¿La única opción?

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Capítulo 3.

Todos notaron el repentino cambio de la chica con el paso de las semanas, a pesar de aun conservar su característica personalidad, en su mirada se podía apreciar una determinación abrumadora, nadie sabía a qué se debía esto, pero tampoco tenían pensado en preguntar, después de todo, no eran asuntos suyos. Claro, no solo eso había llamado la atención de sus compañeros, no, pues a lo largo de esos días, de pasar a ser la chica más activa de la escuela, poco a poco había pasado a perder condición en su cuerpo, pues se cansaba más rápido, su apetito había aumentado... y eso era muy extraño, pero lo más desconcertante de todo, fue haberla visto consumir carne, ¿Qué porque reaccionaban así? Simple, todos tenían sabido que, Sakakibara, era VEGETARIANA.

Dejando a un lado eso, otro cambio que había sufrido la chica era su cambio de ropa. 

Ya no usaba el uniforme por arriba de la rodilla, su camisa siempre estaba sin fajar, y el suéter siempre lo llevaba abierto. En pocas palabras, ya no le daba importancia en arreglarse "debidamente", tal vez era para ocultar su muy ligero aumento de peso, en realidad no se notaba, solo era cuestión de mirarla por un largo rato para hacerlo, sus caderas habían aumentado un poco, su busto de igual manera... en realidad esos "kilos de más" le habían favorecido bastante, pues solo habían logrado hacerla ver más... sensual a la vista del género masculino.

Por otro lado, también la notaban muy somnolienta, ya era costumbre verla dar ligeras cabeceadas en medio de algunas clases, o en otros casos, verla dormir en la biblioteca durante el receso o después de la escuela, realmente nadie entendía todos estos cambios en su compañera.

¿O tal vez sí?...

No estaban seguros, quizás solo eran imaginaciones suyas y solo atravesaba por alguna etapa como decían los adultos, pero la duda persistía, aun así, nadie se atrevía a preguntarle, ni a meterse en sus asuntos...

Si su compañerita de clases estaba embarazada ese era asunto suyo, nadie tenía porque meterse en ello. Aunque no estaban seguros si realmente fuese ese el asunto

Realmente nadie sabía que pensar, quizás solo estuviera enferma, pero como antes, la duda persistía.

Sin que nadie lo supiera, la chica realmente estaba bastante consciente de todo lo que ocurría a su alrededor, tenía una idea muy bien acertada sobre lo que seguramente pasaba por la cabeza de sus compañeros.

Y eso le irritaba, bastante.

En esos momentos odiaba ser el centro de atención, su estado comenzaba a ser más notorio y eso más temprano que tarde la delataría, apenas había cumplido 14 semanas, pero dado a su complexión menudita y delgada, su vientre ya se notaba hinchado, no exagerado, aun así, debía ocultarlo con ropas holgadas. Suspiro, su estómago dolía, tenía mucha hambre, bastante en realidad, y eso se debía a lo poco que había comido en el desayuno, todo por no levantar sospechas en sus padres, frente a ellos seguía siendo la de siempre, pero una vez llegaba al colegio, se encerraba en el baño y desarreglaba por completo su uniforme para ocultar la cosa que crecía en su vientre, era una suerte que hasta el momento no hayan mandado a llamar a sus padres, de lo contrario estaría en problemas, debía esperar un poco más, solo 2 semanas más y todo se resolvería.

-muy bien clase, entreguen sus trabajos- escucho la voz del profesor lejana, eso le resultó extraño

Levanto la cabeza de su pupitre y de inmediato noto que todos sus compañeros comenzaban a levantare para dejar los ejercicios que había dejado a principio de la clase sobre el escritorio del profesor. Inmediatamente se levantó y tomo su libreta para entregarla, pero ante el repentino y brusco movimiento no pudo evitar sentirse mareada y perder el equilibrio momentáneamente, esto llamo la atención de uno de sus compañeros.

Kill MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora