"Memories" parte 1

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Capitulo 20


El cielo azul, con ligeros matices de colores, anunciando pronto el atardecer. Las nubes amorfas, avanzando con lentitud frente a sus ojos, por la brisa que soplaba. El sol en lo alto, brillando cada vez con menos intensidad, ocultándose poco a poco hacia el horizonte, con el transcurso de las horas.

Lentamente llenaba sus pulmones, y de la misma forma lo expulsaba, para repetirlo una y otra vez, sin cansancio, hasta que un día la muerte lo abrazara y se llevara consigo, el ultimo suspiro de su vida, obligándolo a dormir por la eternidad.

Sonrió.

Esperaba ese momento con ansias.

Cerro los ojos, disfrutando del agradable clima, arrullándolo con delicadeza, tentándolo a tomar una siesta.

A sus oídos llego una canción, demasiado cercana, tan llena de vida.

Revelo nuevamente el dorado de sus ojos, topándose de inmediato con el causante de tan natural melodía.

Un pájaro.

Así de simple.

No le tomo mayor importancia, y continuo con su descanso. Pasaron pocos minutos, cuando por fin comenzaba a dormitar, que le llegaron las primeras imágenes.

Hojas. Colores.

Suspiro. Era inevitable que a su mente llegaran esos recuerdos sin aviso, así como tampoco podía evitar recorrerlos como si de una película se tratara. Hacía mucho que ya no los reprimía, pues era agotador tener que luchar constantemente contra ellos, tan doloroso. El dolor no se iba, pero había aprendido a sobrellevarlo, y pasaba más rápido si solo, los dejaba fluir.

*-¡mami, pada ti!- extendió sus manitas hacia su madre.

-mi amor, es muy bonito, ¡gracias!- dijo ella, después de ver la hoja llena de color, donde él la abraza con todas sus fuerzas.

Lo cargo entre sus brazos, y comenzó a llenarle la carita de besos.

-te amo, petit*

Una punzada en el corazón, una ligera risa saliendo de su boca, recordando perfectamente la hoja con garabatos inentendibles que le había regalado.

Pero, como cualquier madre, para ella había sido el dibujo mas hermoso que un hijo pudiese darle.

*-petit, despierta. Abre tus hermosos ojitos que el sol ya despertó.

-no quedo- se negó, removiéndose en su cama.

Hubo un pequeño silencio, que prontamente fue sustituido por la voz de su madre, cantando suavemente, el feliz cumpleaños.

-♪que tengas un feliz cumpleaños, y que hoy puedas disfrutarlo... con la familia que dios te dio♪

Abrió de inmediato sus ojitos, sentándose con rapidez, viendo a madre sosteniendo un pequeño pastel entre sus manos, con una velita de tres años.

-¡MAMI!- grito extendiendo sus bracitos

-¡feliz cumpleaños, mi bebé precioso!*

Esa canción era especial, y le hubiese encantado no solo escucharla esa única vez.

*-¡mami, code!- gritaba emocionado, mientras corría en dirección al parque.

-¡no vayas tan rápido, petit!- le respondió su madre, corriendo tras de él.

Kill MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora