Odio y Consuelo

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Capítulo 12

Se acercaban.

Rebasaban los autos velozmente, y deseaba nunca llegar. Las uñas estaban maltratadas debido a los nervios, el tic en su pierna impedía que dejase de moverla y la frialdad en sus manos no desaparecía.

Pero eso no cambiaba el hecho, de que pronto lo volvería a ver.

Era cuestión de unas horas, pero no tenía mucho que habían partido y ya sentía que avanzaban muy rápido. El auto estaba sumido en el silencio, los niños estaban bien asegurados, cada uno en su portabebés y, dado que habían partido muy temprano, se encontraban profundamente dormidos, dejando a ambos adultos en un ambiente incomodo y hasta cierto punto, pesado.

El pelirrojo ciertamente se encontraba sorprendido, después de lo de anoche, luego de haber sido rechazado por la mujer a su lado, no esperaba que los planes de viajar juntos siguiesen en pie.

O siquiera que aún le dirigiera la palabra.

La miraba por el rabillo del ojo cada tanto, y podía notar el nerviosismo en su cuerpo. Quizás era buena idea intentar distraerla.

Se aclaro la garganta- me... me da gusto que decidieras no cancelar nuestro viaje, me sorprendió un poco que, casualmente, los innombrables estuviesen en la misma ciudad.

Ella solo lo miro de reojo, y volvió a fijar su atención en el tablero del auto, claramente no interesada en seguir la conversación. Aunque, claro, no se daría por vencido.

-puedo saber... ¿porque decidiste apresurar nuestro viaje?

-solo quiero acabar con esto pronto, es obvio.

Bueno, al menos le respondió- "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy" ¿no es así?

-como sea

-sí, entiendo, pero... tengo una duda, y es algo que recién pensé también... ¿Qué pasa si Sesshomaru quiere seguir viendo a su padre? ¿has pensado en eso?

No, no lo había pensado.

¿Cómo no se le paso eso por la cabeza? Bueno, si se le había pasado por la cabeza esa posibilidad, pero no había ahondado más en ello, hasta ahora. ¿Qué haría si su petit quería seguir en contacto con ese idiota? Bueno, eso dependía de como salieran las cosas entre ellos, claro, pero... si se llevaban bien... ¿Qué pasaría?

Frunció el ceño e inmediatamente miro al culpable de esos pensamientos. No lo había pensado, pero ahora, por culpa del pelirrojo a su lado, su cabeza y corazón estaban aun mas intranquilos de lo que ya lo estaban.

Maldito

Claro que el ojiverde entendió el mensaje, y en vez de distraerla, le había agregado otra "preocupación" en la cual pensar. Bravo.

Creo que lo mejor era cerrar la boca.

El si había pensado en tal posibilidad, claro. Al igual que ella, ese detalle le había preocupado en su momento, pero... no era algo que dependiera de él, si su jirafita quiera seguir viendo a su madre, él no podría impedírselo, podrían llegar a un acuerdo, claro. Ya con el tiempo se verían los resultados, por ahora, lo primero era conocerse.

-papi...

La voz de su pequeña capto su atención, la vio por el retrovisor y su corazón se derritió por la imagen que vio.

Su pequeña frotaba sus ojitos, ahuyentando el sueño de su cuerpo, mientras que su pequeña boquita se abría en una "O" debido al gran bostezo que salía. Adoraba a su jirafita.

Kill MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora