejón y el único sonido que escuchaba era el de la música estridente que había en el interior.

Había estado un buen rato ahí dentro y realmente necesitaba aquel respiro. Llevo lo que quedaba de su cigarrillo nuevamente a su boca y aspiro la última calada de ese mal adictivo.

"debo dejar esta porquería" pensó en cuanto tiro la colilla al suelo y la piso para apagarla. Sabía que era dañino, pero le era difícil dejarlo, intentaba hacerlo, realmente lo intentaba.

Por su hija.

A Rion no le gustaba que fumara, eso la ponía muy triste. Ya no fumaba tanto como antes, si acaso lo hacia una o dos veces por semana y eso ya era mucho, pero aun así intentaba sacarlo por completo de su vida. Por su Jirafita.

Sonrió ante la imagen sonriente de su pequeña, realmente amaba a esa niña.

Recordó algo importante. Su Jirafita no hace mucho le había pedido ir a ver a su amiguito, debía hablar de ese tema con Irasue, claro. O quizás en su próximo día de descanso, hacerles una visita sorpresa. Esa idea le gustaba más, definitivamente, pronto les harían una visita sorpresa.

Exhalo. Noto como su aliento se hacía visible debido al frio, ¿tanto había bajado la temperatura? Lo mejor sería volver a dentro. Después de todo, debía continuar con la supervisión del lugar.

Pero antes de siquiera tocar la manija, algo capto su atención. No estaba seguro, pero aseguraba haber visto algo por el rabillo del ojo.

Camino fuera del callejón y miro por ambos lados. No había nadie.

¿Acaso lo había imaginado?

...

¿Por qué tardaba tanto?

Entendía que las mujeres tuviesen sus necesidades, pero ya había tardado bastante y él no podía atender la barra solo.

Aprovechando que por el momento las cosas estaban "tranquilas", rápidamente se dirigió a la parte de atrás con la clara intención de jalar de las coletas a su pequeña compañera y regresarla al trabajo. Pero ¿Cuál fue su sorpresa? Pues, ciertamente, no esperaba encontrarse un cuerpo inconsciente sobre el suelo, a un lado del baño.

Inmediatamente se acercó, tomo en brazos el menudo cuerpo de Irasue y lo deposito sobre las bancas.

-¡hey! Niña, despierta- repetía al tiempo que le daba ligeras palmadas en la mejilla.

Comenzó a reaccionar, llevo una de sus manos a su cabeza, justo donde se había golpeado al caer.

Inmediatamente recordó.

-ay niña, no me des esos sustos, si estabas tan cansada me lo hubieses dicho y...- no termino la oración, pues sintió como las manos femeninas lo empujaban con brusquedad hacia un lado.

-¿¡y ahora que mosca te pico!?- pregunto molesto, por la repentina acción de la mujer.

Ella no le hizo caso, simplemente la vio tomar su teléfono del suelo.

-Yuno... Yuno ¿sigues ahí?- pregunto con desespero

-¿Qué rayos te pasa?- pregunto, no entendiendo que era lo que ocurría y el porqué de la aparente desesperación de su compañera. Comenzaba a inquietarse.

-CALLATE JAKEN- le grito, volviendo después a su llamada.

Quedo en shock. No esperaba esa reacción.

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